28/01/13

Visitas sociales podrían sabotear el control del dengue

El estudio se centró en el modo en que los movimientos humanos contribuyen a propagar el virus del dengue Crédito de la imagen: Flickr/ AJC1

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[BUENOS AIRES] Los métodos convencionales de control del dengue —centrados en combatir al mosquito transmisor del virus en los alrededores de las casas de las personas infectadas— podrían resultar inadecuadas, al destinar recursos a áreas de bajo riesgo mientras se descuidan sitios importantes de transmisión, afirma un estudio.

Ello se debe a que "la infección en seres humanos se estima en función de las visitas que las personas realizan a los sitios de probable contacto con los mosquitos infectados, independiente de la distancia a la que queden de su hogar", de acuerdo con un estudio de investigadores estadounidenses y peruanos publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences este mes (15 de enero).

DE UN VISTAZO

  • El virus del dengue suele controlarse matando los mosquitos que se encuentran alrededor de las casas infectadas
  • Pero al realizar visitas sociales, las personas infectadas pueden extender la enfermedad fuera de las zonas rociadas con insecticidas
  • El hallazgo puede tener repercusiones en el control del dengue en las ciudades no endémicas, dicen los expertos

El hallazgo podría contribuir a controlar esta enfermedad mortal, que infecta a alrededor de 50 millones de personas al año en el mundo, y que un informe difundido este mes por la OMS califica como "amenaza de pandemia".

Las principales herramientas para combatir el dengue consisten en eliminar al mosquito vector, pero estas medidas resultan solo parcialmente efectivas, de acuerdo con el estudio.

Las campañas de fumigación se centran en aplicar insecticidas en las casas, guiándose por la observación de que los mosquitos Aedes aegypti —principal vector de la enfermedad— no viajan a más de 100 metros de los sitios en que han sido detectados.

"Cuando aparece un caso de dengue, dibujamos un círculo alrededor de esa casa —por lo general, de 100 a 400 metros— y dirigimos allí los insecticidas, dice Steven Stoddard, médico entomólogo de la Universidad de California, Davis, y autor principal de la investigación.

Pero el nuevo estudio sugiere que la fumigación podría ser insuficiente, ya que a través del contacto con los mosquitos infectados, las personas pueden propagar la enfermedad fuera de las zonas rociadas con el insecticida.

Al analizar los movimientos de las personas y los patrones de transmisión del dengue en dos barrios en Iquitos, Perú, los investigadores encontraron que las tasas de transmisión y el riesgo de infección son sustancialmente más elevadas entre los hogares visitados por las personas infectadas con dengue.

En promedio, cada persona infectada propagaría el dengue a tres casas, dos de las cuales estarían fuera del área habitual de aplicación del insecticida estimada en 100 metros, dice el estudio.

Esto significa que "los controles convencionales dejan de lado puntos focales importantes de transmisión, dando como resultado una asignación ineficaz de los recursos a lugares donde el riesgo es bajo", señala.

"Nuestros datos sugieren que el círculo [rociado por el insecticida] probablemente deba ser menor y que cada caso debería tener tres o cuatro círculos asociados, dibujados alrededor de todas las casas identificadas [como parte de la red social de esa persona]", dice Stoddard.

Ricardo Gürtler, epidemiólogo argentino en la Universidad de Buenos Aires, opina que el estudio "sienta nuevos precedentes", al abordaje del dengue, en especial al poner de relieve el aporte que efectúan los movimientos de las personas a la propagación de la enfermedad.

"Aporta un nuevo enfoque al considerar las redes sociales más que las distancias geográficas per se", expresa. "Esto puede tener una repercusión importante en el control del dengue en las ciudades no endémicas, donde la transmisión depende de la introducción del virus a través de quienes viajan a las zonas endémicas".

Enlace al estudio completo en PNAS [PDF, en inglés]

References

Proceedings of the National Academy of Sciences doi: 10.1073/pnas.1213349110 (2012)