08/08/16

Desarrollan bioimpresora 3D en Argentina

bioimpresora 2 by life si
Crédito de la imagen: Cortesía de Life Si

De un vistazo

  • En vez de filamentos plásticos, usados por otras impresoras 3D, usa geles o materiales viscosos
  • Puede generar tejidos humanos para usarse en quemaduras y en el futuro podría fabricar órganos
  • Equipo cuesta aproximadamente US$7500 y creadores esperan interesar a científicos de la región

Enviar a un amigo

Los detalles proporcionados en esta página no serán usados para enviar correo electrónico no solicitado y no se venderán a terceros. Ver política de privacidad.

[BUENOS AIRES] Dos jóvenes emprendedores argentinos desarrollaron una impresora 3D capaz de generar tejidos humanos, que usa materiales en forma de geles para generar estructuras biológicas o biocompatibles en tres dimensiones a través de un software especialmente diseñado.
 
Aunque se utiliza sólo en investigación –al igual que mecanismos similares en otros lugares del mundo–, la idea es que los tejidos humanos que genere puedan usarse, por ejemplo, para cicatrizar más rápido quemaduras, entre otros usos posibles, como fabricación de órganos en el futuro.

“Además del precio, nuestro diferencial es que podemos adaptarnos al usuario, en software y hardware, para facilitar la resolución de problemas. Los equipos de afuera vienen como un paquete cerrado”.

Gastón Galanternik, Life Si – Universidad de San Martín

Las impresoras 3D convencionales utilizan filamentos de plásticos. Nosotros utilizamos geles o materiales viscosos que pueden "endurecerse" o gelificarse al combinarlos con otros materiales, con cambios de temperatura o irradiación con luz ultravioleta, explica a SciDev.Net Adén Díaz Nocera, de 24 años, uno de los investigadores del proyecto.

“Estos geles son de origen biológico primordialmente, como colágeno,  ácido hialurónico o quitosano. Algunos se obtienen comercialmente y otros requieren de protocolos de extracción específicos”, agrega.

“Es una herramienta con gran potencial para avanzar en distintas áreas, como regeneración de tejidos, creación de estructuras para cultivo celular 3D (y crear modelos de piel para probar fármacos tópicos), implantes a medida y fabricación de medicamentos”, precisa Gastón Galanternik, de 31 años, investigador  y socio de Life Si, empresa incubada en la Universidad de San Martín (Usam) para comercializar el producto.

El primer prototipo de la bioimpresora lo desarrolló Díaz Nocera en Córdoba y otro recaló en el Laboratorio de Biomateriales, Biomecánica y Bioinstrumentación (Lab3Bio) de la Escuela de Ciencia y Tecnología de la universidad.
 
La intención es diversificar las aplicaciones de la impresora; desde el trabajo en tejidos que se hace en la Usam, con fármacos en la propia Universidad de Córdoba, o incluso directamente con células, para lo que se requiere de adecuada infraestructura.
 
En ingeniería en tejidos ya tenemos un laboratorio trabajando, en farmacología empieza en septiembre y estamos en tratativas para comenzar en octubre  con las células. Buscamos más laboratorios que se animen a involucrarse con esta tecnología, afirma Díaz Nocera.

Los creadores de Life Si buscan que científicos argentinos y latinoamericanos conozcan que pueden acudir a ellos a precios competitivos respecto de otros iguales de Europa y Estados Unidos: aproximadamente U$7500 por equipo.

“Además del precio, nuestro diferencial es que podemos adaptarnos al usuario, en software y hardware, para facilitar la resolución de problemas. Los equipos de afuera vienen como un paquete cerrado”, añade Galanternik.

“La bioimpresora es una herramienta muy interesante y está en etapa de experimentación. Todavía hay un largo camino hasta que pueda ser usada en seres humanos para regenerar más rápido tejidos quemados”, indicó Alberto Bolgiani, jefe del Centro de Excelencia para Atención de Quemaduras del Hospital Alemán de Buenos Aires.
 
“Es algo que requiere mucho tiempo del desarrollo hasta que llegue al quirófano”, concluyó.

Presentación de 3-Donor en UNSAM