04/04/13

Plan para el Caribe lucha por involucrar a la diáspora

La iniciativa buscaba impulsar la innovación en el Caribe Crédito de la imagen: Flickr/roger4336

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Una iniciativa diseñada para impulsar la innovación en el Caribe, vinculando a emprendedores locales y a emigrantes con experiencia empresarial, ha adjudicado US$100.000 para financiar cuatro proyectos, aunque es probable que no continúe pasado su primer año.

Durante una ceremonia llevada a cabo en Jamaica a principios de este año (26 de febrero), proyectos de Barbados, Guyana, Haití y Jamaica recibieron los fondos que utilizarán como ayuda para desarrollar sus propuestas empresariales en sectores económicos como agricultura, tecnología, ingeniería y transporte.

DE UN VISTAZO

  • Cuatro proyectos han recibido US$100.000 cada uno para desarrollar planes de negocios
  • Pero la falta de datos sobre la diáspora ha dificultado la iniciativa
  • Dichos esfuerzos podrían impulsar la innovación, aunque se necesitan datos para acceder a la diáspora más experta

Los cuatro ganadores fueron escogidos de entre 12 finalistas, cada uno de los cuales recibió US$10.000.

Pero debido a que los organizadores tuvieron dificultades para hacer contacto con la diáspora, señalan que probablemente la competencia no se repita, al menos hasta que haya una base de datos que permita tener acceso al sector de la diáspora con experiencia empresarial.

La iniciativa Mercado Caribeño de Ideas fue lanzada en marzo de 2012 con el propósito de generar asociaciones en torno a proyectos innovadores con el potencial de crear empleo y oportunidades económicas en el Caribe.
La competencia fue introducida por IdEA (International Diaspora Engagement Alliance) y organizada y financiada por Compite Caribe, un programa de cinco años y US$40 millones que busca mejorar la competitividad y el crecimiento económico en la región.

Sylvia Dohnert, directora ejecutiva de Compite Caribe, dice a SciDev.Net que el trabajo con la diáspora aporta innovación a sus países de origen.

“Nos gustaba la idea de que emprendedores del Caribe tuvieran acceso a tecnología novedosa y a nuevos mercados a través de su asociación con los emigrantes que viven en el extranjero”, señala. “Estamos muy complacidos con los resultados de la competencia”.

En total, se recibieron 166 propuestas de proyectos, la mayoría de ellos de iniciativas en etapa inicial. Las 12 finalistas incluyeron proyectos sobre nuevas ideas y tecnologías para la agricultura, reciclaje de desperdicios y banca móvil.

Pero Dohnert señala que fue difícil acceder a la diáspora caribeña debido a la falta de información sobre este grupo y porque el costo del mercadeo para atraer socios potenciales fue muy alto.

De acuerdo con Dohnert, países como Antigua y Barbuda, la República Dominicana, Guyana, Haití, Jamaica y Surinam están trabajando para mejorar las bases de datos de sus respectivas diásporas, lo que, en teoría, permitiría que la competencia se repitiera.

Aunque agrega que es probable que Compite Caribe no se centre nuevamente en crear únicamente empresas conjuntas entre lugareños y emigrantes emprendedores, aunque los miembros de la diáspora son bienvenidos a participar en las competencias regulares del programa.

Melissa Siegel, quien está a cargo del Programa de Estudios sobre Migración de la Escuela de Posgrado sobre Gobernanza de Maastricht, en los Países Bajos, dice que las colaboraciones entre los países en vías de desarrollo y sus diásporas pueden traer beneficios como la transferencia de conocimiento e iniciativas empresariales transnacionales, si se tiene como objetivo a la población emigrante adecuada.

“Sabemos que una gran proporción de la población que ha salido del Caribe está bien cualificada, pero no todos son emprendedores”, señala Siegel.

Para Siegel, los programas que buscan crear alianzas tienen que tener como objetivo el segmento más emprendedor de la población emigrante, y deben acercarse, por ejemplo, a dueños de negocios para preguntarles si estarían dispuestos a involucrarse en iniciativas similares en sus países de origen.