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[CIUDAD DE MÉXICO] La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) criticó a México por su pobre desempeño en sus sectores científico y tecnológico (CyT).

El secretario general adjunto de la OCDE, Pier Carlo Padoan, presentó el informe "Reviews of Innovation Policy: Mexico" en Ciudad de México el mes pasado (13 de enero) y dijo que México muy lentamente se ha dado cuenta de la importancia de la inversión en la innovación como conductor del crecimiento y de la competitividad.

El informe, una evaluación de CyT en 2007 y 2008, señala que México ha perdido competitividad en actividades basadas en el conocimiento. Tiene el más bajo nivel de los países miembros de la OCDE en productividad científica, formación de recursos humanos en ciencia, inversión en ciencia y tecnología, educación de la ciencia y solicitudes de patentes.

México necesita aumentar su inversión en investigación e innovación tecnológica, incrementar el número de doctores en ciencia, de 2.000 a 3.600, y el número de científicos, de 15.000 a 20.000, antes de 2010.

Agustín García-López, representante permanente de México ante la OCDE dijo que el país debe hacer todos sus esfuerzos para incrementar su competitividad. La actual inversión en CyT es de 0.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), justo por debajo de la inversión promedio de América Latina, que está en 0.55 por ciento.

Rafael Loyola, del Instituto de Investigación Social de la Universidad Nacional Autónoma de México, coincidió con la OCDE: "México experimenta un retroceso en la inversión en ciencia, tecnología e innovación, lo cual explica por qué el país ha descendido en la clasificación de competitividad del Foro Económico Mundial, al pasar del lugar 38 en 2000 al 60 en 2008".

Loyola dijo que desde el 2000 las políticas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) han privilegiado el desarrollo tecnológico de las empresas privadas sobre el sector público.

"Entre 2000 y 2008, CONACYT gastó 20 mil millones pesos (US$1.3 mil millones de dólares) en el programa de estímulos fiscales para las compañías que invierten en investigación y desarrollo, mientras que la investigación básica recibió solamente US$385 millones de dólares en el mismo periodo.

En la misma semana (el 14 de enero) CONACYT anunció la terminación de su programa de estímulos fiscales, criticada por financiar la investigación y desarrollo de las compañías multinacionales (véase Critican programa de estímulos fiscales de México).

El programa desembolsó US$ 310 millones de dólares durante 2008, el 85 por ciento del cual se fue a las compañías multinacionales.

En su lugar, se anunció la creación de tres nuevos programas para apoyar diversas etapas de la innovación en las empresas –particularmente pequeñas y medianas.

Leonardo Ríos, director adjunto de Desarrollo Tecnológico y Negocios de Innovación del CONACYT, reconoció que la ciencia mexicana está experimentando problemas, pero dijo que la situación está mejorando.

Dijo a SciDev.Net que los nuevos programas apoyarán en gran parte a las compañías que invierten en la investigación en colaboración con el sector público.

Y mientras que una recomendación de la OCDE indica que el país debe definir prioridades en la investigación y la innovación, Ríos dijo que la prioridad única en CONACYT es "la vinculación entre las universidades y las industrias".