01/08/19

Deforestación en Amazonia sería peor de lo estimado

deforestación amazonia Panos
Método que combina tecnología avanzada indica que la pérdida de bosques en la región puede ser 15 por ciento mayor a las estimaciones oficiales de Brasil. Crédito de la imagen: Panos.

De un vistazo

  • Estudio que combina tecnologías avanzada analizó deforestación en la Amazonia
  • Halló que pérdida de bosques fue 27.000 km2 por año entre 2001 y 2016, el doble de lo estimado localmente
  • Datos recientes sobre deforestación estimados en el país fueron cuestionados por el presidente Bolsonaro

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La pérdida de cobertura forestal resultante de la deforestación en la Amazonia brasileña puede ser 15 por ciento mayor que lo que apuntan las estimaciones oficiales.
 
Así concluyó un equipo internacional de científicos que midió la tasa anual de pérdida forestal en la región entre 2000 y 2017 por medio de la combinación de imágenes ópticas y de microondas adquiridas por satelitales basados en sensores y algoritmos avanzados.
 
Los expertos analizaron sus datos y los compararon con estimaciones del Proyecto de Monitoreo Satelital de Deforestación del Amazonas (Prodes), usado por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) para calcular las tasas oficiales anuales de deforestación en Brasil a partir de fotos de alta resolución tomadas por diferentes satélites. Este instituto ha monitoreado la deforestación en la Amazonia desde la década de 1970.
 
Los investigadores verificaron que en la Amazonia se perdieron 470.000 km2 de áreas forestadas más de las estimadas por el Prodes, lo que representa una diferencia 15 por ciento mayor. Asimismo, el promedio anual de deforestación fue de 27.000 km2 cada año entre 2001 y 2016, el doble de lo calculado por Prodes.
 
Parte de la desforestación en la Amazonia brasileña también está asociada con el fenómeno El Niño, que se produce debido al calentamiento anormal de las aguas superficiales del Pacífico ecuatorial, lo que afecta el régimen pluvial en gran parte del planeta. En Brasil este fenómeno tiende a provocar sequías en la Amazonia y en el noreste, y a intensificar las lluvias en el sur.

“La mayor preocupación es que el monitoreo de la deforestación en Brasil ha subestimado notablemente la pérdida de bosques amazónicos, siendo solo la mitad de la tasa real”.

William Laurance, Universidad James Cook, Australia.

 
“Los datos producidos podrían tener implicaciones importantes no solo para la política de uso de la tierra y el manejo y la conservación en la región, sino también para una comprensión más amplia y precisa del ciclo del carbono terrestre, la hidrología y el clima en el bosque amazónico”, dijo a SciDev.Net Xiangming Xiao, director asociado del Centro de Análisis Espaciales de la Universidad de Oklahoma, en EEUU, y uno de los autores del estudio publicado en la revista Nature Sustainability.
 
“Si Brasil quiere alcanzar los objetivos de control de la deforestación, su gobierno debe hacer esfuerzos concretos para mejorar la capacidad de monitoreo de la degradación forestal, así como invertir en estrategias de reforestación capaces de revertir la tendencia creciente de pérdida de bosques en la región”, detalla el estudio.
 
“El estudio representa un avance científico importante, al combinar tecnología de microondas e imágenes visuales de satélites para ofrecer estimaciones mucho mejores del área forestal y la pérdida en la Amazonia”, dijo a SciDev.Net William Laurance, biólogo de la Universidad James Cook, Australia.
 
“La mayor preocupación es que el monitoreo de la deforestación en Brasil ha subestimado notablemente la pérdida de bosques amazónicos, siendo solo la mitad de la tasa real”, agrega el investigador, que no participó en el estudio.

Además, “con [Jair] Bolsonaro [presidente de Brasil] ahora en el poder, la destrucción del bosque seguramente empeorará”, añadió.
 
Los resultados del estudio llegan en momento de controversias en Brasil. Este mes, el INPE anunció datos preliminares que indican que casi 1.000 km2 de áreas forestales en la Amazonia se talaron en la primera quincena de julio, un aumento de 68 por ciento en relación con julio de 2018.
 
Sin embargo, el 19 de julio, durante una reunión con periodistas, el presidente brasileño Bolsonaro afirmó que los datos divulgados por el INPE eran incorrectos y exagerados, y sugirió que el físico Ricardo Galvão, director del instituto, estaba al servicio de alguna organización no gubernamental.
 
Ante la declaración, la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC, en portugués) divulgó el 21 de julio un manifiesto que asegura que “la ciencia producida por el instituto está entre las mejores del mundo en su área” y que Galvão “es un investigador reconocido internacionalmente, y que hace décadas contribuye a la ciencia, la tecnología y la innovación en Brasil”.
 
“Ver lo que se pasa en el bosque amazónico ahora es como ver un choque de trenes en cámara lenta”, dice Laurance. “Sabemos que el resultado será malo, y sabemos que las políticas de Bolsonaro están moviendo las cosas en la dirección equivocada. Lo que no sabemos es cómo detener este tren fuera de control antes de que se estrelle desastrosamente”.

Enlace al artículo en Nature Sustainability