26/04/12

Colombia: Ciencia sufre efectos de la burocracia estatal

En Colombia los grupos de investigación aumentaron de 544 en 2002 a 5.543 en 2011 Crédito de la imagen: NASA/GSFC/Chris Gunn

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Un buen número de los 20.000 investigadores que trabajan en Colombia critican el abandono en el que se encuentra Colciencias, el organismo estatal que vela por las políticas públicas para fomentar la CyT+I en el país, así como las nuevas reglas para distribuir los recursos para el sector.

Así lo plantea una serie de seis reportajes publicados por el diario El Espectador la semana pasada (15 a 20 de abril) y escritos por los colaboradores de SciDev.Net Lisbeth Fog y Pablo Correa.

Uno de estos conflictos según el artículo “Regalías, una torta mal dividida” se generó debido a la forma en que se repartirá el 10 por ciento de las regalías del sector minero que se entregarán a partir de este año a los investigadores y que ascienden a cerca de US$452 millones. 

El dinero se repartirá basándose “en las Necesidades Básicas Insatisfechas de las regiones”, lo que implica que algunas que casi no tienen grupos de investigación recibirán sumas cuantiosas, mientras otras que sí los tienen obtendrán muy poco, al extremo que “cinco departamentos en los que no existe ni un solo grupo de investigación registrado ante Colciencias” recibirán más de US$28 millones. 

En respuesta a este artículo, en “Director de Colciencias habla sobre regalías”, Jaime Restrepo explica los argumentos del gobierno para definir las necesidades básicas insatisfechas como criterio para distribuir los recursos y anuncia mejoras en la institución.

En “Colciencias: ¿una pesadilla sin fin?”  se plantea que los “cambios en las reglas del juego” y la burocracia por parte de Colciencias están “obstaculizando la generación de nuevo conocimiento para el desarrollo del país”.

Entre otros factores, se alude a una planta de personal que se ha mantenido en alrededor de 120 funcionarios desde 1994, mientras que los grupos de investigación aumentaron de 544 en 2002 a 5.543 en 2011. 

Jaime Restrepo reconoce en la nota que “sólo estamos financiando el seis por ciento de los proyectos que se aprueban”, pero que ya hay fondos para duplicar la planta de funcionarios, agilizar las convocatorias e incentivar el trabajo en redes de las instituciones que hacen investigación e innovación.

En “Retrasos en los giros de becas”, El Espectador informa que por un problema administrativo los 325 colombianos que en la última convocatoria ganaron becas de Colciencias para realizar un doctorado llevan cuatro meses sin recibir el dinero de la matrícula y gastos de mantenimiento.

“’Aquí somos tercos’”, se titula el artículo donde Ángela Restrepo, directora científica de la Corporación para Investigaciones Biológicas, de Medellín —el centro de excelencia mejor calificado del país— describe cómo han sorteado las dificultades para hacer ciencia durante sus 42 años de existencia.

En “Vicisitudes de un investigador independiente” Sócrates Herrera, creador de la Fundación Centro de Primates —uno de los mejores centros mundiales de estudio de la malaria — sostiene que las universidades colombianas no están diseñadas para albergar investigación de alto nivel.

Como corolario, el 25 de abril El Espectador publicó su editorial al respecto

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