16/03/11

La investigación agrícola ‘necesita más mujeres’

Las mujeres que realizan investigación agrícola no alcanzan posiciones superiores, según el informe Crédito de la imagen: Flickr/Global Crop Diversity Trust

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Existe una necesidad urgente de involucrar a más mujeres en la investigación agrícola, particularmente en los niveles de doctorado y posiciones superiores, señala un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés).

La edición 2010-11 de ‘El estado mundial de la agricultura y la alimentación’, que fue presentada la semana pasada (7 de marzo) por la FAO, indica que las investigadoras son esenciales en los esfuerzos que se realizan para aumentar la productividad de las tierras de cultivo administradas por mujeres en los países en desarrollo.

Nienke Beintema, directora de programas de la iniciativa Indicadores de Ciencia y Tecnología Agrícola (ASTI, por sus siglas en inglés), que proporcionó datos estadísticos al informe de la FAO, dijo a SciDev.Net que la presencia de un mayor número de mujeres en cargos de toma de decisiones y de administración serviría para tratar los problemas específicos a los que se enfrentan las mujeres agricultoras, gracias a un entendimiento común.

A diferencia de un hombre, señala el informe, la mujer agricultora típica posee una porción de tierra más pequeña y menos ganado, no tiene acceso a créditos bancarios, no tiene la posibilidad de abrir una cuenta bancaria propia y tiene muchas menos probabilidades de utilizar las variedades más avanzadas de semillas y fertilizantes.

Vicki Wilde, directora del Programa de Género y Diversidad del Grupo Consultivo de Investigación Agrícola Internacional y del programa Mujeres Africanas en Investigación y Desarrollo Agrícola (AWARD, por sus siglas en inglés), señaló: “La mayoría de las investigadoras ya tienen una licenciatura. [Pero] cuando se mira más arriba en el escalafón se encuentran cada vez menos y menos mujeres, lo que significa que muy pocas mujeres ocupan cargos influyentes desde los que puedan ayudar a determinar los temas prioritarios en los que trabajarán las instituciones de investigación”.

Beintema indicó que el apoyo de la familia es clave para alcanzar posiciones más altas en entornos donde todo el mundo espera que las mujeres se dediquen únicamente a criar hijos.

Wilde señaló que, aunque las redes de contacto también ayudan a superar las barreras culturales, las mujeres “carecen de acceso a las redes profesionales en las que los hombres entran con facilidad” y “carecen de modelos a imitar y de mentores”.

Además, cuando las mujeres alcanzan cargos más altos en una profesión dominada por hombres, como lo es la agricultura, se enfrentan a políticas hostiles y a prácticas que las hacen dar marcha atrás, dijo Wilde. “Algunas de ellas se desalientan y desisten”.

La edad límite de 35 años que imponen algunas becas de investigación también es un obstáculo: “Las mujeres africanas no tienen mucha movilidad antes de los 30 o 40 años debido a sus tradiciones familiares y culturales”.

Wilde indicó que es importante mejorar los planes de estudio actuales y “volver a las escuelas” para ayudar a los niños a considerar la investigación y el desarrollo agrícola como una elección inspiradora que sirve para enfrentar problemas como el hambre, la pobreza y el cambio climático.

Y añadió que “la relevancia de los temas de género para el desarrollo de soluciones efectivas y duraderas no ha sido exagerada. Si tan solo los líderes involucrados en agricultura y desarrollo tomaran en serio esta nueva información, se sentirían obligados a reorientar los servicios y recursos para mejorar el apoyo a las mujeres”.

Más información sobre el informe ‘El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2010-11’