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Chile necesita invertir más en investigación y desarrollo (I&D) y promover la innovación, especialmente de las empresas privadas, para combatir la pobreza y la desigualdad.

Esta es la conclusión general del informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicado recientemente.  El informe fue encargado por el gobierno en anticipación al ingreso de Chile a este foro internacional compuesto por 30 países, en su mayoría desarrollados.

La estabilidad política imperante, sumada a políticas macroeconómicas acertadas y estables, ha abonado el terreno para que el país de un salto en materia de innovación, dice el informe. Pero Chile debe superar primero debilidades importantes en su sistema y en sus políticas de innovación.

Las industrias exportadoras no sólo están dispersas a lo largo y ancho del territorio sino que además están en su mayor parte desvinculadas de la investigación que se realiza en las universidades y en las agencias de gobierno.  El país también destina sólo una pequeña parte de su producto nacional bruto a I&D – 0,67 por ciento en 2004 comparado con un promedio de 2,25 por ciento en la OCDE.

El informe identifica "fuertes desequilibrios y cuellos de botella" en el sistema nacional de innovación y falta de recursos humanos especializados.

Elogia, eso sí, la creación del Fondo Nacional de Innovación – fruto de un impuesto a las ganancias del cobre  que este año generará 150 millones de dólares – y del Consejo Nacional de la Innovación para la Competitividad que definirá los lineamientos de una estrategia de innovación nacional. Pero reconoce que el Consejo está todavía lejos de ser un catalizador de las diversas instituciones que componen el sistema chileno de innovación.

El recién aprobado incentivo tributario para aquellas empresas que tengan contratos de I&D con universidades o centros de investigación, puede no ser suficiente para dar un impulso "al modesto rol que juega el sector empresarial en la inversión y rendimiento en investigación y desarrollo".  Este aspecto, dice el informe, es el que más diferencia al sistema de innovación chileno del que existe en economías más avanzadas.

En Chile, dos terceras partes de los recursos invertidos en innovación provienen del gobierno mientras que en los países desarrollados las empresas aportan dos tercios y el gobierno sólo uno, señaló a El Mercurio Jean Jacques Duhart, director ejecutivo de Innova Chile, el programa de innovación del Ministerio de Economía.

"En un horizonte de cinco años plazo tenemos que duplicar el esfuerzo público pero el esfuerzo privado debe multiplicarse por cinco," añadió Duhart.

El informe de la OCDE  también enfatiza la necesidad de mejorar la calidad de la educación.

El informe ha sido bien recibido entre los tomadores de decisión chilenos. "Reconoce nuestras fortalezas y propone medidas útiles que ya han sido probadas en países más avanzados, " declaró a SciDev.Net José Miguel Benavente, profesor de economía de la Universidad de Chile y consejero del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad.