21/05/14

América Latina busca mejorar su periodismo científico

Latin American Journalist_Flickr_US Mission to the United Nations Agencies in Rome
Crédito de la imagen: Flickr/US Mission to the United Nations Agencies in Rome

De un vistazo

  • La Red Iberoamericana ha organizado talleres a la medida en nueve países
  • Costa Rica publica muchas noticias de ciencia pese a su pequeña comunidad científica
  • Estudio muestra que noticiero brasileño de TV con frecuencia es positivo sobre la ciencia.

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Cecilia Rosen y Aleida Rueda se preguntan sobre los resultados del trabajo para mejorar la cobertura de ciencia en la región.
 
[BUENOS AIRES/CIUDAD DE MÉXICO] El taller sobre periodismo científico realizado en 2011 en El Salvador fue una experiencia que le abrió los ojos a Will Monterroza, un periodista salvadoreño que ayudó a organizar el evento como parte de un proyecto regional para impulsar el número y la calidad de las noticias de ciencia en los medios de América Latina.
 
“La experiencia fue clave para mí no sólo porque aprendí a hacer periodismo de ciencia, sino también porque me permitió reflexionar sobre por qué es importante para el público general estar más cerca del conocimiento científico,” dice Monterroza, que ahora trabaja para una estación de radio local en donde la ciencia es uno de los temas que cubre.
 
El taller fue “extremadamente relevante” en El Salvador porque allí no hay una ruta establecida para el desarrollo profesional de los periodistas de ciencia, le dice a SciDev.Net.
 
Con esta nueva apreciación de la necesidad de incrementar la presencia de la ciencia en los medios, él está buscando financiamiento para diseñar un programa de ciencia en la universidad donde estudió, la Universidad Don Bosco, que incluya noticias científicas y entrevistas con investigadores.
 
Monterroza es uno de alrededor de 180 periodistas de América Latina y el Caribe que han participado en la Red Iberoamericana de Monitoreo y Capacitación en Periodismo Científico. Esta iniciativa es parte de un creciente interés por propuestas de entrenamiento e investigación que están empezando a construir capacidad en periodismo científico, a la vez que buscan atender algunos de los retos que enfrenta la profesión en la región.
 
La necesidad de capacitación, redes de colaboración regional y el impulsar el trabajo de las asociaciones de periodistas de ciencia fue discutida en la reciente Conferencia de Comunicación Pública de la Ciencia y la Tecnología (PCST2014) que se llevó a cabo en Salvador, Brasil (5-8 mayo). Periodistas e investigadores presentes pidieron que la ciencia esté más y mejor representada en los medios de comunicación.
 
Pero ¿cómo se entrena a los periodistas para que cubran ciencia en una región tan diversa como América Latina, donde conviven gigantes de la investigación como Brasil, que tiene cerca de 230 mil investigadores produciendo 26 mil artículos al año, con países como Nicaragua, que sólo tiene 300 científicos y 50 publicaciones al año según información de la UNESCO?
 
Red de capacitación y monitoreo
 
Quizás una de las iniciativas que mejor ejemplifican lo que ocurre en esta área es justamente la Red Iberoamericana de Monitoreo y Capacitación en Periodismo Científico.
 
La red, creada en 2009, está integrada por periodistas e investigadores de nueve países: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, España, México, Portugal y Venezuela. Busca mejorar la calidad del periodismo científico en esos países para mejorar la relación entre ciencia y sociedad en la región.
 
En junio pasado, concluyó sus actividades de evaluación y entrenamiento, financiadas por el Programa de Ciencia, Tecnología y Desarrollo, una iniciativa intergubernamental para promover la cooperación en investigación e innovación.

“En lugar de criticar, es mucho más interesante monitorear la cobertura de ciencia para obtener información que sirva para las capacitaciones. Debemos dejar atrás las críticas y trazar un mapa del periodismo científico en la región”.

Luisa Massarani

 
En sus primeros cuatro años, la red ha impartido talleres de capacitación para periodistas, estudiantes de periodismo y, en algunos casos, a científicos.
 
Estas sesiones se han llevado a cabo en países con diferente nivel de capacidad en periodismo de ciencia: Ecuador y Guatemala en 2009; Brasil, Colombia y Nicaragua en 2010; Bolivia, El Salvador y Venezuela en 2011; y Honduras en 2012.
 
En cada caso, la meta fue ofrecer habilidades y herramientas de comprensión para los periodistas y otros participantes — un promedio de 80 en cada taller — de manera que pudieran reflexionar sobre cómo comunicar ciencia a través de los medios.
 
“Nos dimos cuenta de que había varios grupos — todos muy pequeños y emergentes, con poco apoyo — que tenían el mismo deseo de aprender acerca de capacitación y monitoreo en periodismo científico. Así que propusimos la red como una oportunidad para consolidar algo que ya había empezado en varios países”, dice Luisa Massarani, coordinadora de la red, quien también es coordinadora de la edición América Latina y el Caribe de SciDev.Net.

Impactos en países pequeños
 
Es difícil medir cuáles han sido los impactos concretos que han tenido los talleres de la red, principalmente debido a que los cambios en cómo los medios y los periodistas mismos ven al periodismo solo serán visibles en el largo plazo. Pero hay ejemplos que muestran cuán importante ha sido esta iniciativa, especialmente para periodistas a nivel individual.
 
Para países pequeños como El Salvador, Guatemala y Nicaragua, que tienen pocos o ningún periodista de ciencia y a la vez oportunidades limitadas de capacitación, estos programas han alentado a los participantes a seguir una carrera en periodismo científico.
 
En Nicaragua, el taller excedió las expectativas de los organizadores y generó debate. “Como co-organizadores, estábamos sorprendidos con la excelente recepción de los estudiantes. Tuvieron una participación muy activa y demandante”, dice Jorge Huete Pérez, presidente de la Academia Nicaraguense de Ciencias.
 
Poco después del taller, la Universidad Centroamericana de ese país mostró interés por organizar más eventos de capacitación e incluso crear un curso de comunicación de la ciencia.
 
Además, la academia y el Consejo Nicaragüense de Ciencia y Tecnología firmaron un acuerdo para promover la comunicación de la ciencia, y el Banco Interamericano de Desarrollo también mostró interés en financiar actividades como difusión de la ciencia y entrenamiento para comunicadores científicos. Dichas iniciativas están en espera debido a la falta de dinero, de acuerdo con Huete.
 
El financiamiento ha mostrado ser un obstáculo para periodistas y científicos que quieren fortalecer la comunicación de la ciencia en Nicaragua.
 
“Aunque el taller generó interés entre los participantes, la falta de financiamiento para actividades concretas amenaza con posponer el desarrollo del área de comunicación de la ciencia en este país”, dice Huete.
 
En Guatemala, la universidad que fue sede de uno de los talleres, impartió luego un curso en periodismo científico. Uno de los participantes también pagó por otro taller, esta vez para reportear sobre biotecnología.

“Desafortunadamente, en los medios masivos no ha habido grandes cambios desde entonces,” dice Lucy Calderón, periodista de ciencia que también es integrante de la red.
 
Aunque los periodistas locales se empezaron a interesar en cubrir ciencia, dice, los periódicos no tienen secciones de ciencia y tecnología. “Sólo publican pequeñas historias sobre nuevos aparatos de las mismas marcas que se anuncian en dichas páginas”, agrega.  
 
Capacitación a la medida 
 
Los integrantes de la red han aprendido cómo las realidades locales determinan los propios retos que cada país enfrenta cuando se trata de aumentar la cobertura de ciencia en los medios. El propio periodismo científico es diverso en la región, y algunos países tienen más tradición en el campo que otros.
 
Entender y tomar en cuenta las diferencias entre los países ha sido crucial para la red, dicen ellos, y es por eso que cada sesión de capacitación se nutre de discusiones sobre contenidos y métodos que son relevantes para ese país.
 
“Los talleres siempre fueron iniciativa de una persona o de un grupo relativamente pequeño de periodistas o académicos —usualmente científicos y periodistas locales— con necesidades e intereses específicos en el periodismo de ciencia,” dice Javier Crúz, periodista de ciencia e investigador mexicano que participa en la red.
 
Se piensa que este modelo ha permitido a los participantes compartir sus perspectivas y experiencias sobre el periodismo científico, asegurando entonces que el taller cubra más que el punto de vista de quien lo imparte sobre cómo debería asumirse.
 
“El perfil siempre cambiaba: en Bogotá, Colombia, teníamos una audiencia llena de profesionales altamente calificados y por tanto había muchas preguntas y discusiones. En otros lugares, la discusiones eran menos sofisticadas,” dice Crúz.
 
Él piensa que estas diferencias se deben a que las condiciones de trabajo de los periodistas — así como la forma en que se produce ciencia — varían a lo largo de América Latina.
 
Esto podría estar relacionado con las disparidades que cada país presenta en sus sistemas de ciencia y tecnología. En un reporte sobre ciencia publicado en 2010, la UNESCO (Organización para la Educación, Ciencia y Cultura de la ONU) reveló que sólo cuatro naciones —Argentina, Brasil, Chile y México— son hogar del 92 por ciento de los 252 mil investigadores que hay en la región, mientras que países como Cuba y Nicaragua tienen las mayores tasas de ‘fugas de cerebros’.  
 
Crúz piensa que aquellos lugares con comunidades científicas pequeñas y escasa infraestructura científica también tendrían menores posibilidades de desarrollar sus capacidades y cobertura en periodismo de ciencia. Sin embargo, este no es siempre el caso.
 
Un estudio dirigido por la periodista científica Carla Almeida examinó la cobertura periodística de 12 periódicos de gran escala en nueve países de América Latina. Encontró que, en 2007, el principal diario de Costa Rica había publicado más historias de ciencia que cualquier otro, incluyendo aquellos en Argentina, Brasil y México, pese a que el país tiene una comunidad científica más pequeña y menor tradición en periodismo de ciencia que aquellos países.
 
Quizás esto muestre la importancia de contar con investigación sistemática sobre cómo los diferentes países cubren ciencia en la región, que es otro de los objetivos de la red junto con el entrenamiento.
 
Análisis de noticias
 
“En general, hay mucha crítica sobre el periodismo científico. Pensamos que en vez de criticar, es mucho más interesante monitorear la cobertura de ciencia para obtener información que sirva para las capacitaciones. Debemos dejar atrás las críticas y trazar un mapa del periodismo científico en la región,” dice Massarani.
 
El producto de investigación más importante de la red ha sido la creación de metodologías para analizar la cobertura de ciencia en los medios, según Massarani. Éstas fueron diseñadas para conocer cómo los medios locales se aproximan a la ciencia e identificar sus debilidades para que se puedan proponer soluciones.
 
Hasta ahora, la red ha usado el protocolo para evaluar los contenidos de ciencia en canales de televisión en diferentes países y el plan es comparar los resultados en un futuro próximo.
 
Un estudio publicado en 2012 sobre los noticieros en horarios estelares mostró que Jornal Nacional, por ejemplo, cubre generalmente a la ciencia de una manera positiva, con escasa mención a controversias asociadas, riesgos o daños. El estudio, del cual Massarani es coautora, también encontró que 7.3 por ciento de las noticias del programa estaban dedicadas a ciencia. [1]

Hay una tendencia entre los brasileños a mostrar los beneficios y promesas de la ciencia, dicen los investigadores, apuntando a un “enfoque utilitario de la ciencia”. Ellos ven al conocimiento como una solución a los problemas en vez de un proceso o visión de cómo es el mundo.
 
¿Escucharán los medios?
 
Las capacitaciones y discusiones sobre el periodismo científico se han llevado a cabo en la región desde los años sesenta.
 
Poco después del lanzamiento de su portal de América Latina en 2003, por ejemplo, SciDev.Net comenzó a organizar talleres sobre periodismo de ciencia en la región.
 
Esto promovió la importancia del periodismo de ciencia en muchos periodistas y científicos, y los ayudó a reflexionar sobre las formas de evaluar la comunicación de la ciencia.
 
Desde entonces, otros países de la región, como Argentina, también empezaron a aumentar sus oportunidades de capacitación, que ayudó a generar redes más amplias de periodistas e investigadores interesados en comunicar la ciencia.
 
Un ejemplo es el taller anual Jack F. Ealy de periodismo de ciencia para periodistas latinoamericanos que cubre temas como ciencia, medio ambiente, salud y clima. Organizado desde 2003 por el Instituto de las Américas, en Estados Unidos, el taller que dura una semana se lleva a cabo en California y es impartido en español.
 
Durante los últimos diez años, más de 400 periodistas han participado de estas capacitaciones, dice a SciDev.Net Lynne Walker, vicepresidenta de la institución.
 
Los miembros de la Red Iberoamericana son completamente conscientes de las limitaciones de los breves talleres que imparten.
 
“No puedes cambiar por completo el periodismo científico en un periodo tan breve, pero nuestra expectativa es que la capacitación consiga que la gente reflexione sobre su propio trabajo,” dice Massarani. “Si logramos sacar a un periodista de su forma mecánica de cubrir ciencia, de pensar un poco más sobre la ciencia, eso hará que mejore la calidad.”

Según la periodista venezolana Acianela Montes de Oca, quien participó del trabajo de la red, el entrenamiento “sirve para visibilizar el trabajo científico que normalmente pasa desapercibido” y para que los periodistas noten la ciencia que se produce en sus propios países y puedan fortalecer las relaciones entre investigadores y comunicadores.
 
Crúz va más allá y dice que la meta más ambiciosa de la red de monitoreo y capacitación es influenciar a los medios de América Latina. “Los propios medios deben ser los más interesados en investigar de manera profunda la calidad de sus coberturas,” dice.
 
De acuerdo con Crúz, parte del problema es que a la mayoría de ellos no les importa evaluarse a sí mismos y sin la presión de la sociedad para un cambio, son los académicos quienes trabajan como intermediarios mostrando a los medios cómo mejorar la calidad de los contenidos que publican.
 
Y eso es lo que los participantes de la red hicieron: la investigación sobre la cobertura mediática en la región ha producido hasta la fecha la publicación de ocho artículos.
 
Pero su impacto es aún incierto. “Dependerá de si los medios lo toman como una afronta o como una oportunidad para trabajar juntos,” dice Crúz.
 
Luisa Massarani es coordinadora de la Red Iberoamericana de Monitoreo y Capacitación en Periodismo de Ciencia y de la edición América Latina y el Caribe de SciDev.Net.

La versión original de este artículo se publicó en la edición global de SciDev.Net

References

[1] Marina Ramalho and others From the laboratory to prime time: science coverage in the main Brazilian TV newscast (Journal of Science Communication, 2012)

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