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Argentina está volviéndose atractiva para sus científicos. Sesenta de ellos están postulando para retornar este año desde el extranjero con apoyo estatal, escribe Valeria Román. 


Desde 2003 son 185 los investigadores que han vuelto a su país gracias a planes nacionales de incentivo.


Entre sus áreas de investigación y desarrollo están la medicina, física, computación y biotecnología. Su inserción se está gestionando a través del programa Raíces, de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.


Según Mario Albornoz, presidente de la comisión asesora de Raíces, la situación es alentadora, pero no significa que la fuga de cerebros se haya solucionado. Para ello, dice, es necesaria una mayor inversión en ciencia y tecnología.  


Quienes desean volver son principalmente menores de 45 años que emigraron para hacer doctorados. Se estima que hay entre 6.000 y 7.000 científicos argentinos trabajando principalmente en Estados Unidos y Europa.


Enlace a artículo completo en Clarín (Argentina)