03/06/11

Las tutorías pueden ayudar a las mujeres científicas

Nominar a una aprendiz como conferencista puede ayudar a construir su perfil Crédito de la imagen: Argonne National Laboratory

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Las tutorías impulsan las carreras científicas de las mujeres, beneficiando con ello a la ciencia, dice la psicóloga social Tineke Willemsen.

La tutoría es una de las formas más efectivas de impulsar las carreras de las mujeres: es barata y relativamente fácil de implementar. Y puede funcionar en casi todas las circunstancias pues no implica mucho más que el contacto regular entre dos personas. Todo el mundo tiene algo para ofrecer como tutor y todos pueden beneficiarse de una tutoría.

La tutoría es, simplemente, la relación en la cual un colega experimentado apoya a alguien con menos experiencia, asesorándolo sobre su desarrollo profesional y personal.

¿Qué hay para las mujeres?

Las mujeres encuentran más barreras para desarrollar sus carreras científicas que los hombres. Con frecuencia es más difícil para ellas acceder a una buena educación; en general hay menos modelos a seguir; y las ‘redes de viejos amigos’ que suelen ser muy importantes en los procesos de contratación, son para ellas más difíciles de usar.

El apoyo de los mentores puede ayudar a las mujeres a superar esas barreras. Ahora que la ciencia y la tecnología son tan importantes para el desarrollo, no solamente es injusto sino económicamente imprudente brindar menos oportunidades a las mujeres, pues el desarrollo requiere contar con lo mejor tanto de ellos como de ellas.

Los estudios que comparan a los empleados que tienen tutores versus los que no los tienen, muestran de manera consistente sus efectos positivos.

Hombres y mujeres que tienen tutores ganan mejores salarios y muestran una movilidad ascendente en unos cuantos años. También señalan tener algunas ventajas subjetivas, como un mayor compromiso profesional, más satisfacción en el trabajo y menos estrés familiar y laboral.

Las organizaciones también se benefician: la rotación de los empleados es menor, están más satisfechos y comprometidos; los nuevos empleados se  integran mejor a la organización, y se vive una mejor transferencia de la cultura institucional (reglas y valores escritos y no escritos).

Qué significa ser tutor

La tutoría debe ser confidencial: tutor y aprendiz deben sentirse libres de expresarse y discutir los problemas con total confidencialidad. Nada se debe informar a terceras personas sin el consentimiento explícito de ambas partes.

La tutoría también es voluntaria: tanto el tutor como el aprendiz son libres de terminar la relación sin consecuencias negativas para ninguno de los dos. Por lo tanto, un tutor no puede ser el supervisor del aprendiz ni un jefe de proyecto.

Un tutor ayuda a preparar a alguien para el siguiente paso de su carrera. Un ejemplo es la asesoría, es decir ayudar a la aprendiz a hacer contactos y presentarla a otros colegas de su propia red de profesionales.

El entrenamiento es otro ejemplo de apoyo a las mujeres, al enseñarles ‘los trucos del oficio’ y brindándoles retroalimentación constructiva sobre su trabajo. Un tutor puede ayudar a construir el perfil de su aprendiz proponiéndola, por ejemplo, para integrar comisiones o como disertante en una conferencia.

Un tutor da apoyo psicológico y fortalece su confianza en sí misma al aceptarla y respetarla. El apoyo moral, la retroalimentación positiva o los consejos pueden ayudarle en sus dilemas profesionales o personales.

Y, finalmente, un tutor ejerce una influencia positiva simplemente siendo un modelo a seguir: demuestra con su propio trabajo por qué es importante hacerlo, y qué actitudes y habilidades se necesitan para avanzar en el campo.

Así que ser un tutor no significa proporcionar conocimientos especializados. Tiene que ver más con los procedimientos y el conocimiento social: cómo encontrar el camino dentro de la organización o en una sociedad profesional; a quién debe conocer; a qué grupo debe unirse; dónde solicitar una subvención.

Aprovechar al máximo la tutoría

En la mayoría de culturas, la tutoría es una manera natural como la gente apoya a otros y ocurre de manera espontánea; la tutoría informal a menudo es más efectiva que los programas formales, institucionales.

Pero cuando las organizaciones establecen un programa de tutorías, es fundamental que tanto el tutor como el aprendiz hagan aportes al proceso conjunto y que se les dé algún tipo de capacitación sobre las expectativas.

Una relación de tutoría exitosa necesita comenzar con una discusión clara y abierta para llegar a un acuerdo sobre las metas del aprendiz y sobre las expectativas mutuas acerca de la frecuencia de las reuniones, su forma y contenido, y sobre lo que es y no es confidencial.

Y ambas partes deben querer que la relación funcione. El tutor debe estar dispuesto a hacer todo lo mejor para el aprendiz, y el aprendiz a aprender del tutor.

Las mujeres científicas ¿se benefician más con un tutor o de una tutora? Depende de la situación.

La ventaja de tener una tutora es que, por ejemplo, puede ser más fácil para una mujer ser un modelo a seguir por otra mujer.

Las tutoras entenderán mejor las barreras que encuentran las científicas en sus carreras. Y la relación a menudo es más relajada porque el riesgo de intimidad inapropiada —real o solo sugerida por los chismes— es menor.

Pero también hay ventajas de ser una científica con un tutor masculino. En general, los hombres todavía tienen más poder e influencia en las organizaciones que las mujeres, haciéndolos más efectivos para los avances en las carreras de las aprendices. Y más hombres que mujeres ocupan puestos de alto nivel, por lo que tiende a haber más hombres disponibles como tutores.

Hay otros beneficios también. Mediante las tutorías, los científicos aprenden sobre las barreras que las mujeres enfrentan en sus carreras, especialmente sobre temas de trabajo y familia, así como prejuicios de género. Esto ayuda a que los científicos de alto nivel —a menudo hombres— se den cuenta de las intervenciones específicas que se necesitan para darles a las mujeres una oportunidad en una organización.

De esta manera, la tutoría, una intervención de bajo costo para apoyar las carreras de las mujeres, ofrece beneficios que van más allá de ser simplemente una mujer que está recibiendo una tutoría.

Tineke Willemsen es ex profesora de psicología de trabajo y género en la Universidad de Tilburg, Holanda, y actualmente es presidenta del Comité de Supervisores del Instituto Aletta de Historia de las Mujeres, en Amsterdam.

Este artículo es parte del Informe especial Superar las barreras de género en la ciencia.