21/04/16

Esquistosomiasis: sin datos ¿cómo frenar su transmisión?

Proyecto esquistosomiasis Santa Lucía
Lavaderos para combatir transmisión de esquistosomiasis construidos como parte de "Saint Lucia project 1967-1981". Crédito de la imagen: Laura Catalá / OPS

De un vistazo

  • Investigaciones sobre esquistosomiasis en la región datan de años 80 y no se han actualizado
  • De 1,6 millones que requieren tratamiento en Latinoamérica solo lo recibe el 1,8 por ciento
  • Esquistosomiasis es una “enfermedad de la pobreza” endémica de áreas tropicales

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[BUENOS AIRES] El desconocimiento sobre la real incidencia de la esquistosomiasis en América Latina y el Caribe es el principal obstáculo a la hora de orientar las intervenciones de salud pública que se requieren para eliminar en forma definitiva esta enfermedad parasitaria en el continente.
 
La conclusión surge de un estudio que analizó 133 investigaciones publicadas entre 1942 y 2014, relativas a la prevalencia de esquistosomiasis en 9 países y territorios de la región.
 
“La esquistosomiasis es una enfermedad vigente en Latinoamérica, que tiene numerosos focos endémicos y que afecta a niños en edad escolar. No obstante, no existe interés de los Estados por conocer su estatus epidemiológico ya que no hay investigaciones recientes. Los trabajos publicados datan en algunas áreas de las décadas de los 70-80 y no han sido actualizados”, dice a SciDev.Net Verónica Flores, del Laboratorio de Parasitología de la Universidad Nacional del Comahue, en Argentina.

“La esquistosomiasis es una enfermedad vigente en Latinoamérica, que tiene numerosos focos endémicos y que afecta a niños en edad escolar”.

Verónica Flores – Universidad Nacional del Comahue, Argentina

Considerada endémica entre poblaciones rurales de áreas tropicales sin disponibilidad de agua potable ni saneamiento adecuado y con escaso acceso a servicios de salud, la infección se produce cuando las personas tienen contacto con agua contaminada con parásitos del género Schistosoma. Los niños de entre 10 y 12 años son los más vulnerables, pudiendo sufrir anemia, retraso en el crecimiento y en su desarrollo cognitivo.
 
La Organización Mundial de la Salud la considera una de las quince enfermedades tropicales desatendidas, también llamadas “enfermedades de la pobreza”.
 
“Conocer el estado epidemiológico actual de la transmisión de la esquistosomiasis permitiría a los países de la región identificar qué estrategias son las más costo/efectivas para su situación actual; por ejemplo, si es más eficiente tratar a toda la comunidad, o sólo casos individuales”, señala a SciDev.Net Laura Catatá Pascual, especialista en enfermedades infecciosas desatendidas de la Organización Panamericana de la Salud y autora del trabajo publicado en Neglected Tropical Diseases (23 de marzo).
 
Se calcula que 1,6 millones de personas requieren tratamiento en las Américas, pero solo lo recibe el 1,8 por ciento, básicamente en Brasil y Venezuela. Los países históricamente endémicos son Suriname, Santa Lucia, República Dominicana, Antigua y Barbuda, Montserrat, Puerto Rico, Martinica, y Guadalupe. 
 
Cuando la transmisión es alta se utiliza la droga praziquantel, tanto para prevenir como para tratar la enfermedad. Se administra una dosis (40 mg/kg) cuyo costo por  tableta de 600 mg es aproximadamente US$ 0,12 centavos, según International Drug Price Indicator Guide (2014).

“Es imprescindible que gobiernos y ciudadanos tomen conciencia de la importancia de prevenir, tratar, controlar y eliminar enfermedades desatendidas que tienen un alto impacto social y económico y que perpetúan el ciclo de pobreza y las desigualdades sociales”, afirma Laura Catalá.
 
“La medicación puede impedir el desarrollo del ciclo de vida del parásito, pero es necesario mejorar el acceso al agua potable y el saneamiento”, apunta Flores.

Enlace al artículo completo en Plos Neglected Tropical Diseases (en inglés)