20/08/07

Aprobación de maíz transgénico genera crisis en Brasil

Maíz transgénico: controversia en Brasil Crédito de la imagen: Luisa Massarani

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La Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad de Brasil (CTNBio), vinculada al Ministerio de Ciencia y Tecnología, aprobó la semana pasada (16 de agosto),  el Plan de Monitoreo post liberación comercial del maíz transgénico y el Plan de Coexistencia entre cultivos transgénicos y no transgénicos.

Ambos eran condicionantes para la liberación comercial de maíz realizada en mayo pasado, cuando la CTNBio aprobó el cultivo comercial del maíz resistente al glufosinato de amonio (Liberty Link), de la empresa Bayer CropScience Ltda.

Los dos planes son válidos para todas las solicitudes de maíz que tramite la CTNBio, y sirven como guía de orientación para las empresas.
El Plan de Coexistencia aprobado establece las distancias de aislamiento entre cultivos comerciales de maíz transgénico y no transgénico, y permite la coexistencia de ambos en el mismo campo.

De acuerdo con las nuevas reglas, la distancia entre los dos tipos de cultivo debe ser igual o superior a cien metros. Alternativamente, se permite una distancia más pequeña, de 20 metros, si existe una sebe de vegetales con un mínimo de 10 filas de plantas de maíz convencional de tamaño y ciclo vegetativo similar al del maíz transgénico.

La Comisión aprobó también el cultivo comercial de otra variedad de maíz transgénico, el Guardian, resistente a insectos Lepidoptera y producido por Monsanto do Brasil Ltda.

“Todas las opiniones ya estaban listas; el tema ya había sido discutido hasta el agotamiento, por eso fue votado. Soy un científico, creo en lo que estoy haciendo”, explicó el presidente de la CTNBio, Walter Colli, según la asesoría de prensa del ministerio.


Sin embargo, la actitud de Colli generó fuertes críticas por parte de siete de los 27 miembros de la CTNBio, que se retiraron de la reunión en protesta por la forma sumaria de votación y por la aprobación de dichos planes.


De acuerdo con ellos, sus solicitudes de que el tema fuera evaluado con más cuidado no fueron consideradas; al contrario, el tema fue conducido de “forma rápida y superficial”.


Según los científicos, las medidas de bioseguridad con respecto al maíz transgénico han sido relegadas a un segundo plano, con la pauta de las plenarias dirigida, predominantemente, hacia las liberaciones comerciales.


Y afirman: “La bioseguridad no se puede confundir con una bandera explícita de ’adoptar los transgénicos’ en el país. No podemos realizar votaciones que no consideren el principio de la precaución y los intereses de la sociedad brasileña”.


Los procesos ahora serán evaluados por el Consejo Nacional de Bioseguridad, compuesto por 11 ministros, que decidirán si efectivamente el maíz transgénico será aprobado para cultivo comercial.