17/01/19

Amazonía amenazada por gobierno brasileño

bosque amazonia by serfor
La selva tropical más grande del mundo podría enfrentar cambios irreversibles si se flexibilizan leyes ambientales. Crédito de la imagen: Serfor.

De un vistazo

  • Flexibilización de leyes ambientales de Brasil infringiría profundo daño a ecosistema amazónico
  • Deforestación de Amazonía brasileña se acerca a punto de inflexión que convertiría bosque en sabana
  • Brasil tiene las tasas más altas de pérdida de bosques entre todos los países amazónicos

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[SÃO PAULO] Al flexibilizar el cumplimiento de las leyes ambientales, el nuevo gobierno de Brasil desencadenaría una dramática pérdida de biodiversidad en la selva amazónica, que intensificaría los periodos de sequía y aumentaría el riesgo de cambios irreversibles en su ecosistema, según un nuevo estudio.
 
La advertencia se basa en una amplia revisión de datos científicos actualizados sobre la selva tropical más grande del mundo e ilustra sobre los riesgos asociados a la agenda hostil al medio ambiente del presidente electo Jair Bolsonaro, de tendencia ultraconservadora.
 
La posición de Bolsonaro sobre la ciencia y el medio ambiente preocupa a la comunidad científica mundial porque tiende a promover el desarrollo a cualquier costo y en ocasiones ha amenazado seguir los ideales del presidente de Estados Unidos Donald Trump.
 
Durante su campaña electoral, Bolsonaro no ocultó su deseo de abrir las tierras indígenas a la minería, agricultura y construcción de represas, aunque las tierras indígenas ocupan el 13 por ciento del territorio brasileño y son áreas forestales protegidas por ley.

Ahora, el estudio publicado en Frontiers in Earth Science presenta un amplio conjunto de datos científicos sobre las posibles consecuencias del menosprecio de Bolsonaro por el medio ambiente.
 
“Los efectos combinados de sequía y deforestación, aunado a los incendios forestales, pueden ampliar los impactos y potencialmente causar el colapso de la selva tropical”, explica a SciDev.Net José Marengo, uno de los autores del estudio.
 
Climatólogo del Centro Nacional de Monitoreo y Alerta Temprana de Desastres Naturales, Marengo afirma que en años recientes diversos estudios comenzaron a llamar la atención sobre los límites de la deforestación, en el sentido de que sobrepasado un cierto umbral la selva tropical podría no ser capaz de mantener su clima y su ecosistema podría colapsar.

El gobierno de Bolsonaro está siendo bastante irresponsable al sacar adelante una agenda hostil al medio ambiente cuando ya tenemos una masa sustancial de evidencia científica que indica que se podría destruir la selva tropical amazónica”.

Luiz Antonio Martinell, Universidad de São Paulo

 Uno de esos estudios, publicado a inicios del año pasado en la revista Science Advances, alertó que ese umbral podría incluso ser tan bajo como 25 por ciento de deforestación, por encima del cual la selva amazónica podría dejar de funcionar.
 
“La deforestación ya ha llegado al 20 por ciento en la región amazónica”, afirma Marengo. “Si se cruza este punto de inflexión, una parte del bosque podría convertirse en sabana, lo que potencialmente tendría impactos de gran escala sobre el clima, la biodiversidad y la gente que vive allí”.

Eventos climáticos extremos, como sequías e inundaciones, cambios en las estaciones lluviosas y secas, y el mayor riesgo de incendios son ejemplos de lo que podría suceder en la región amazónica si se cruza este punto de inflexión, señala.
 
Los científicos consideran que el bosque amazónico está en grave riesgo debido principalmente a la ampliación de la frontera agrícola, lo que ha dado lugar a una deforestación generalizada, una de las principales causas que impulsan el cambio climático en la región.
 
Brasil tiene las tasas más altas de pérdida de bosques entre todos los países amazónicos, debido esencialmente a la ganadería y la producción de soya, según la Red de Información Socioambiental Georreferenciada de la Amazonía. Estas tasas podrían incluso ampliarse si Bolsonaro aplica su agenda antiambiental que, entre otras cosas, permitiría que áreas remotas y vulnerables de la Amazonía pierdan su protección legal y sean utilizadas por agronegocios.
 
Paralelamente, los investigadores han recogido algunas evidencias del alargamiento de la estación seca en la región sur de la Amazonía, lo que podría aumentar el riesgo de incendios y cambiar el régimen de lluvias sobre el Caribe y la región norte de Sudamérica, según un estudio publicado en Climate Dynamics.
 
Esto sería especialmente perjudicial para la selva amazónica porque los impactos de la deforestación son mayores bajo sequía, advierten los científicos. Eso porque los incendios causados para despejar la foresta pueden salirse de control, quemando grandes áreas intactas y bosques previamente talados y en proceso de recuperación.

“Los esfuerzos para preservar la selva amazónica y mantener funcionando su ecosistema requieren gran cantidad de recursos financieros y cooperación internacional”, remarca Marengo.
 
El pasado 12 de diciembre, Bolsonaro anunció que Brasil no podía cumplir algunos requisitos del Acuerdo de París, y que incluso podría retirarse si no eran cambiados, aunque esta semana dio un paso atrás y aceptó mantener al país en el Acuerdo climático.
 
Previamente, a menos de un mes de haber ganado las elecciones presidenciales, declinó ser el anfitrión de la Convención del Cambio Climático de la ONU 2019 “debido a restricciones presupuestales”.
 
Para científicos y ambientalistas, esta decisión fue un golpe a los esfuerzos mundiales de mitigar el calentamiento global debido a que Brasil había sido un protagonista en los esfuerzos de conservación del medio ambiente. Al negarse a acoger la reunión de la ONU, el país dejó sentado un cambio de comportamiento en relación a esos esfuerzos.
 
“El gobierno de Bolsonaro está siendo bastante irresponsable al sacar adelante una agenda hostil al medio ambiente cuando ya tenemos una masa sustancial de evidencia científica que indica que se podría destruir la selva tropical amazónica”, comenta a SciDev.Net Luiz Antonio Martinelli, profesor del Centro de Energía Nuclear para la Agricultura de la Universidad de São Paulo.
 
Subraya que los temas medioambientales se están ignorando en medio de las discusiones económicas, ya que Brasil aún lucha para escapar de su peor recesión, con casi 13 millones de desempleados. “Sin embargo —argumenta— el gobierno debería alinearlas con la conservación de los ecosistemas amenazados”.
 
Martinelli espera que el estudio sensibilice a otros países y organizaciones no gubernamentales para que puedan ejercer presión con el fin de que el gobierno brasileño se enrumbe por un camino más sostenible.
 

El estudio publicado en Frontiers in Earth Science fue apoyado por FAPESP, donante de SciDev.Net.

Enlace al estudio completo en Frontiers in Earth Science