Por: Claudia Mazzeo
Enviar a un amigo
Los detalles proporcionados en esta página no serán usados para enviar correo electrónico no solicitado y no se venderán a terceros. Ver política de privacidad.
[BUENOS AIRES] La causa por la que ciertas bacterias se unen y forman conglomerados de miles de células que impiden la acción de los antibióticos y vuelven crónicas diferentes infecciones es motivo de enorme preocupación mundial para la ciencia. Pero una investigación abre la posibilidad de desarrollar nuevas estrategias antimicrobianas al profundizar la comprensión del papel que desempeñan en este proceso los pili, pequeños pelos que crecen en la superficie de las células bacterianas.
Si bien se sabía que los pili intervienen en el desplazamiento de las células facilitando su agrupamiento en microcolonias, no se conocía el modo en que estos filamentos regulan la formación y la dinámica de estas estructuras.
“…esos filamentos tienen un rol central en la movilidad de las bacterias, a las que proveen de los medios necesarios para interactuar con su ambiente”.
Wolfram Pönisch, Instituto Max Planck
“Nuestra investigación presenta el primer modelo computacional de microcolonias de bacterias que considera la interacción directa de las células a través de sus pili. Empleando la bacteria Neisseria gonorrhoeae, agente causal de la gonorrea, pudimos obtener la foto completa de esas colonias, en diferentes tiempos y escalas, demostrando que esos filamentos tienen un rol central en la movilidad de las bacterias, a las que proveen de los medios necesarios para interactuar con su ambiente”, dice a SciDev.Net Wolfram Pönisch, del Instituto Max Planck para la Física de Sistemas Complejos, en Dresden, Alemania, autor principal de la investigación.
La elección de N. gonorrhoeae como modelo de estudio no fue fortuita. Causante de una de las enfermedades de transmisión sexual más frecuente, en las dos últimas dos décadas registra un alarmante crecimiento del número de casos de resistencia bacteriana.
La bióloga Patricia Abdian, del Laboratorio de Microbiología Molecular y Celular del Instituto Leloir (Argentina), quien no participó en el estudio, opina que la mayor fortaleza del trabajo reside en que el modelo desarrollado considera múltiples variables y es aplicable a otros sistemas bacterianos, además de N. gonorrhoeae, como Neisseria meningitidis —bacteria que causa la meningitis—, Vibrio cholerae, de reciente impacto en la población de Haití, y Pseudomonas aeruginosa, amenaza para la salud de quienes padecen fibrosis quística.
Para incrementar el valor predictivo del modelo empleado y validarlo, los autores del estudio multidisciplinario publicado en New Journal of Physics (10 de enero), contrastaron los resultados con otros surgidos de modo experimental, logrando resultados concordantes.