27/09/19

Así sean pequeñas, hidroeléctricas son amenaza a Amazonía

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Incluso si son pequeñas, las hidroeléctricas conllevan riesgos para la Amazonía si no se evalúan correctamente sus impactos. Crédito de la imagen: Andrej Krivulčík / Wikimedia. [Licencia CC BY 3.0].

De un vistazo

  • No se evalúan impactos de construcción de mini hidroeléctricas en Amazonía sobre el sistema fluvial
  • Muchas veces amenazan biodiversidad y medios de vida de comunidades indígenas y tradicionales
  • Ese tipo de presas tiene efecto cascada sobre el ambiente que generalmente no se toma en cuenta

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Los proyectos de expansión de energía hidroeléctrica en la Amazonía deberían tener en cuenta los impactos regionales y a gran escala de estas iniciativas y desarrollar evaluaciones ambientales integradas utilizando evidencia científica y herramientas tecnológicas para mitigarlos.
 
Sin embargo, la construcción de minicentrales hidroeléctricas en esa región se basa en políticas e instrumentos de planificación deficientes, que no pueden evaluar los impactos acumulativos de este tipo de proyectos de infraestructura en el sistema fluvial amazónico. Más aún, amenazan la provisión de servicios ecosistémicos, la conservación de la biodiversidad y los medios de vida de las comunidades indígenas y tradicionales.
 
Estas son las principales conclusiones de un equipo de investigadores que analizó los impactos de la construcción de mini represas en la cuenca del Amazonas, el sistema fluvial más grande y complejo de la Tierra.
 
Al analizar los informes de las licencias ambientales otorgadas a proyectos de construcción de mini represas hidroeléctricas en el río Cupari —un afluente del río Tapajós conectado a tierras indígenas, sitios arqueológicos y áreas protegidas de Brasil— los especialistas llegaron a la conclusión de que el país no tiene políticas o instrumentos capaces de evaluar adecuadamente los posibles impactos ambientales y sociales relacionados con la expansión de este tipo de represas en la Amazonía.

Esas carencias dificultan respaldar el proceso de toma de decisiones, que requiere cumplir con políticas que protejan los derechos humanos y ambientales, advierten los investigadores del estudio publicado en Energy Policy.
 
Pese a esta situación, los incentivos y las regulaciones políticas han contribuido a aumentar cinco veces el número de las mini hidroeléctricas en los últimos 20 años en Brasil: actualmente hay 87 en funcionamiento y 256 inventariadas en la cuenca del Amazonas.
 
La cuenca de Tapajós se encuentra en un punto de biodiversidad poco conocido aún. Se le considera una de las áreas más importantes de la Amazonía en cuanto a diversidad y endemismo de especies de peces y aves.
 
El complejo Cupari incluye ocho proyectos hidroeléctricos: cuatro mini represas hidroeléctricas en el brazo este y otras tres en el brazo oeste, más una represa grande en el brazo oeste del río. Se espera que estos complejos inunden un área de 20 kilómetros cuadrados y generen 157.5 megavatios en tres municipios. La construcción aún no tiene fecha de inicio, pues el proyecto se encuentra pendiente de aprobación por parte de las autoridades ambientales.

“No sabemos exactamente cuáles serán los impactos de todas estas iniciativas en la cuenca del Amazonas, y aun así se siguen tomando decisiones importantes. Da miedo”.

María Elena López – Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad Federal de Pará, Brasil.

 
Según los investigadores, aunque durante el proceso de licenciamiento del proyecto se produjeron dos Evaluaciones de Impacto Ambiental (EIA), estos informes dejaron de lado los efectos en cascada relacionados con la construcción de mini hidroeléctricas en esa región.
 
Las EIA son instrumentos preventivos utilizados para garantizar que se analicen los posibles  impactos de un proyecto que puede causar daño ambiental, y que tales impactos sean tomados en cuenta en el proceso de aprobación.
 
“Las EIA no han evaluado los posibles impactos en el Bosque Nacional Tapajós, un área federal protegida de 549.257 hectáreas, ocupadas por comunidades ribereñas tradicionales y que alberga una rica diversidad de peces, mamíferos y aves”, afirma Simone Athayde, bióloga del Centro de Estudios de América Latina de la Universidad de Florida, Estados Unidos, y autora principal del estudio.
 
Además, "si bien los EIA estiman los impactos de las mini represas sobre las poblaciones de peces, no informan de las consecuencias sociales de estos impactos en las reservas de peces de las comunidades indígenas y tradicionales cercanas", añade.

"En ese sentido, el proceso de licenciamiento del complejo de Cupari contradice las políticas nacionales brasileñas, así como los tratados internacionales para la defensa de los derechos humanos”, subraya Athayde.
 
María Elena López, bioquímica del Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad Federal de Pará, destaca que los impactos en Cupari no se limitarán a esta región. "Pueden tener repercusiones a lo largo de los ríos del Amazonas", asegura a SciDev.Net.
 
López indica que algunos estudios demuestran que las represas pueden aumentar la concentración de metales tóxicos como el mercurio y contaminar a los peces, que al migrar varios kilómetros afectan a las poblaciones que los consumen.
 
“No sabemos exactamente cuáles serán los impactos de todas estas iniciativas en la cuenca del Amazonas, y aun así se siguen tomando decisiones importantes. Da miedo”, dice. "Si los tomadores de decisiones quieren que estos estudios se conviertan en herramientas realmente útiles, deben buscar una visión integrada de los efectos acumulativos de estos proyectos de infraestructura en todo el sistema del río Amazonas", concluye López.

El estudio publicado en Energy Policy está financiado por FAPESP, donante de SciDev.Net.

Enlace al estudio en Energy Policy