20/12/21

Dengue avanza en Brasil en áreas que estaban “protegidas”

Picada do mosquito Aedes aegypti
Cada vez más, las regiones brasileñas tienen condiciones adecuadas para la transmisión del virus del dengue, como temperaturas ideales para la reproducción del mosquito vector Aedes aegypti. Crédito de la imagen: Rodrigo Méxas y Raquel Portugal – Fiocruz Imagens / Fundación Oswaldo Cruz

De un vistazo

  • El área de transmisión del dengue en Brasil se modificó en la última década
  • El control de vectores también debe centrarse en áreas con riesgo de futuros brotes
  • Otros países de América Latina, como Argentina y Perú, también transitan situación similar.

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Ciertas áreas de Brasil que antes estaban protegidas por barreras geográficas para la transmisión del dengue —como lugares remotos en la Amazonía Occidental, puntos de gran altitud en el Sureste y regiones del Sur—, hoy tienen mayor riesgo.

Así sugiere una investigación publicada en la revista Plos Neglected Tropical Diseases que estudió la propagación de los brotes de dengue en Brasil para comprender qué está acelerando la propagación de la enfermedad.

El hallazgo del estudio refuerza la importancia del monitoreo para que los gestores públicos diseñen estrategias de prevención, conociendo las zonas donde el dengue ya se detectó y están en riesgo de futuros brotes.

Según la investigación, el cambio climático, la movilidad global y el aumento de la urbanización son factores que contribuyeron a que las tasas de incidencia global de la enfermedad se duplicasen cada década desde hace 30 años.

El análisis recopiló datos desde enero de 2001 hasta diciembre de 2020, usó un modelo estadístico que calculó diferentes variables, y empleó notificaciones mensuales de casos de dengue para los 5.570 municipios brasileños.

“En áreas que no han tenido brotes anteriores, la gente no tiene inmunidad al virus. Si esta es la primera vez que el virus está presente en el área, los residentes se encuentran particularmente en riesgo”.

Sophie A. Lee, Centro de Modelado Matemático de Enfermedades Infecciosas, London School of Hygiene & Tropical Medicine

Además, registraron las temperaturas medias mensuales de cada localidad estudiada, el porcentaje de habitantes que vivía en áreas urbanas en cada década y la movilidad de las personas según cada ciudad por tamaño y vinculación con otras localidades.

“En áreas que no han tenido brotes anteriores, la gente no tiene inmunidad al virus. Si esta es la primera vez que el virus está presente en el área, los residentes se encuentran particularmente en riesgo”, señala Sophie A. Lee, primera autora de la investigación y científica del Centro de Modelado Matemático de Enfermedades Infecciosas de la London School of Hygiene & Tropical Medicine.

El estudio alerta porque los cuatro serotipos del virus del dengue son endémicos de Brasil y, al tener un clima tropical y subtropical, existen condiciones favorables para la transmisión del virus a través de su vector más conocido, el mosquito Aedes aegypti, muy presente en regiones urbanas. Para reproducir y transmitir el virus, el insecto necesita temperaturas entre 17,8 y 34,5°C.

También existe otra especie común en ambientes rurales, Aedes albopictus, que, según otra investigación, puede estar involucrada en la introducción del dengue en estas áreas. Esta especie prefiere temperaturas más bajas (entre 16,2 y 31,4°C).

Al observar cuántos meses del año cada municipio tenía una temperatura promedio de entre 16,2 a 34,5°C, evaluaron si la temperatura influía en los cambios en el área de transmisión del dengue.

Los resultados indican que la barrera de transmisión geográfica se ha modificado en la última década. En el sur, en el área de transmisión ingresaron los estados de Paraná y Santa Catarina. En el norte, los estados de Acre y Amazonas tienen más riesgo de brotes y, en general, los límites geográficos de la región prácticamente han desaparecido.

Según la investigación, “los municipios que ya habían experimentado un brote tenían el doble de probabilidades de tener brotes posteriores”. En cuanto a conectividad y movilidad, el estudio identificó que las ciudades “con muchas conexiones de transporte aumentaron las posibilidades de un brote”, pues el mosquito podría ser transportado o un viajero podría estar infectado con el virus.

“Las barreras de transmisión del dengue se están erosionando muy rápidamente. Espero que los resultados puedan informar las políticas públicas, porque el control de vectores debe centrarse en áreas con riesgo de brotes futuros, así como en áreas que ya se sabe que tienen brotes, para tratar de evitar una expansión futura”, advierte Lee.

Para Cláudia Codeço, investigadora de la Fiocruz y coordinadora de InfoDengue, hay que tener en cuenta a los países vecinos de Brasil por la alta conectividad entre países. “Es necesaria una acción coordinada e internacional para proteger a la población. Las acciones individuales de cada país no son suficientes”, explica.

En el estudio de Lee se cita a Argentina porque hay informes de ciudades en zonas templadas que han experimentado brotes constantes como resultado del aumento de las temperaturas y del movimiento de personas. En la Amazonía peruana hay indicios de que las áreas rurales anteriormente protegidas también están experimentando la misma situación que Brasil debido a su conexión con ciudades más grandes.

En InfoDengue, un sistema brasileño de monitoreo de arbovirus implementado en 2015, Codeço ya había notado algunas tendencias de expansión señaladas en la investigación de Lee. “Hemos visto el dengue expandiéndose a nuevos centros urbanos, a regiones sin gran densidad poblacional, ciudades secundarias, que mantienen una gran conexión con los grandes centros”, puntualiza.

Los datos son importantes para la toma de decisiones, pero Codeço señala que los modelos matemáticos son útiles cuando funcionan en conjunto con una buena vigilancia epidemiológica en el país.

> Enlace al artículo en Plos Neglected Tropical Diseases