Por: Aleida Rueda
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Pocas regiones en el mundo tienen tanta actividad volcánica como Centroamérica. El Arco Volcánico Centroamericano, conformado por más de 1,500 kilómetros de volcanes desde Guatemala hasta Panamá, obliga a la región a estar preparada frente a posibles erupciones volcánicas.
Pero hacerlo no es tan sencillo. La región enfrenta la paradoja de, por un lado, conocer los volcanes y tener que diseñar rutas óptimas de evacuación y, por otro lado, comprender que miles de personas viven en las faldas de los volcanes arraigadas a su tierra y sus pertenencias y sin ningún deseo de abandonarlas, aunque su vida corra peligro.
Frente a la paradoja, especialistas centroamericanos y extranjeros dedicados a la geología, la vulcanología y la protección civil, proponen utilizar herramientas de la ciencia y la tecnología, como los sistemas de información geográfica, para tener un conocimiento más profundo de cada volcán y las potenciales amenazas durante una erupción volcánica.
Pero ese conocimiento técnico no puede quedar aislado; es necesario complementarlo y enriquecerlo con el de las comunidades que habitan el territorio.
Les invitamos a ver este video en el que se combinan las perspectivas de dentro y fuera de Centroamérica para entender cuáles son los riesgos potenciales de una erupción volcánica y qué se necesita, desde la academia, los gobiernos y la cooperación regional, para que las comunidades más vulnerables estén suficientemente bien preparadas para evacuar, si es que así lo deciden.