18/07/22

Uso sostenible de especies silvestres para satisfacer necesidades alimentarias

uso sostenible
El intercambio entre saberes ancestrales y el conocimiento occidental redunda en beneficio de un mejor manejo sostenible de los recursos genéticos silvestres y nativos. Crédito de la imagen: Zoraida Portillo.

De un vistazo

  • Una de cada cinco personas depende de las especies silvestres para obtener ingresos o alimento
  • Más de 10.000 especies silvestres se aprovechan para la alimentación humana
  • Se debe lograr un uso más sostenible para alcanzar los objetivos de desarrollo de la ONU

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Las especies silvestres de plantas y animales, de las que dependen los más pobres del mundo para su alimentación, deben usarse de manera más sostenible para lograr los objetivos de desarrollo global, dicen los autores de un informe de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES).

El uso sostenible es cuando la biodiversidad y las funciones de los ecosistemas se mantienen mientras se contribuye al bienestar humano, según los autores.

Miles de millones de personas en países desarrollados y en vías de desarrollo dependen de la flora y la fauna silvestres para sus necesidades diarias de alimentación y energía, y a menudo para su sustento, destaca el resumen del Informe de Evaluación sobre el Uso Sostenible de Especies Silvestres.

Pero la acelerada crisis de la biodiversidad global, que señala que un millón de especies de plantas y animales están en peligro de extinción, amenaza estas contribuciones para las personas, dice.

Jean-Marc Fromentin, del Instituto Francés de Investigación para la Explotación del Mar, dijo en una conferencia de prensa en Bonn: “Con alrededor de 50.000 especies silvestres utilizadas en diferentes prácticas, incluidas más de 10.000 capturadas para la alimentación humana, la población rural de los países en desarrollo es la que corre más riesgo por el uso insostenible, y la falta de alternativas complementarias a menudo los obliga a explotar aún más estas especies”.

“Una de cada cinco personas depende de plantas silvestres, algas y hongos para su alimentación e ingresos; 2.400 millones dependen de la leña para cocinar y alrededor del 90 por ciento de los 120 millones de personas que trabajan en la pesca de captura se sustentan en la pesca en pequeña escala”.

Marla Emery, asesora científica del Instituto Noruego para la Investigación de la Naturaleza

La evaluación, que se desarrolló durante cuatro años y costó casi US$1 millón, brinda información, análisis y recomendaciones para hacer un uso más sostenible de las especies silvestres y fomentar la biodiversidad.

El resumen contiene aportes de 85 expertos de 33 países, provenientes de las ciencias naturales y sociales, poseedores de conocimientos indígenas, y 200 autores contribuyentes.

Marla Emery, una de las coordinadoras del informe y asesora científica del Instituto Noruego para la Investigación de la Naturaleza, dijo que 70 por ciento de los pobres del mundo dependen directamente de las especies silvestres.

“Una de cada cinco personas depende de plantas silvestres, algas y hongos para su alimentación e ingresos; 2.400 millones dependen de la leña para cocinar y alrededor del 90 por ciento de los 120 millones de personas que trabajan en la pesca de captura se sustentan en la pesca en pequeña escala”, dijo.

“Esta evaluación señala que, de hecho, hay muchas más oportunidades para el uso sostenible de las especies silvestres para contribuir con la consecución de objetivos como acabar con el hambre… la vida sostenible en el planeta, en áreas terrestres y en el agua”, añadió.

Sin embargo, para Stef de Haan, investigador en agrobiodiversidad y sistemas alimentarios que no participó en el estudio, “no es tan sencillo decir que se pueden usar las especies silvestres de flora y fauna para la alimentación. En toda sociedad hay un límite para la extracción de estas especies”.

Si se piensa en las especies silvestres como una solución para alimentar a grandes poblaciones se requiere cambiar el manejo, y cita ejemplos, como el paiche (Arapaima gigas), uno de los peces de agua dulce más grandes del mundo que estaba al borde de la extinción y ahora crece en cautiverio.

“Pero eso tiene un límite [porque] tener grandes cantidades en jaulas genera enfermedades, mayor uso de antibióticos, escape de especies que se vuelven depredadoras. Entonces, incluso bajo un buen manejo se requieren medidas de cuidado para no sacrificar el ecosistema y arrinconar otras especies”, advierte De Haan, coordinador de la Iniciativa Andina del Centro Internacional de la Papa.

El etnobótanico Fernando Roca, docente principal de la Pontificia Universidad Católica del Perú, cree que el informe debió tener una visión un poco más multifacética “porque las relaciones de los seres humanos con las especies silvestres dependen de los contextos”.

“Una cosa es la presión que ejercen los centros urbanos sobre esas especies, otra es la que pueden ejercer las industrias interesadas en especies silvestres vegetales o animales, y otra es la presión o sobreexplotación de los pueblos originarios”, comentó a SciDev.Net.

No obstante, asegura que hay muchas especies silvestres de fauna y flora que se pueden manejar de manera sostenible “con un diálogo entre saberes ancestrales y conocimiento occidental”.

El aguaje (Mauritia flexuosa), palmera amazónica, es un típico ejemplo de manejo sostenible de una especie silvestre. Tiene multiples usos alimentarios, farmacéuticos e industriales. Crédito de la imagen: Serfor – Perú, imagen en el dominio público.

Diálogos entre saberes

Ramiro Batzin, copresidente del Foro Internacional Indígena sobre Biodiversidad, dijo a SciDev.Net que la solución a los problemas de sostenibilidad debe ser “el diálogo entre sistemas de conocimiento, con respeto y reconocimiento mutuo, y la participación plena de los pueblos indígenas en la toma de decisiones”.

“Debemos dejar de ser visto como beneficiarios y ser considerados como socios en la implementación de todas las políticas, incluyendo las direccionadas a mitigar el cambio climáticos y fortalecer la soberanía alimentaria. Solo si estamos en igualdad de condiciones y nos permitimos escuchar las voces de todos, las propuestas generadas desde la ciencia pueden ser incorporadas por nuestras comunidades y viceversa”, dijo a SciDev.Net Gregorio Mirabal, lider de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA).

“La ciencia y los organismos internaciones pueden incluir nuestras recomendaciones y propuestas en los varios documentos generados para proteger la vida en el planeta”, añade.

En particular sobre la experiencia con Covid, Mirabal comentó que el uso del conocimiento tradicional sobre el manejo de las especies silvestres, tanto en flora y fauna, salvó la vida de muchos indígenas en tiempos de pandemia.

“En Perú, Colombia, Ecuador, Brasil y Venezuela, por mencionar algunos, una de las plantas que usaron los pueblos para abrir sus vías respiratorias ante el sofocante virus fue el matico (Piper aduncum), una especie silvestre usada como medicamento”, afirmó.

Ciencia y sostenibilidad

El informe destaca cómo una serie de otros factores ejercen presión sobre las especies silvestres y las comunidades que las utilizan, incluidos los cambios en el paisaje terrestre y marino, el cambio climático, la contaminación y las especies exóticas invasoras.

“La principal causa que atenta contra las especies silvestres está relacionada con el cambio de uso de la tierra que, a su vez, se relaciona con la promoción de grandes hectáreas de cultivo para sistemas alimentarios simplistas, como la soya y el aceite de palma, que hacen desaparecer enormes extensiones de bosque”, subraya de Haan, quien trabaja en sistemas alimentarios de los Andes y Asia.

El informe agrega que sin una regulación efectiva en las cadenas de suministro, tanto local como global, el comercio internacional continúa aumentando la presión sobre las especies silvestres. Esto lleva a un uso insostenible e incluso al colapso de las poblaciones silvestres, como lo que ocurre con el comercio de aletas de tiburón.

El informe también insta a tomar medidas para detener el comercio ilegal de especies silvestres, que representa la tercera clase del comercio ilegal en el mundo con un valor anual estimado de hasta US$ 199.000 millones.

“Así como se habla de adaptación y mitigación al cambio climático, habría que diseñar políticas de adaptación a la crisis alimentaria que se avecina, sin poner en riesgo los ecosistemas. Referirse a las especies silvestres (como alternativa) es un poco temerario, porque hay especies silvestres que se reproducen lentísimo, que no son abundantes, o no son domesticables”, concluye Roca.

Este artículo fue publicado originalmente en SciDev.Net Global y contiene reporteo adicional de América Latina