Por: Lisbeth Fog
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Los más de 1.650 profesionales hondureños que cada año migran del país buscando nuevas oportunidades le han costado al país US$17.670 millones en formación entre 1996 y 2010, señala un estudio.
Entre las causas de la migración están los altos niveles de inseguridad social, el desempleo y las políticas económicas que reducen drásticamente el poder adquisitivo, dice a SciDev.Net el investigador y docente de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Nelson Raudales, autor del estudio.
“La migración de profesionales con educación terciaria se ha convertido en un problema de orden estructural y permanente, no coyuntural”, concluye la investigación de carácter exploratorio presentada en el Primer Congreso del Consorcio de Economía, Administración y Tecnología en Tegucigalpa (6 y 7 de noviembre), organizado por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la UNAH.
“La migración de profesionales con educación terciaria se ha convertido en un problema de orden estructural y permanente, no coyuntural”.
Nelson Raudales
En Honduras, con un poco más de ocho millones de habitantes, la situación es preocupante porque “esta población migrante se ha desconectado económicamente del país”, explica Raudales.
Y pese a que envían aportes monetarios para el sustento de las familias que dejan en Honduras, estos no son sustanciales, y menos se reinvierten en investigación, desarrollo o innovación, continúa.
Sin embargo, hay casos que contradicen los resultados del estudio. Desde 2008 el Programa Honduras Global identifica a hondureños exitosos en el extranjero para que se vinculen al país a través de formación, capacitaciones o apoyo a proyectos de innovación.
La organización está constituida por profesionales de áreas como física, química, matemáticas, estadística y ciencias de la computación que viven en países desarrollados.
“Yo encontré una forma de apoyar a mi país desde el exterior que se relaciona con mi quehacer profesional en biología, la biodiversidad, su conservación y el entendimiento sociedad-naturaleza”, declara a SciDev.Net Sonia Lagos-Witte, doctora en botánica agrícola becada por el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD).
“Creo en el trabajo en red y soy fiel al principio de compartir conocimiento científico y al mismo tiempo, formar a gente joven. Por eso apoyo el trabajo de Honduras Global”, continúa.
Lagos-Witte mantiene estrechos vínculos con el Laboratorio de Histología Vegetal y Etnobotánica del Departamento de Biología de la UNAH en Tegucigalpa, que fundó en 1985. Ahí se realizan proyectos de investigación y formación de jóvenes investigadores.
Raudales considera que iniciativas como Honduras Global son ‘diásporas muy efímeras’.
Su estudio tomó como base censos de población y vivienda del Instituto Nacional de Estadística que registran el flujo de las migraciones, así como encuestas de hogares de propósitos múltiples.
Encontró además que esta situación conlleva que los migrantes dejan a sus hijos al cuidado de los abuelos, las tías o personas con algún grado de consanguinidad.
“La temática no refleja la relevancia sustancial a nivel de tomadores de decisión aún en el país”, advierte Raudales.
Enlace al artículo completo ‘Costo económico de la migración calificada en Honduras’