22/05/13

Deforestación reduce agua para energía hidroeléctrica

La deforestación puede llevar a falta de electricidad en bosques tropicales Crédito de la imagen: Greenpeace / Rodrigo Baleia

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[SANTIAGO] La deforestación puede provocar escasez de electricidad en regiones de bosques tropicales que dependen fuertemente de la energía hidroeléctrica ya que a menos cantidad de árboles hay menos lluvia y, por lo tanto, el caudal de agua que genera electricidad es menor, demuestra un estudio.

Por ejemplo, si la deforestación continúa, uno de los proyectos de represas más grandes del mundo, en Brasil, producirá un tercio de la energía proyectada, de acuerdo a la investigación publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) la semana pasada (13 de mayo).

DE UN VISTAZO

  • La deforestación disminuye las lluvias y la cantidad de agua disponible para la hidroelectricidad
  • En Brasil, el proyecto de represas más grande podría generar un tercio menos de energía debido a la deforestación
  • Las naciones tropicales deberían considerar los efectos de la deforestación en sus planes hidroeléctricos

Investigadores han conjeturado que talar árboles en la vecindad de las represas aumenta el flujo de agua y, por lo tanto, la producción de energía. Esto se debe a que los cultivos y pastizales que sustituyen a los árboles absorben menos agua del suelo y pierden menos humedad por evaporación.

Pero los árboles también liberan vapor de agua hacia la atmósfera, que regresa a la tierra como lluvia y alimenta las plantas hidroeléctricas.

Esta nueva investigación confirma que deforestar una amplia zona reduce las precipitaciones totales y por lo tanto la producción de energía. Este factor debería tomarse en cuenta al momento de planificar desarrollos hidroeléctricos en regiones tropicales, dicen los autores.

La autora principal, Claudia Stickler, y sus colegas examinaron la conexión entre árboles y generación de energía en el complejo hidroeléctrico de Belo Monte, en Brasil, que se está construyendo en el Río Xingu, un tributario del Amazonas.

Cuando éste empiece a funcionar en el 2015 será el tercer proyecto hidroeléctrico más grande del mundo, y se espera suministre el 40 por ciento de los requerimientos eléctricos de Brasil para el 2020.

Los investigadores establecieron que la deforestación en el Amazonas hasta ahora ya ha disminuido las precipitaciones entre seis y siete por ciento de lo que serían si el bosque hubiera permanecido intocado.

“Si la pérdida forestal aumenta al doble para el 2050 —esto es, si el 40 por ciento de la cuenca de los ríos Amazonas o Xingu ha sido deforestada para esa fecha— la pérdida pluviométrica resultante reducirá en un tercio la producción proyectada de energía de Belo Monte”, dice a SciDev.Net. Stickler, investigadora del programa internacional del Amazon Environmental Research Institute en los Estados Unidos.

Añade que tal grado de deforestación es plausible a partir de los planes de infraestructura del gobierno en la región.

Los investigadores usaron modelos computacionales que simulaban la cobertura del suelo, el clima y el sistema fluvial para determinar cómo se alteraría el clima regional y, consecuentemente, el flujo de agua hacia el complejo de Belo Monte bajo determinados supuestos de deforestación. Luego calcularon el impacto en la producción de energía en cada caso.

En consonancia con estudios anteriores, los investigadores hallaron que el flujo de agua y la generación de energía aumentaron al cortar los árboles en la cuenca del río Xingu. Pero establecieron que el aumento del caudal fue ampliamente contrarrestado por la disminución de agua causada por menos precipitaciones en toda la cuenca del Amazonas.

“Si el 40 por ciento del total de la cuenca amazónica es deforestada, incluso la conservación del bosque o la reforestación en la cuenta del río Xingu no será suficiente para compensar la pérdida”, dice Stickler.

El estudio señala que la cantidad de lluvia en el Amazonas, en África Central y en el sudeste asiático depende de la cubierta de bosques, y que la deforestación podría afectar planes de expansión de energía hidroeléctrica en estas regiones.

Pero Wilson Cabral de Souza Junior, economista ambiental del Instituto Tecnológico de Aeronáutica, en Brasil, dice a SciDev.Net que otras regiones deberían usar los resultados del estudio con cuidado, ya que éste se basa en datos específicos de las cuencas del Amazonas y del Xingu.

Enlace al artículo completo en PNAS