19/04/21

Microplásticos amenazan ecosistemas marinos en Colombia

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Fibras microplásticas identificadas en ambientes marinos. Parecen inofensivas, pero son letales. Crédito de la imagen: M.Danny25/Wikimedia Commons, bajo licencia Creative Commons 4.0

De un vistazo

  • Estudio detecta diversas concentraciones de microplásticos en aguas del Pacífico y Caribe colombiano
  • Polímeros hallados provienen de uso doméstico e industrial y son tóxicos e incluso cancerígenos
  • Urgen estrategias educativas y ambientales, así como cambios en patrones de consumo de plásticos

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La presencia de microplásticos, en distintas concentraciones, es ya común en aguas superficiales de Colombia, tanto de las costas del Caribe como del Pacífico, comprobó un estudio.

Los microplásticos más comunes hallados fueron fragmentos (71,4 por ciento) y filamentos (18,3 por ciento) y, en menor medida, films, esponjas, pellets (bolitas de plástico industriales) y gránulos.

Las áreas de estudio se localizaron en San Andrés, Santa Marta, Cartagena, San Antero, Antioquia, Chocó (Caribe y Pacífico), Buenaventura y Tumaco.

“Los microplásticos están presentes en la superficie del mar de todas las áreas de Colombia evaluadas, siendo muy abundante (8,96 ítems por metro cúbico) en aquellas con mayor influencia urbana, y poco abundantes (0,01 ítems por metro cúbico) en áreas conservadas”, explicó, por correo electrónico a SciDev.Net, el biólogo colombiano Ostin Garcés-Ordóñez, uno de los autores del estudio, publicado en la revista Environmental Science and Pollution Research.

“Los microplásticos, además de su riesgo toxicológico, involucran un riesgo físico: al transportar contaminantes, también pueden transportar organismos patógenos, invasores o parasíticos adheridos a su superficie, lo que nos pone a pensar acerca de su papel en alguna pandemia futura”.

Isabel Acosta-Coley, especialista en toxicología ambiental e investigadora, Universidad de Cartagena, Colombia

El análisis identificó cinco tipos de polímeros en las aguas de Colombia: polietileno (PE, 47,9 por ciento), polipropileno (PP, 32,8 por ciento), poliestireno (PS, 17,7 por ciento), tereftalato de polietileno (PET, 0,9 por ciento) y cloruro de polivinilo (PVC, 0,8 por ciento).

“Los polímeros que encontramos son usados comúnmente en diferentes productos como envases, empaques, ropa, electrodomésticos, tuberías, entre otros”, aclaró Garcés-Ordóñez, científico del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras “José Benito Vives de Andréis”.

En el estudio, los autores recordaron que un polímero como el PVC contiene sustancias, como el cloruro de vinilo, que son cancerígenas y tóxicas para la reproducción. El PS expandible y el PET también representan un peligro: mientras que el primero contiene pentano, un hidrocarburo tóxico para el medio acuático, el segundo posee óxido de zinc, también nocivo para la vida marina.

“La contaminación por microplásticos en las zonas costeras de Colombia es preocupante, porque la acumulación y altas concentraciones de estos residuos contribuyen al deterioro de la calidad ambiental marina y representan una amenaza para la biodiversidad y los medios de sustento de las personas”, indicó.

“Los microplásticos, además de su riesgo toxicológico, involucran un riesgo físico: al transportar contaminantes, también pueden transportar organismos patógenos, invasores o parasíticos adheridos a su superficie, lo que nos pone a pensar acerca de su papel en alguna pandemia futura”, señaló, a través de un correo electrónico, Isabel Acosta-Coley, especialista en toxicología ambiental e investigadora de la Universidad de Cartagena, quien no participó del estudio.

Los microplásticos, una vez liberados al medio acuático también son capaces de adsorber, es decir, atraer y retener en su superficie moléculas o iones de los contaminantes presentes en el agua como pesticidas, retardantes de llama y metales, entre muchos otros, añadió. “Estas sustancias terminan acumulándose en su superficie, convirtiéndolos en trampas capaces de acumular estos tóxicos y también transportarlos a sitios distantes”.

Según García-Ordoñez, “las condiciones ambientales tropicales en Colombia (altas temperaturas, radiación solar, horas de exposición solar) favorecen la fragmentación de los plásticos acumulados en los ecosistemas e incrementan esta problemática”.

La investigación también halló en mayor cantidad microplásticos incoloros, blancos, azules y negros.

“La gran abundancia de microplásticos transparentes y blancos presentes en este estudio, significa, entre otros, un riesgo alto de ingestión para las tortugas marinas, a las cuales se les ha determinado un alto porcentaje de ingestión de plásticos de color claro al momento de realizar el análisis de contenido estomacal post mortem, debido a que estos se asemejan a su alimento principal, las medusas de mar”, afirmó Acosta-Coley.

Los microplásticos incoloros son ingeridos por las tortugas marinas que los confunden con sus alimentos y les causa la muerte. Crédito de la imagen: NOAA Marine Debris Program/Flickr, bajo licencia Creative Commons 2.0

Para la especialista, el estudio evidencia la necesidad de seguir investigando y de respaldar con datos científicos las medidas que deben tomar las autoridades para restringir el ingreso de plásticos a los cuerpos de agua y demás ecosistemas, “protegiendo con esto los organismos que allí habitan, y también para contribuir a reducir el impacto de estos desechos sobre el turismo y la pesca, actividades de gran importancia en Colombia y América Latina”.

Garcés-Ordóñez y Acosta-Coley coincidieron en que la resolución de la problemática deberá abordarse con estrategias varias: educación ambiental, investigación, cambios en patrones de consumo de plásticos, separación de residuos y reciclaje, entre otras políticas.

> Enlace al resumen del estudio