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El futuro de la biodiversidad tropical depende de la comprensión del papel que cumple el consumo humano en la alteración de los ecosistemas, dice Scott A. Mori, curador botánico del Jardín Botánico de Nueva York.

El uso humano de los bosques tropicales por lo general resulta en pérdida de la biodiversidad, explica. La masiva conversión de los bosques en plantaciones de soya en Mato Grosso, Brasil, es un ejemplo extremo. El cultivo de soya desplaza por completo a las plantas y animales que habitan en el bosque, y los árboles que permanecen no se reproducen de manera efectiva.

Mato Grosso tiene suelos fértiles, pero muchos otros bosques tropicales crecen en suelos pobres en nutrientes que no pueden soportar grandes poblaciones sin aplicaciones masivas de fertilizantes y plaguidicas, añade Mori. En estos casos, la conversión ¿justifica la pérdida de los servicios de los ecosistemas, incluida la biodiversidad?

Parte del problema es la globalización, opina Mori. El desarrollo del mundo puede tener un impacto negativo sobre los bosques tropicales, el creciente mercado de la China y de los Estados Unidos que están usando la soya para la producción de biocombustibles están impulsando la creciente demanda de la soya brasileña.

Mori indica que el mundo debe compartir el costo de la explotación tropical. Los usuarios a gran escala de tales recursos deben considerar su impacto global, y los consumidores de los productos tropicales deberían pagar una prima para ayudar a proteger los servicios de los ecosistemas forestales.

Enlace al artículo completo (en inglés) en Plant Talk