23/11/12

Idea venezolana de ciencia artesanal enfrenta obstáculos

LavaAmp compite por financiamiento con instituciones de investigación más ortodoxas Crédito de la imagen: Flickr/PhOtOnQuAnTiQuE

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El proyecto de diseño venezolano LavaAmp —utilizado ampliamente desde 2010 como ejemplo de la corriente emergente de “ciencia de garaje” o Do-It-Yourself (DIY) Science en inglés— está actualmente luchando para despegar.

La iniciativa prometía construir un dispositivo portátil de bajo costo, capaz de analizar sangre para ayudar al diagnóstico de enfermedades infecciosas en comunidades de bajos recursos. Fue anunciada como una tecnología particularmente importante para países en desarrollo, donde las pruebas para detectar enfermedades pueden tomar varios días y tienen costos prohibitivos para los habitantes de localidades pequeñas.

Pero de acuerdo con Guido Núñez-Mujica, uno de los líderes del proyecto, el futuro de LavaAmp está ahora amenazado por la falta de inversión. Luego de construir el primer prototipo por poco más de US$20.000, y adicionalmente invertir alrededor de US$30.000 —obtenidos a través del programa gubernamental chileno StartUp Chile—, el equipo ahora necesita al menos US$150.000 para concretar el prototipo final.

LavaAmp es un resistente y económico amplificador de ADN (también conocido como dispositivo PCR), utilizado para detectar enfermedades infecciosas a través de análisis de ADN.

No se limita a estudiar un solo tipo de enfermedad, sino que funciona como una plataforma para el análisis de múltiples padecimientos.

Su bajo costo y accesibilidad podrían ser una esperanza para comunidades de bajos ingresos, que de otra manera no podrían contar con herramientas de diagnóstico, facilitándoles la identificación de la patología y, por tanto, también del tratamiento. La meta es que el dispositivo pueda ser utilizado para tratar nuevas pandemias y enfermedades olvidadas.

“El dinero que necesitamos recaudar se utilizaría para pagar equipos de laboratorio, materiales y salarios para el equipo, de modo que todos puedan dedicarse a tiempo completo a desarrollar el proyecto”, dijo a Núñez-Mujica a SciDev.Net.

De asegurar el financiamiento, el equipo necesitaría otros nueve meses para completar el prototipo final, explicó el investigador. Luego habría una fase de prueba en campo, para identificar si las personas con habilidades tecnológicas limitadas pueden utilizar el dispositivo sin la ayuda de terceros.

Pero “reunir los fondos puede ser muy complicado”, dice Núñez-Mujica. El equipo se ha acercado a grandes compañías e inversionistas, pero señala que la competencia con otros proyectos ha sido feroz, y expresó su preocupación de que proyectos como el suyo no sean una prioridad para los inversionistas.

Aunque el dinero es uno de los mayores obstáculos para el equipo, la inversión necesaria es poca en comparación con los montos que se dedican a proyectos similares en organizaciones más ortodoxas, tales como universidades e institutos de investigación, apunta.

Rob Carlson, físico a cargo de la compañía que diseñó el hardware para el primer prototipo de LavaAmp, señala que LavaAmp es un ejemplo de ciencia de garaje, concebida como “un emprendimiento tratando de llegar al mercado”.

Pero añade que problemas técnicos podrían demorar la realización de las pruebas de campo.

“Hacer que el proyecto funcione requiere resolver problemas en manipulación de muestras y microfluidos”, explica. Y para resolverlos, el equipo necesitará más dinero.

Vea un video de Wired.co.uk sobre LavaAmp:

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