23/10/20

Presupuesto para ciencia en Chile disminuiría en 2021

presupuesto Chile
Andrés Couve y Carolina Torrealba, ministro y subsecretaria del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. Crédito de la imagen: Marcelo Segura /Presidencia de la República de Chile.

De un vistazo

  • En 2021 Chile invertiría 9 por ciento menos en ciencia, tecnología e innovación
  • Comunidad científica en desacuerdo porque la pandemia ha visibilizado importancia del sector
  • Fondos para estudios fuera del país quedarían congelados, entre otros recortes

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En medio de la pandemia, la propuesta de presupuesto para la ciencia, tecnología e innovación que presentó el gobierno chileno se ha vuelto polémica. Si el Congreso la acepta, en 2021 el país invertirá en esta área el 0,34 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), lo que equivale a un descenso de 9,02 por ciento en comparación con este año.
 
Esa inversión representa casi un séptimo del promedio que destinan al sector los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), a la que Chile pertenece.
 
Históricamente los programas y recursos del área han estado repartidos en distintas carteras. Hoy el objetivo es que todos lleguen a estar bajo el alero del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, que acaba de cumplir un año. De momento, solo el 60 por ciento del presupuesto destinado a CTI está en esa entidad.
 
Considerando lo anterior, con la propuesta actual este ministerio tendría una baja en su presupuesto de 4,59 por ciento respecto de 2020. Pero, el traslado de recursos que estaban en otros ministerios haría que, en el papel, los fondos disponibles de la cartera se incrementen en 0,7 por ciento, según la Oficina de Presupuestos del Congreso Nacional de Chile.

“[…] el recorte del presupuesto raya en lo incomprensible”.

Cecilia Hidalgo, presidenta de la Academia de Ciencias de Chile

Pero para la comunidad científica, la primera cifra es la que realmente cuenta. “Si no hubiéramos invertido en ciencia, por ejemplo, no habría existido la capacidad local de hacer exámenes PCR para diagnosticar la COVID-19”, dijo por teléfono a SciDev.Net Cecilia Hidalgo, presidenta de la Academia de Ciencias y Premio Nacional de Ciencias.
 
“Esto ha demostrado más claro que nunca la importancia de la ciencia. Por ello el recorte del presupuesto raya en lo incomprensible”, opinó.
 
Si se considera que casi el 99,7 por ciento del presupuesto de la nación está centrado en otras áreas, agrega la científica, recortar lo poco que tiene la ciencia resulta una minucia.
 
En una declaración pública la Academia de Ciencias aseguró que con el actual presupuesto el gobierno chileno está rompiendo el compromiso para el que creó hace un año el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación; “tomar decisiones basadas en un plazo largo y cambiar el futuro del país incorporando ciencia en aquellos ámbitos donde el conocimiento y la creación juegan un rol  central para su desarrollo”.
 
El presupuesto de ciencias es parte de la Ley de Presupuesto 2021. Esta fue presentada por el Gobierno al Congreso el 30 de septiembre pasado. El Parlamento tiene 60 días de corrido para discutir el proyecto, lo que se hace en subcomisiones que analizan las partidas por ministerios. La ley debe ser despachada a más tardar el próximo 30 de noviembre.
 
Según explicó el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación en un correo electrónico institucional a SciDev.Net, el criterio para afrontar esta crisis ha sido proteger las capacidades instaladas en el país, “priorizando mantener el nivel de las adjudicaciones en convocatorias que fortalecen la ciencia nacional, y entregando fondos para cuidar y fortalecer el sistema científico”.

El programa que se vería más afectado con el recorte sería Becas Chile, que financia estudios de maestrías y doctorados en el extranjero. Se congelarán los fondos para la formación fuera del país, pero se darán becas para estudiar localmente.
 
Según el Ministerio, los pocos más de 2 mil becarios que están cursando un programa fuera podrán seguir haciéndolo. En 2019, Becas Chile tuvo un presupuesto de US68 millones. En 2020 fue similar, pero en abril el Ministerio redirigió cerca de la mitad de esos recursos a programas de contingencia para combatir la crisis sanitaria.
 
El Ministerio también buscó proteger la continuidad de programas como Basal, Fondef o Milenio, que permiten crear centros dedicados a áreas específicas de investigación con financiamiento a largo plazo. Ellos reúnen a científicos de distintas universidades, los que pueden ser de una o varias área del conocimiento.
 
Para Ignacio Sánchez, rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile, ello no es suficiente. “En marzo nadie hubiera apostado que el sistema universitario iba a poder construir cuatro tipos diferentes de ventiladores mecánicos”, aseguró por teléfono a SciDev.Net, refiriéndose a los instrumentos que se desarrollaron en el país en el contexto de la pandemia gracias al trabajo conjunto de universidades, empresas y el gobierno.
 
Esos diseños pueden ser fuentes de empleo, altamente calificado, y de desarrollo científico, pero también podrían convertirse en un motor tecnológico para toda Latinoamérica, agregó.
 
Para la autoridad, invertir en ciencia es la forma que los países tienen para salir adelante a través de la generación de nuevo conocimiento e ideas creativas, y del aporte al desarrollo de las personas “No hacerlo implica una mirada de muy corto plazo”, aseguró.