28/06/11

La ética pierde la carrera de ensayos clínicos en el Sur

Hasta 80 por ciento de los participantes en ensayos clínicos no están bien informados Crédito de la imagen: The World Conference of Science Journalists

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[DOHA, QATAR] El número de ensayos clínicos en países en desarrollo ha ido en aumento en los últimos años, pero los marcos éticos y legales en que éstos se realizan no siempre van a la par, dijeron hoy panelistas en la 7ª Conferencia Mundial de Periodismo Científico, que se realiza en Qatar (27-29 de junio). 

En 2008, por ejemplo, hubo tres veces más países en desarrollo participando en ensayos clínicos que todos los registrados entre 1948 y 2000 por la Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (FDA), incluyendo numerosos países ‘en transición’, tales como Brasil, China, India, México y Sudáfrica. 

Para la industria farmacéutica los atractivos son los bajos costos y la disponibilidad de pacientes que no han recibido tratamientos o fármacos previamente. 

Para los países en desarrollo el principal incentivo es la promesa de recibir ciencia médica avanzada y acceder a los últimos fármacos disponibles. Sin embargo, el proceso de poner en práctica un marco legal y ético para proteger a los participantes no siempre va al mismo ritmo en muchos de estos países, dijo el panel. 

“Evaluaciones éticas menos estrictas, subnotificación de efectos secundarios ya prevista y menor riesgo de demandas hacen que llevar a cabo investigaciones en países en desarrollo sea menos exigente”, dijo Ames Dhai, directora del Centro de Bioética Steve Biko de la Universidad de Witwatersrand, Sudáfrica. 

Y si bien muchos países han establecido estándares éticos para los ensayos clínicos, éstos no son garantía de que serán respetados por quienes realizan los estudios. 

“El problema es implementar estas directrices [éticas] y la actitud imperialista de investigadores y auspiciadores que vienen al país y con frecuencia desacatan nuestros procesos”, agregó Dhai. 

Lugares como Sudáfrica —donde se recluta principalmente a personas pobres y vulnerables con bajos niveles de alfabetización y donde existe una cultura que acepta la autoridad sin cuestionarla— son tierra fértil para cometer faltas a la ética, dijeron en la conferencia. 

India es otro ejemplo, donde un reciente ensayo de dos vacunas contra el virus responsable del cáncer cervicouterino tuvo una enorme publicidad negativa al registrarse cuatro muertes que luego demostraron no estar relacionadas con el ensayo, pero que permitieron exponer las irregularidades éticas del sistema indio

Según Sonia Shah, autora de The Body Hunters: Testing New Drugs on the World’s Poorest Patients (Los cazadores de cuerpos: pruebas de nuevas drogas en los pacientes más pobres del mundo), hasta el 80 por ciento de los pacientes reclutados en algunos países en desarrollo no están al tanto de la naturaleza del estudio en el cual están participando. Asimismo, muchos de ellos no se sienten en libertad de dejar el ensayo, porque creen que a ellos o a sus hijos se les dejará de prestar buena atención o tratamiento si lo abandonan. 

“El mayor desafío para avanzar hacia un beneficio mutuo es equilibrar las necesidades de la investigación biomédica con la total protección de los participantes en la investigación y las comunidades”, dijo Dhai. 

Si esto se logra, los ensayos clínicos pueden ser altamente beneficiosos para los países en desarrollo. 

La doctora Prerna Mona Khanna, colaboradora médica de Fox Chicago News destacó que “la investigación [de fármacos] se puede emplear como una plataforma para fortalecer las habilidades locales, desarrollar auténticas asociaciones, obtener fondos para desarrollar programas convenientes y mantener equipamiento financiado por los costos de la investigación original”. 

Enlace al blog de SciDev.Net desde la Conferencia Mundial de Periodismo Científico