05/08/11

Brasil: polémica por plan de estudios en el extranjero

Mercadante confía en que el auge de la economía brasileña será incentivo suficiente para que sus becarios regresen Crédito de la imagen: Roberto Stuckert Filho/PR

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[RIO DE JANEIRO] Brasil invertirá alrededor de US$2 mil millones en los próximos tres años para enviar a 75.000 estudiantes e investigadores al extranjero, en el marco de un programa anunciado la semana pasada (26 de julio) por el ministro de Ciencias, Aloizio Mercadante.

El funcionario anunció la iniciativa ‘Ciencia sin fronteras’ durante la 38ª reunión del Consejo de Desarrollo Económico y Social, que asesora a la presidenta en asuntos económicos y sociales.

Pero el anuncio ha sorprendido a muchos en la comunidad científica, debido a que el país recientemente ha estado trabajando para mejorar sus propios programas de posgrado y de desarrollo de las capacidades de investigación, y sólo está proporcionando financiamiento para estancias cortas en el exterior, lo que busca evitar el fomento a la fuga de cerebros del talento científico del país.

El nuevo programa ofrecerá 27.100 becas de pregrado; 24.600 becas para estudiantes de doctorado con estadía de un año en el extranjero; 9.790 becas para doctorados de cuatro años y 8.900 becas de posdoctorado.

También habrá 390 becas para investigadores visitantes en Brasil, dirigidas fundamentalmente a brasileños que viven en el exterior.

“Los mejores estudiantes serán enviados a las mejores universidades del mundo”, afirmó Mercandante al anunciar el nuevo programa, tal como se informa en el sitio web del Consejo Nacional Brasileño de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq, por sus siglas en portugués).

“De esta manera, vamos a superar los desafíos más grandes del país y dar un ‘salto cuántico’ en la capacitación en áreas estratégicas de manera sostenible, para expandir los sectores de mediana y alta tecnología”.

Sin embargo, los críticos dicen que la nueva iniciativa entra en conflicto con las políticas adoptadas por Brasil a lo largo de las últimas décadas, que han puesto énfasis en el fortalecimiento de los programas nacionales de posgrado y la ampliación del acceso a los cursos de maestría y doctorado en el país.

Al mismo tiempo, se había reducido el número de becas completas para estudiar doctorados en el extranjero, dado que muchos de los destinatarios de tales distinciones no regresaban posteriormente al país. “El anuncio fue inesperado”, comentó a SciDev.Net Celso Pinto de Mello, presidente de la Sociedad Brasileña de Físicos.

Señaló que el asunto no había sido discutido con las sociedades profesionales de científicos de Brasil. Tampoco fue planteado durante la Conferencia Nacional de Ciencia y Tecnología realizada el año pasado,  y convocada por el entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva, a la que asistieron 4.000 personas de la comunidad académica, el gobierno y los sectores privados e industriales.

Mercandante ha justificado que las nuevas iniciativas se requieren para satisfacer la creciente demanda del país de científicos e ingenieros calificados, poniendo énfasis en las ingenierías y ciencias de la vida, en las que Brasil tiene escasez de expertos.

En una entrevista concedida a la cadena nacional de radio EBC, respondió a la insinuación de que la nueva iniciativa podría terminar agravando la fuga de cerebros diciendo que no pensaba que esto iba a pasar, porque los ganadores de las becas se sentirían atraídos a regresar debido a las necesidades de crecimiento económico del país.

Al mismo tiempo, dijo Mercandante, probablemente los trabajos académicos serán más difíciles de encontrar en los Estados Unidos y Europa debido a las dificultades económicas que encaran esos países.

Pero muchos no están convencidos, y argumentan que su principal motivación es introducir una iniciativa que es diferente de las de sus predecesores.

“No necesitamos un programa que promueva la fuga de cerebros”, subrayó Mello, quien también indicó que la falta de enseñanza de lenguas extranjeras en las escuelas públicas probablemente también será un problema.

Por lo tanto, es probable que las personas con las facilidades lingüísticas requeridas para estudiar en el extranjero provengan de las clases medias y altas, que pueden pagar escuelas privadas y cursos de idiomas. “Esto puede representar una exclusión social significativa de aquellos para quienes el lenguaje representa una seria barrera”, precisó Mello.

Presentación del nuevo programa por parte de Mercadante (en portugués)