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[LIMA] Un joven biólogo peruano, que descubrió en la maca, una raíz andina, un nuevo gen codificante de una proteína, la defensina, que tiene propiedades para combatir hongos, fue galardonado con el premio nacional a la Investigación Científica por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.


El descubrimiento de la defensina en la maca, proteína que defiende de los patógenos a una planta, permitiría el desarrollo de nuevas estrategias de control del Phytophthora infestans, microorganismo similar a un hongo causante del tizón tardío, enfermedad que afecta el cultivo de la papa a nivel mundial, ocasionando pérdidas anuales superiores a los 2,500 millones de dólares. El hongo muta constantemente por lo que se hace difícil hallar una fuente de resistencia genética.


La investigación de Julio Solís Sarmiento, biólogo de 32 años, con maestría en bioquímica y biología molecular, fue elegida entre 80 trabajos científicos presentados a la II Feria Nacional de Ciencia y Tecnología realizada en Lima.


La maca (Lepidium meyenii) pertenece a la familia de las Brassicaceae en las que se ha encontrado genes codificantes de proteínas tipo defensinas con actividad antimicrobiana, motivo por el cual fue elegida por Solís para su investigación, “así como para un mejor aprovechamiento de los recursos y diversidad biológica de los Andes peruanos”, señaló a SciDev.Net.


La maca se encuentra sólo en el Perú y crece por encima de los 4,000 metros de altitud, donde ningún otro cultivo, a excepción de las papas amargas, puede crecer. Estuvo al borde de la extinción hasta hace unos 15 años, cuando se difundieron sus propiedades para la fertilidad humana, como agente vitalizante y antiestrés y fortalecedor del sistema inmunológico.


“En los experimentos realizados por Solís, se utilizó una de las cepas más virulentas de P. infestans. Estos hechos indicarían  que la defensina podría tener efectos contra cepas de P. infestans de otros países y no sólo de la región,” informó Marc Ghislain, jefe del laboratorio de biotecnología aplicada del Centro Internacional de la Papa (CIP), quien tuvo a su cargo el asesoramiento de la investigación.


Esta es la primera vez que se reporta a nivel mundial secuencias génicas o peptídicas de maca.


La siguiente etapa de la investigación sería la producción –como ensayo experimental– de papas transgénicas portadoras del gen de la defensina para conferirles resistencia contra el tizón tardío.


Si se logra obtener clones resistentes, las papas podrían cosecharse en el campo, evitándose así el uso excesivo de plaguicidas que además de ser costosos pueden tener efectos tóxicos residuales. La transferencia a los agricultores dependería, entonces, de una evaluación de riesgos y beneficios exhaustivos, siguiendo las normas de bioseguridad vigentes.


El CIP cuenta con instalaciones edificadas bajo estrictos estándares de seguridad, para la producción de papas transgénicas con fines de investigación científica.