30/04/09

Tratamiento nano del agua ayuda a innovar y a crecer

La nanotecnología ofrece métodos de desalinización Crédito de la imagen: Scott Dougherty/LLNL

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Empresas del mundo en desarrollo deben invertir en I+D nano para generar agua limpia si quieren salir adelante, afirma Mohamed Abdel-Mottaleb.

La nanotecnología —tecnología que trabaja a una escala inferior a 100 nanómetros— ya se puede aplicar a la depuración del agua, con herramientas que van desde las nanomembranas empleadas en grandes plantas desalinizadoras hasta nanopartículas magnéticas que eliminan contaminantes de las instalaciones hogareñas (véase ‘Nanotecnología para obtener agua limpia: hechos y cifras‘).

Ante la amenaza de una crisis mundial del agua, el uso de la nanotecnología para su depuración está transformando el paisaje empresarial, tanto en el mundo desarrollado como en los países en desarrollo. Las empresas deben cambiar su forma de trabajo y aprovechar estas tecnologías para seguir siendo competitivas.

Como de costumbre, se cree que el mundo en desarrollo se dedica solo a ensamblar e importar la tecnología, antes que a construirla y diseñarla. Sin embargo, la nanotecnología ofrece a grandes y pequeñas empresas de países en desarrollo la oportunidad de innovar, crecer y conquistar mercados.

Ser capaz de aprovechar esta ‘oportunidad nanotecnológica’ para proveer agua potable implica entrar en terreno lo antes posible: comprometer a los científicos, estimular a los investigadores jóvenes para que inventen soluciones nuevas, y trabajar con el gobierno para garantizar la comprensión y correcta gestión del riesgo.

Muchos países en desarrollo ya están investigando activamente en el campo de la nanotecnología, aunque estos esfuerzos no reciban gran difusión. Brasil, la India e Irán, por ejemplo, han puesto en marcha iniciativas nanotecnológicas estratégicas.

Algunas empresas están aprovechando al máximo este conocimiento local. En Egipto, SabryCorp trabaja con el Centro de Investigación del Desierto y los Ministerios de Agricultura e Investigación para comercializar sistemas de nanofiltración originales. En la India, Eureka Forbes Limited se asoció con el Instituto Indio de Tecnología de Chennai para desarrollar nanofiltros. En Sudáfrica, científicos del Centro de Innovación Tecnológica Mintek están trabajando con socios industriales con el fin de explorar el uso de nanomateriales para la detección y destrucción de contaminantes del agua.

El mundo en desarrollo necesita más colaboraciones de este tipo para salvar la tradicional brecha que existe entre la industria y la academia. La tecnología avanzada requiere intercambio de conocimientos y creatividad: la investigación y el desarrollo locales deben prosperar para que las empresas puedan aprovechar los beneficios de las nuevas tecnologías, llámense nanotecnologías, y emplearlas para resolver problemas locales como el acceso al agua potable. Es importante que los gobiernos y las empresas fomenten la cooperación entre la industria y los académicos y creen unidades de transferencia tecnológica para procurar que los productos nanotecnológicos salgan del laboratorio y lleguen al mercado.

Actualizarse o quedarse atrás

La nanotecnología ofrece a las empresas del mundo en desarrollo la oportunidad de ponerse al nivel de las naciones industrializadas. Es un campo de investigación en rápida expansión, con potencial para los descubrimientos en gran cantidad de áreas, en el que las innovaciones originales y radicales surgen constantemente, y por lo general requieren técnicas de investigación de bajo costo y cuyas tecnologías permiten ahorro en gastos. En algunos países en desarrollo, los investigadores y la industria se apresuran a explotar esta excepcional ventana de oportunidad. China, por ejemplo, tiene la mayor cantidad de patentes en nanotecnología del mundo, después de los Estados Unidos.

Medio Oriente ha tardado más que otras regiones del mundo en desarrollo en adoptar la nanotecnología, pero ahora la situación está cambiando. El gobierno saudí financia laboratorios avanzados dedicados a investigar el uso de nanotecnologías para el tratamiento de aguas (la Ciudad de Ciencia y Tecnología Rey Abdulaziz, por ejemplo, cuenta con un centro de investigación nanotecnológica, fundado en colaboración con IBM, que se dedica a desarrollar nanomembranas para la desalinización) y la Iniciativa Nacional de Nanotecnología Iraní identifica el tratamiento del agua como prioridad clave.

Pero estas iniciativas siguen siendo escasas y no están coordinadas: muchas veces los centros de la región duplican esfuerzos, sin que los organismos gubernamentales o públicos estén al tanto de los proyectos.

Aun así, la nanotecnología ofrece avances tan revolucionarios en el campo de la filtración del agua que en cuestión de años tomará la delantera en la competencia. Las empresas que no inviertan a tiempo en estas tecnologías novedosas y avanzadas terminarán fuera del negocio o tratando de entrar en el mercado cuando las demás ya se han posicionado. Del mismo modo, los países que no inviertan en ellas se ubicarán muy por debajo en la creciente ‘brecha nanotecnológica’ y, ante situaciones de extrema escasez del recurso, no tendrán más remedio que importar la tecnología o el agua.

Estrategias y normas básicas

Más allá de diseñar estrategias de financiación e investigación, los generadores de políticas locales y regionales también deben establecer una estrategia clara de desarrollo nanotecnológico, basada en la transparencia, la creciente concientización y la adecuada reglamentación.

Las empresas pueden ayudar. En primer lugar, deberían llamar la atención de la población sobre el potencial de las nanotecnologías para mejorar las fuentes de abastecimiento de agua, así como respecto de los riesgos que suponen. Los diálogos mantenidos en campañas como in2nano, de SabryCorp, pueden contribuir a obtener el apoyo de las comunidades locales y la sociedad en general.

La comunidad empresarial de los países en desarrollo también necesita convencerse de las oportunidades que encierra la nanotecnología para el crecimiento basado en la innovación: por ejemplo, nanopartículas que forman enlaces químicos con contaminantes hidrosolubles pueden remover mercurio, arsénico y plomo; nanomembranas que facilitan el paso del agua funcionan como filtros más eficaces; materiales fotocatalíticos pueden degradar contaminantes del agua mediante luz ultravioleta; y, más importante aún, la nanotecnología proporciona métodos de desalinización.

Considero que las empresas deben asimismo tratar de impulsar una legislación integral sobre el uso de nanotecnología para la depuración de aguas. Si bien esta sugerencia puede ser controversial (por lo general, las empresas preferirían disminuir aquellas regulaciones que puedan limitar sus actividades), necesitamos un abordaje equilibrado. En realidad, un marco regulatorio claro sería conveniente para el negocio ya que evitaría el mal uso de la tecnología, que de por sí podría generar corrientes de opinión contrarias a la nanotecnología en los medios, el gobierno o la sociedad y, como consecuencia, perjudicaría a los mercados.

Por sobre todo, la industria, la academia y los gobiernos deben elaborar estrategias regionales coordinadas y de largo plazo para el desarrollo a partir de la nanotecnología. A menos que así sea, lo mucho que se invierta se desperdiciará.

Las empresas que adviertan lo que está en juego necesitan trabajar juntas para favorecer la creación de un entorno de cooperación que promueva el descubrimiento y el desarrollo.

Mohamed M. Abdel-Mottaleb es presidente del consejo de administración de la consultora SabryCorp y profesor adjunto de la Nile University.