31/10/13

Colombia: asignación de regalías para CyT reaviva debate

Investigador laboratorio CIAT
Crédito de la imagen: Lisbeth Fog

De un vistazo

  • Científicos critican la existencia de un fondo de asignación de proyectos de ciencia, tecnología e innovación paralelo a Colciencias
  • El sistema se creó para asignar recursos de la ley de regalías mineras para CTI
  • Temen que se tomen decisiones sin criterios de impacto y largo plazo

Enviar a un amigo

Los detalles proporcionados en esta página no serán usados para enviar correo electrónico no solicitado y no se venderán a terceros. Ver política de privacidad.

[BOGOTÁ] La existencia de un fondo de asignación de proyectos de ciencia, tecnología e innovación (CTI) paralelo al de Colciencias —entidad colombiana que rige el área—  tiene a la comunidad científica del país sumergida en un debate sobre la pertinencia del modelo de asignación de estos recursos.
 
Por ley, desde 2012 el diez por ciento de las regalías mineras se destina principalmente a proyectos de innovación. Pero la ley no entregó la administración de los fondos a Colciencias, sino a una entidad manejada directamente por el gobierno central, con criterios diferentes a los tradicionales para el sector.
 
Por esa razón, el proceso de selección de proyectos y la tardanza en asignar los fondos ha sido criticado por miembros de la comunidad científica a través de la prensa y en encuentros organizados por las universidades.
 
En el foro ‘Regalías, ciencia, tecnología y desarrollo’, realizado por la Universidad Nacional (17 de octubre), el exrector de esa institución, Moisés Wasserman, dijo que la creación de un sistema de aprobación, administración y gestión de proyectos paralelo al Sistema Nacional de CTI ha afectado gravemente la institucionalidad de este último. “Colciencias pasó a ser una secretaría técnica”, señaló, cuando por ley era la entidad rectora del sector.

“En el último año Colombia ha perdido competitividad en materia de innovación”.

Marta Lucía Ramírez

Agregó que dicho sistema no surgió de estudios sobre ciencia, sino de una negociación política en el Congreso, lo que generó por ejemplo que “la repartición de los recursos fue departamental y con base en las necesidades básicas insatisfechas (NBI)”.
 
“No conozco ningún país que haya construido un plan de CyT basado en NBI”, dijo. Y la prueba está en que ninguno de los 173 proyectos financiados [para los años 2012 y 2013] resuelve este problema.
 
Esos proyectos aprobados recibirán $1,3 billones (US$730 millones); pero aún queda disponible US$675 millones, lo que deberá quedar asignado antes que termine el año.
 
La exsenadora Marta Lucía Ramírez, cogestora de la Ley 1286 de ciencia (2009), puso en duda la voluntad política del actual gobierno frente a la CTI. “El 94 por ciento de los proyectos [adjudicados] está aún sin contratar”, dijo.
 
Wasserman y Ramírez criticaron la participación de los gobiernos locales en la selección de proyectos. “En un año electoral no da garantías que tomen sus decisiones con criterios de impacto” y de largo plazo, dijo Ramírez, quien agregó que “en el último año Colombia ha perdido competitividad en materia de innovación” y bajó cuatro puntos en los índices internacionales.
 
La directora de Colciencias, Paula Marcela Arias, reconoció a SciDev.Net que la Ley de 2012 requiere ajustes, pero argumentó que las regalías no se han politizado y que si bien acceder a estos recursos es un proceso “enredado y complejo”, ya se han adjudicado más de la mitad de los recursos en proyectos que corresponden a las necesidades del país.
 
En tanto, la Universidad Nacional desarrolla una propuesta para hacerle seguimiento a la ejecución de las regalías para CTI y “difundir sus resultados, dar buenas noticias, pero también advertir sobre alertas tempranas cuando corresponda”, dijo a SciDev.Net Alexander Gómez, vicerrector de investigaciones de la institución.