30/07/07

Brasil facilita reglas para estudios de bioprospección

Los científicos tendrán mayor acceso a la biodiversidad de Brasil Crédito de la imagen: Universidad Federal Rural de Río de Janeiro / Faperj / IEF

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[RÍO DE JANEIRO] Un decreto firmado el 18 de julio por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva facilitó el proceso de concesión de autorizaciones para que los institutos de investigación brasileños puedan recolectar material biológico en el país con fines de bioprospección.


Según el decreto, ahora las instituciones que obtengan la autorización del gobierno pueden buscar moléculas de interés comercial en plantas y animales sin la necesidad de firmar, previamente, contratos de repartición de beneficios con los propietarios de la tierra, públicos o privados.


Entretanto, la formalización del contrato deberá anteceder el desarrollo tecnológico y el pedido de patente.


Además, la institución beneficiada por la autorización podrá incluir nuevos proyectos de estudio en su licencia. De acuerdo con las reglas anteriores, una autorización individual era necesaria para cada proyecto de investigación.


“Esas medidas reducen la burocracia y agilizan el proceso”, afirmó en un comunicado de prensa Cristina Azevedo, directora interina del Consejo de Gestión del Patrimonio Genético (CGEN), del Ministerio del Medio Ambiente.


Compuesto por 19 consejeros de diversos órganos del gobierno federal, el CGEN se encarga de reglar y deliberar sobre los recursos genéticos en el país, incluso conceder las autorizaciones para la recolección.


El decreto también define las condiciones para el envío de materiales genéticos al exterior, en el caso de estudios que se realicen con colaboración internacional.


Las instituciones deberán firmar un Término de Transferencia de Material, en que la institución destinataria se compromete a no ceder a terceros el componente genético, así como no iniciar actividades de desarrollo tecnológico ni tampoco depositar pedido de patente sin firmar contrato previo.


La flexibilización de las reglas para el acceso a recursos genéticos en el país es una reivindicación de la comunidad científica brasileña. La creación del CGEN en el año 2001 por parte del gobierno federal fue acompañada de una serie de normas restrictivas para cohibir la biopiratería. Muchos científicos criticaron la legislación por dificultar las investigaciones.


“El decreto simplifica el proceso, pero las alteraciones todavía son muy tímidas”, dijo a SciDev.Net Ennio Candotti, ex-presidente de la Sociedad Brasileña para el Avance de la Ciencia.

Según Candotti, no es posible inhibir la biopiratería sin conocer lo que puede ser biopirateado, es decir, el patrimonio genético del país. “Y para conocerlo, hay que estudiarlo”, afirmó.