01/02/15

Investigadores brasileños crean película comestible

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Crédito de la imagen: Flavio Ubiali

De un vistazo

  • Usando cáscaras y desechos de alimentos investigadores brasileños crearon filme comestible
  • En su desarrollo la nanotecnología tuvo un papel clave
  • Como beneficio ambiental, su elaboración es menor contaminante que el plástico tradicional

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[RIO DE JANEIRO] Para paliar el impacto ambiental causado por el desecho de envases de alimentos industrializados, un equipo de científicos de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) desarrolló una película comestible, de resistencia y textura similar a los empaques tradicionales, pero que promete cooperar con el ambiente sustituyendo el plástico de uso común en los envases y reaprovechar residuos de la industria alimentaria.
 
“Para la producción de las películas se pueden utilizar residuos como cáscaras y pequeños trozos de zanahoria, por ejemplo”, dice a SciDev.Net José Manoel Marconcini, investigador de Embrapa.
 
Marconcini cree que el nuevo empaque puede reducir el desperdicio de alimentos, en particular los residuos con valor nutricional, como en el caso de trozos de zanahoria descartados durante la producción de mini-zanahorias (baby carrots).
 
La película también puede ser producida a partir de otros alimentos como papaya, tomate, espinaca, remolacha y guayaba. La idea es que se consuma junto con la comida que protege al alimento: una película de tomate podría calentarse en el horno con una pizza, o un sobre de sopa instantánea podría disolverse en agua junto con su contenido.

“Para la producción de las películas se pueden utilizar residuos como cáscaras y pequeños trozos de zanahoria, por ejemplo

José Manoel Marconcini

 
Tradicionalmente, muchos alimentos envasados tienen dos empaques, uno en contacto con el exterior y otro adentro de ese embalaje. En ese sentido, la película sería el empaque interno, para garantizar la higiene cuando esté expuesto en el supermercado, dijo Marconcini.
 
Además, el nuevo producto se fabrica mediante procesos menos contaminantes que películas tradicionales. “El plástico comestible se compone básicamente de alimentos deshidratados mezclado con un nanomaterial cuyo fin es unir los elementos”, explica el investigador.
 
“El mayor desafío fue encontrar la receta de ingredientes y proporciones para que el material tenga las características de composición de este tipo de láminas”. Los científicos agregaron a la fórmula el quitosano, sustancia bactericida presente en las conchas de los crustáceos.
 
El proyecto, que recibió inversiones por US$ 77.000 está en desarrollo desde 2006 y se lleva en el ámbito de la Red Agronano, creada para promover la investigación en nanotecnología aplicada a las demandas de la agroindustria. En la red participan unos 150 investigadores de Embrapa y universidades asociadas.
 
Para William Waissmann, investigador de la Fundación Oswaldo Cruz y médico de la Agencia de Vigilancia Sanitaria de Brasil, entre las principales ventajas de las películas comestibles se incluyen la posibilidad de añadir sabor a los alimentos, aumentar el tiempo de conservación y reutilizar los alimentos fuera de las condiciones comerciales. “El potencial de reducción de los residuos es grande”, dice.
 
El experto hace, sin embargo, algunas advertencias: “El nuevo uso de un alimento puede conferir a un producto un falso perfil de confiabilidad (agradable sabor artificial, por ejemplo) para alimentos con valor nutritivo cuestionable”. Waissmann también destaca la importancia de realizar pruebas para evaluar la toxicidad de nuevos alimentos recubiertos con películas comestibles antes de ser usados ampliamente.