25/07/13

Agujero de ozono, clave en aumento regional de lluvias

Antarctic_ozone_hole_2010_Nasa_Flickr
Crédito de la imagen: NASA Goddard Space Flight | Flickr

De un vistazo

  • La reducción de la capa de ozono está relacionada con cambios en las precipitaciones en Sudamérica
  • En el periodo 1960-1999 se verificó la mayor extensión del agujero de ozono y un alza en las lluvias
  • La recuperación del ozono podría tener impacto en las estrategias económicas y agrícolas de la región

Enviar a un amigo

Los detalles proporcionados en esta página no serán usados para enviar correo electrónico no solicitado y no se venderán a terceros. Ver política de privacidad.

[MONTEVIDEO] El incremento de las precipitaciones registradas en los últimos 40 años del siglo XX en el sureste de Sudamérica (SESA) se debería principalmente a la reducción de la capa de ozono, sugiere un estudio publicado en Climate Dynamics.

Los autores analizaron el período 1960-1999, cuando se verificó la mayor extensión del agujero de ozono y una marcada tendencia al aumento de lluvias en el SESA, región que comprende Uruguay, Paraguay, el sur de Brasil y el norte de Argentina.

Así observaron que el agujero de ozono generó modificaciones en la atmósfera, incluyendo cambios en los vientos y en sus zonas de influencia.

Por ejemplo, la migración de los vientos del oeste llevó a que tormentas que estaban restringidas a latitudes más bajas (cercanas a los trópicos) se formasen en la región de la cuenca del Plata, explicando los cambios en la lluvia acumulada.

Dado que ese incremento de las lluvias favoreció la producción agrícola en la región —expandiendo las fronteras agrícolas—, los investigadores pronostican que la recuperación del ozono proyectada para las próximas décadas influirá en los patrones de lluvias y, por ende, en la producción de alimentos en la región.

“Todavía es incierto si la proyectada recuperación del ozono llevará a una disminución o estancamiento de las lluvias en la región”, dice Paula González, autora principal del estudio e investigadora asociada del Instituto internacional de Investigaciones del Clima y la Sociedad, de la Universidad de Columbia, EE.UU.

“Prever ese escenario podría tener un impacto significativo en las estrategias económicas y agrícolas de la región”, destaca el estudio.

“Todavía es incierto si la proyectada recuperación del ozono llevará a una disminución o estancamiento de las lluvias en la región”.

Paula González

Aunque actualmente el equipo está investigando si puede proveer proyecciones concretas y rigurosas sobre la evolución de las lluvias en la región, González estima que la zona central del SESA —normalmente dominada por la variabilidad de año a año— “ya está adaptada a los cambios, por lo que probablemente [las prácticas agrícolas] no cambiarían mucho operativamente”.

En cambio, “las regiones más marginales —más susceptibles a los años secos— podrían ser las más afectadas por retrocesos en las precipitaciones, y eventualmente necesitarían cambiar sus prácticas”, señala.

El estudio también detectó que el efecto del agotamiento del ozono sobre las lluvias fue aún más significativo que el de los gases de efecto invernadero en el mismo período.

Para Mario Bidegain, director de Climatología de la Dirección Nacional de Meteorología, el estudio colabora en dilucidar el fenómeno del aumento de la precipitación en el SESA, del que no existe mucha información.

“Si se confirma esta hipótesis, es extremadamente relevante para la producción ganadera, agrícola e hidroeléctrica de la región”. Destaca, por ejemplo, que solo en Uruguay las sequías ocurridas en los últimos 10 años representaron pérdidas de millones de dólares por la baja en la generación hidroeléctrica.

Enlace al artículo completo en Climate Dynamics