01/06/15

Detectan altos porcentajes de automedicación en Guatemala

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Crédito de la imagen: Denisse Flores

De un vistazo

  • Automedicación con antibióticos es una práctica común en países de ingresos bajos y medios
  • Pero no existe perfil único que relacione automedicación con mayor o menor nivel educativo o económico
  • Frenar esta práctica requiere cambios en promoción, venta y uso de antibióticos señalan investigadores.

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La ausencia de profesionales de la salud en las farmacias y la falta de regulación han conducido a un uso irracional de antibióticos derivado de la práctica de automedicación que, según un reciente estudio, sobrepasaría el 70% en algunas zonas de Guatemala.    
 
El estudio —publicado en BMC Pharmacology and Toxicology (27 de abril)— tomó en cuenta las respuestas de 418 personas que acudieron a dos farmacias: una ubicada en la ciudad de San Cristóbal, con habitantes de alto ingreso monetario y estudios de secundaria; la otra, ubicada en el Centro Histórico, rodeada de personas con bajos ingresos y educación secundaria incompleta.
 
Según los autores, algunas investigaciones previas registraron una asociación positiva entre automedicación, bajo nivel escolar y escasos ingresos económicos, mientras otras relacionan un alto nivel educativo con mayores posibilidades de automedicarse. 

“Es necesario seguir el tema (de la automedicación) e ir conociendo mejor nuestro contexto para detener el abuso de antibióticos”.

Brooke M. Ramay, investigadora

Pero los resultados del estudio en Guatemala arrojaron porcentajes de automedicación con antibióticos similarmente altos en ambas farmacias: 79% en la ubicada en los suburbios, y 77% en la zona centro, a pesar de las diferencias en ingreso y educación. El antibiótico más solicitado fue amoxicilina.
 
"Con este dato, es importante entender que el contexto sociocultural es diferente en cada región de Guatemala, Latinoamérica y el mundo”, dice a SciDev.Net Brooke  M. Ramay, coautora del estudio.
 
“La automedicación en este estudio representa una pequeña parte de lo que está pasando en el resto de Guatemala y el mundo. Es necesario seguir el tema e ir conociendo mejor nuestro contexto para detener el abuso de antibióticos", advierte.
 
"Los pacientes que practican la automedicación en los países de ingresos bajos y medios no son conscientes de los problemas potenciales que pueden surgir, incluyendo efectos secundarios, resistencia antimicrobiana o empeoramiento de los síntomas", detalla el artículo.
 
Subraya, además, que múltiples factores facilitan la alta prevalencia de la automedicación: escaso acceso a los proveedores de servicios de salud, baja calidad de esos servicios, alto costo de los medicamentos, ausencia de regulación en cuanto a promoción y venta de medicamentos, fácil acceso a farmacias sin prescripción y publicidad de las cadenas farmacéuticas.
 
Para frenar el problema, los investigadores proponen iniciativas que expliquen al paciente cómo, por qué y cuándo es necesario recurrir a un antibiótico, además de promover la presencia de un profesional de la salud calificado en las farmacias. 
 
Helgi Jung Cook, responsable del laboratorio de Neuropsicofarmacología del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía en México, señala que las resistencias bacterianas son uno de los principales problemas que acarrea el abuso en la ingesta de antibióticos.

“Para combatir la cultura de la automedicación podrían utilizarse campañas de información, explicando al paciente qué tipo de daño le puede producir y qué puede sucederle si no sigue las dosis señaladas", sugiere. 

Enlace al artículo completo en BMC Pharmacology and Toxicology.