07/05/21

Grave contaminación por relaves mineros en sur de Ecuador

rios Ecuador
Análisis de sedimentos de cuatro ríos del sur de Ecuador reveló alarmantes índices de contaminación con relaves mineros. Crédito de la imagen: CLAES – Rebelión, bajo licencia Creative Commons

De un vistazo

  • Ríos del sur de Ecuador afectados por descargas mineras tienen altas concentraciones de arsénico y cadmio
  • Esos elementos representan severos riesgos de salud para los pobladores, especialmente niños
  • Ubicada en provincia de Azuay, la zona es uno de los principales sitios mineros del país

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Las altas concentraciones de arsénico y cadmio en sedimentos de ríos del sur de Ecuador afectados por descargas de minería, representan un riesgo cancerígeno y de intoxicación para las poblaciones locales, especialmente los niños, y suponen un serio peligro para la biodiversidad, advierte un estudio.

La investigación, publicada en Environmental Geochemistry and Health, también halló concentraciones de cobre de riesgo entre moderado y alto en tres de los ríos examinados.

Los autores del estudio analizaron 172 muestras de sedimentos de los ríos de la región de Ponce Enríquez, ubicada en la provincia de Azuay, uno de los principales sitios mineros del país, con aproximadamente 22.000 habitantes. Allí, los investigadores hallaron “valores de contaminación inaceptables y riesgo ecológico extremo” en cuatro ríos donde las personas se suelen bañar.

A partir de los resultados de los sedimentos estudiados y de un análisis probabilístico, que se valió además de una encuesta a 45 hogares del área para caracterizar los parámetros de exposición de las personas tanto para adultos como para menores, el estudio señaló que el riesgo total de cáncer para los niños que mantengan contacto dérmico y oral con los sedimentos contaminados supera 14 veces el valor de exposición segura. En adultos, el riesgo total de cáncer traspasó 1,5 veces el umbral de exposición segura.

“Los niños son los que tienen una mayor exposición, porque cuando juegan tienen más tendencia a meterse las manos en la boca y quizá están ingiriendo elementos contaminantes”.

Samantha Jiménez Oyola, Escuela Superior Politécnica del Litoral, Ecuador

En relación al riesgo no carcinogénico -algunos contaminantes pueden provocar intoxicaciones sistémicas, por ejemplo a nivel del sistema nervioso-, el estudio señala que 43 por ciento de los niños están expuestos a niveles de riesgo extremos.

“Los niños son los que tienen una mayor exposición, porque cuando juegan tienen más tendencia a meterse las manos en la boca y quizá están ingiriendo elementos contaminantes”, explicó en una comunicación por Zoom a SciDev.Net la autora principal del estudio, Samantha Jiménez Oyola.

Si bien en los cuatro cursos de agua analizados se detectaron niveles de arsénico superiores a los límites permitidos internacionalmente, el río Siete mostró un índice de riesgo ecológico por este metaloide 50 veces superior al umbral de bajo riesgo. Además, el cadmio resultó ser 95 veces más alto al nivel de riesgo de menor peligro.

Los ríos Villa, Fermín y Guanache también presentaron índices de “riesgo severo” para el arsénico. En este último, además, el cadmio resultó 4,4 veces más elevado que el índice de riesgo bajo.

Asimismo, en los ríos Villa y Guanache se halló un riesgo “moderado” en relación a las concentraciones de cobre, mientras que en Siete el riesgo ecológico se registró alto: 2.3 veces por encima del límite de menor peligro.

Los autores remarcaron que estos cursos de agua atraviesan áreas mineras, plantas de tratamiento de minerales, aldeas y granjas. Sin embargo, indicaron que la principal fuente de contaminantes son los relaves mineros que se descargan en las aguas debido a “sistemas de disposición inadecuados y controles ambientales ineficaces”.

“Con este resultado lo que se tendría que hacer es directamente limitar la exposición para evitar el riesgo”, agregó Jiménez Oyola, investigadora de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Ecuador) y de la Universidad Politécnica de Madrid (España).

Para José Marrugo Negrete, doctor en ciencias químicas y profesor de la Universidad de Córdoba (Colombia), quien no participó del estudio, el trabajo describe, a partir de “una evaluación muy rigurosa”, un “problema muy serio” tanto para las personas que “aguas abajo” utilizan estos ríos como para la biodiversidad.

“En el caso de que alguien quiera, por ejemplo, regar sus cultivos con agua de estos ríos, estos van a acumular estos metales tóxicos”, indicó Marrugo Negrete a SciDev.Net, en una entrevista por Meet.

“Aquí en Colombia se han perdido muchos recursos ícticos pesqueros. Puede ser por sobrepesca pero también los tóxicos tienen responsabilidades porque comprometen el sistema reproductivo de las especies”, dijo el especialista colombiano.

“Si esto no se para vamos a seguir con un deterioro progresivo de nuestro ecosistemas,  pérdida de biodiversidad y mayores comorbilidades y morbilidades en población humana”, advirtió Marrugo Negrete.

Jiménez Oyola precisó que también han detectado altas concentraciones de metales pesados en el suelo y rastros de estos en alimentos de Ponce Enríquez. Estos nuevos datos serán publicados próximamente como parte de otro estudio.

Para Jiménez Oyola,  quien es ingeniera de minas, las próximas investigaciones deberían apuntar directamente al estudio de las poblaciones. “Es muy probable que haya muchos casos de cáncer ahí y no lo sepamos”, concluyó.

> Enlace al resumen del artículo en Environmental Geochemistry and Health