01/05/13

Países en desarrollo deberían evitar la ‘ciencia lenta’

Publicar más artículo de alta calidad es clave para avanzar en la ciencia en el mundo en desarrollo Crédito de la imagen: Flickr/openDemocracy

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Científicos en países en desarrollo deberían aumentar la calidad de investigaciones publicando más buenos artículos, no menos, dice Rafael Loyola.

Los científicos del mundo en desarrollo están bajo una creciente presión por publicar más cada año. Algunos podrían argumentar que estas métricas cuantitativas están promoviendo una distorsión científica, en que la cantidad prima sobre la calidad, es decir, publicar artículos en revistas de altos factores de impacto.

DE UN VISTAZO

  • El movimiento ‘ciencia lenta’ aboga por la calidad y no la cantidad
  • Pero el enfoque de Brasil sobre la alta productividad ha mejorado su ciencia y llevado a una mayor financiación
  • La redacción regular de artículos conduce a mejores trabajos de investigación

En algunos países en desarrollo, la capacidad de los investigadores o instituciones de obtener financiación está estrechamente relacionada con su productividad, medida como el número de artículos científicos que publican.

Desde que Brasil comenzó a aplicar esta medida en la década de 2000 para evaluar el desempeño de los investigadores, su ciencia ha mejorado, con un mayor número de trabajos publicados en revistas de alto impacto y el establecimiento de nuevas redes de investigación.

El movimiento mundial ‘Ciencia Lenta’ busca alejarse de un énfasis sobre la productividad.

Afirma que la presión para publicar deja a los científicos con tiempo insuficiente para pensar acerca de los temas importantes que requieren una discusión y reflexión a fondo, tales como la reducción de la pobreza y el desarrollo de una vacuna contra el cáncer.

Pero mientras que este movimiento puede ser atractivo para algunos, se debería aplicar con precaución en los países donde las capacidades de investigación aún están en desarrollo.

Yo creo que la ciencia lenta no funciona para los países en desarrollo.

Difusión lenta

El movimiento ciencia lenta se originó en Alemania y sus ideas son ahora transmitida por la Academia de Ciencias Lentas. Ha sido muy popular en países desarrollados, como Estados Unidos, que tiene una fuerte capacidad de investigación. El manifiesto del movimiento argumenta que centrarse en la productividad limita la creatividad de los investigadores, impidiéndoles dedicar “tiempo para pensar … tiempo para leer, y tiempo para fallar”.

La necesidad de publicar más artículos, dicen los investigadores, en última instancia conduce a artículos más cortos con discusiones superficiales, un número creciente de críticas cuantitativas en vez de descriptivas y la sustitución de artículos basados en trabajos de campo por artículos sobre modelos. [1]

Sin embargo, el aumento de la producción de publicaciones en Brasil ha traído un enorme crecimiento de la ciencia.

Por ejemplo, la inversión en educación científica ha aumentado, fomentada por el establecimiento de nuevos programas de formación de posgrado y la implementación de políticas para incentivar la cooperación nacional e internacional.

Reducir la producción de publicaciones en esta etapa crucial del crecimiento podría ser perjudicial.

He argumentado anteriormente, junto a colegas de la Universidad Federal de Goiás, Brasil, que centrarse en la productividad es un paso difícil pero necesario hacia el establecimiento de un sistema más maduro en el que la calidad de los artículos científicos eventualmente reemplazará la cantidad como foco de estrategias de investigación. [2]

La situación es similar en otros países de América Latina, como Argentina, Colombia y México. En estos países, la presión de los organismos de financiación y las instituciones para publicar más artículos ha aumentado su clasificación científica en toda América Latina. En China, el crecimiento económico y la presión por publicar ha incrementado drásticamente la calidad de la ciencia y la tecnología. [3]

La práctica es fundamental

Investigadores altamente productivos publican tanto en revistas de alto perfil como de mediano impacto, mientras que los menos productivos publican principalmente en revistas de bajo impacto. Este es un claro argumento en contra de enlentecer la producción científica, basado en el factor de impacto como una métrica internacional bien establecida —aunque discutible— de la calidad científica de la revista.

Este patrón surge por varias razones. En primer lugar, conseguir que los trabajos se publiquen es cuestión de práctica. En cualquier cosa que hagamos, mejoramos cuanto más la hacemos.

En segundo lugar, conseguir publicar en una revista de alto nivel aumenta su reputación. Por ejemplo, se le puede pedir que actúe como editor asociado de una revista importante en su campo. Tales invitaciones en gran medida surgen a través de redes de trabajo.

Basado en mis experiencias y en las de mis colegas, los científicos altamente productivos suelen ser hábiles en el trabajo en red. También son buenos para iniciar investigación colaborativa internacional, cuyos resultados son generalmente sólidos y bien vistos, y por lo tanto más propensos a ser publicados en revistas de alto perfil.

Por último, la investigación colaborativa internacional de alta calidad ayuda a los científicos a recaudar fondos, y esto acabará por atraer a más estudiantes, postdoctorados y jóvenes científicos para trabajar con ellos, generando artículos de mayor calidad.

Compensación de tiempo

Este panorama está, por supuesto, simplificado, y hay excepciones. También reconozco que hay una compensación en el aumento de la productividad: cuanto más se necesita publicar, hay menos tiempo disponible para experimentos de laboratorio o expediciones.

Sin embargo, también creo que la publicación de más artículos es una consecuencia natural de un entorno de investigación saludable y colaborativo y se puede lograr dentro de un grupo de investigación grande, incluso en los que tienen a ocupados científicos de alto nivel.

Por lo tanto, los países en desarrollo deberían tener cuidado con el movimiento de la ciencia lenta. El énfasis de las instituciones donantes y de investigación sobre la productividad puede ser global, pero la historia del desarrollo científico varía considerablemente entre los países desarrollados y en desarrollo.

Se necesita tiempo para que las naciones lleguen a un estado de producción científica constante desde uno en el que la producción aún está en desarrollo. Para los países desarrollados, centrarse en la productividad puede limitar la creatividad. Sin embargo, para los países en desarrollo, tener ese enfoque, por ahora puede ayudar a mejorar la ciencia nacional.

En Brasil, la implementación de métricas e indicadores de la ciencia y el desarrollo tecnológico ha ayudado al país a definir mejor sus objetivos y ha alentado a las comunidades científicas locales a tomar un riesgo y trabajar por la publicación en revistas de alto perfil.

Si la historia del desarrollo científico se compara con un tren que sube y baja una colina, es razonable disminuir su velocidad cuando está descendiendo para prevenir un descarrilamiento. Pero frenar cuando se está subiendo lo hará volver a su punto de partida, haciendo que llegue tarde a su destino.

Rafael Loyola es jefe del Laboratorio de Biogeografía de la Conservación y profesor asociado de ecología y evolución en la Universidad Federal de Goiás, Brasil. Puede ser contactado a través de [email protected].

 

References

[1] Trends in Ecology & Evolution doi: 10.1016/j.tree.2012.05.010 (2012)

[2] Trends in Ecology & Evolution doi: 10.1016/j.tree.2012.07.016 (2012)

[3] Scientometrics doi: 10.1007/s111920–120–703-z (2012)

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