30/04/12

Innovación de base debe estar en la agenda

Bombas de agua operadas a pedal ayudan a que agricultores y hogares tengan agua Crédito de la imagen: Flickr/waterdotorg

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Instituciones deben garantizar que tecnologías de pequeña escala, ignoradas por los modelos actuales de innovación, estén en la agenda, dice Tony Marjoram.

La aplicación del conocimiento y de la innovación tecnológica de base es vital para satisfacer las metas de desarrollo. La tecnología de pequeña escala se está usando extensamente y, con el apoyo debido, podría contribuir a proveer las necesidades básicas y mejorar la calidad de vida.

Las innovaciones tecnológicas de base necesitan continuo desarrollo y difusión en áreas como la seguridad del agua, la producción de alimentos, la vivienda y la energía. Por ejemplo, las bombas de agua a pedal y las solares reducen el trabajo de acarrear el líquido y benefician de ese modo a familias y agricultores de pequeña escala.

Pese a ello, la tecnología y la innovación a menudo son ignoradas por los generadores, planificadores y tomadores de decisión de políticas de desarrollo. Ambas necesitan ser promovidas como un componente clave de la agenda de desarrollo.

Distribuir la tecnología ‘apropiada’

La innovación tiene lugar en todos los niveles, desde la tecnología ‘inferior’ hasta la ‘más alta’, y cruza por los grupos que tienen diferentes ingresos y además por los distintos países. Es importante tanto en las comunidades más pequeñas en vías de desarrollo como en las sociedades de consumo más ricas.

La ‘apropiación’ de la tecnología de más pequeña escala, asequible, duradera y sostenible estuvo a la vanguardia de la reflexión sobre el desarrollo en la década de los años sesenta y setenta. Cayó en desgracia en los años ochenta por varias razones, como las afirmaciones exageradas de éxito, el aumento del énfasis en la modernización, la transferencia de tecnologías en los países en desarrollo y los recortes en los fondos de asistencia.

Sin embargo el interés retornó en los años noventa, junto con un énfasis renovado en la reducción de la pobreza reflejado en la Cumbre del Milenio y en los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Ahora que muchas tecnologías de pequeña escala están disponibles alrededor del mundo, el reto principal es cómo ponerlas en las manos de la gente y de las comunidades que no saben e su existencia.

Lograrlo tiene que ver con el conocimiento y la información, transferencia de tecnología, adaptación local y desarrollo tecnológico, todo un conjunto de retos considerables contra una experiencia en la que el énfasis de la innovación en los pasados 20 años en los países desarrollados ha estado puesto sobre las tecnologías de punta.

Ignorando a las bases

La manera en la que el pensamiento actual hace caso omiso de las bases quedó reflejado en las memorias de un taller internacional auspiciado por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y la Unesco en 2009, que puso de relieve la necesidad de mejorar los modelos e indicadores de ciencia, ingeniería e innovación en los países en desarrollo. [1]

Por ejemplo, es sabido que el ‘modelo lineal’ de innovación, en el cual se la considera como un resultado de la investigación y el financiamiento científico, es engañoso, pero aún persiste. Asimismo, el modelo de ‘sistemas innovadores’, que vincula la innovación con la investigación, la industria y el gobierno, es de poco valor en los países en desarrollo de menores ingresos con limitada infraestructura para la investigación y la industria.

Los indicadores de investigación y de personal suman puntos a favor de la ciencia y la ingeniería, pero esas disciplinas cumplen papeles diferentes en la innovación. La ingeniería es especialmente importante, pero desestimada. Y, a menudo se mide la innovación en términos de propiedad intelectual, (PI) es decir patentes y documentos con derechos de autor publicados, lo que principalmente concierne a la tecnología de punta y no necesariamente conduce a la innovación.

Fuera del dominio de la PI existen muchas innovaciones de base y de otro tipo, especialmente en el mundo en desarrollo y debería existir mucha más conciencia sobre ellas. Pero, al mismo tiempo, los derechos de PI pueden ser importantes para los innovadores una vez que tengan ideas que proteger o tecnologías para acceder, y es aquí donde resulta útil la asesoría y la orientación sobre cómo lidiar con temas de PI.

Involucrar a las instituciones

El trabajo de organizaciones como Soluciones Prácticas, Appropedia y la Red Honey Bee proporciona información y modelos que pueden ayudar a las comunidades locales a transferir, adaptar y desarrollar tecnologías. Internet puede ayudar a facilitar el intercambio de información y de experiencias; también ayuda a estimular mucho más el interés y las actividades en el desarrollo e innovación de la tecnología.

Pero los gobiernos, las empresas, las organizaciones no gubernamentales (ONG), las agencias internacionales de desarrollo y la ONU requieren también fomentar y apoyar dichas iniciativas en los planes de desarrollo y en los documentos estratégicos de reducción de la pobreza. Se necesita más financiamiento y mejores políticas para abordar los temas locales relacionados con el conocimiento y la innovación de base.

La tecnología se publicita y se vende sobre la base de conferir estatus: las tecnologías son el principal símbolo de estatus en la mayoría de sociedades. Pero es también importante para las bases, donde las innovaciones requieren ser promovidas por los líderes de opinión y difundidas en los medios.

Las universidades locales y las organizaciones de ciencia e ingeniería también deberían interesarse y apoyar la innovación de base. Las universidades, por ejemplo, deberían recompensar a su personal por realizar investigación aplicada, actividades de desarrollo e innovación en las comunidades locales así como por publicar. Actividades como el Premio de Ingeniería Mondialogo de la UNESCO y Daimler y grupos como Ingenieros sin Fronteras fomentan la innovación para los objetivos de desarrollo mediante el apoyo a la cooperación entre los ingenieros jóvenes de todo el mundo.

También se requieren mejores mecanismos de transferencia de tecnología a las bases. Las ONG de desarrollo local y las instituciones de investigación mantienen débiles vínculos con las comunidades de base que podrían beneficiarse de las tecnologías mejoradas y del contacto con esas organizaciones.

Las incubadoras de empresas tecnológicas y los centros de asesoramiento pueden proporcionar apoyo y formación en negocios (para la gente de tecnología) y en tecnología (para la gente de negocios). Las microfinanzas también son clave: muchos préstamos para pequeñas empresas son para tecnología, y las instituciones financieras con una conciencia más desarrollada acerca de la transferencia, adquisición y operación de tecnología podrían facilitar la innovación a través de este mecanismo.

Una vez que cierta innovación ha llegado al mercado local, el reto es difundirla para que se expanda a un mercado más amplio. Ello requiere que la tecnología siga siendo apropiada para los recursos y condiciones locales, y el innovador original esté preparado para extenderla, ponerla en red o sub contratar.

Para aplicar de mejor manera los conocimientos de base a los problemas de desarrollo necesitamos primero poner la innovación en la agenda de desarrollo. Luego necesitamos entender cómo se lleva a cabo la innovación, cómo medirla mejor, cómo contribuye al desarrollo y cómo se le puede fomentar.

Tony Marjoram fue jefe de ingeniería en la División de Ciencias Básicas e Ingeniería de la UNESCO. Su sede está en Australia y se le puede escribir a: [email protected].

Este artículo es parte del Especial en Apoyo a la innovación de base.

References