03/12/15

Alerta en Brasil por defectos en bebés atribuidos a zika

Pregnant Zika disease news
Crédito de la imagen: Lianne Milton / Panos

De un vistazo

  • Cientos de niños nacen con cerebros subdesarrollados
  • La microcefalia se relaciona con infecciones del virus zika durante el embarazo
  • El Ministerio de Salud urge acciones contra mosquito que propaga la enfermedad

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Las autoridades de salud de Brasil están en alerta tras un alarmante número de bebés que ha nacido con daños cerebrales causados por el virus zika.
 
Al 21 de noviembre, nueve estados del noreste brasileño investigaban 739 casos de microcefalia, una condición asociada a cerebros subdesarrollados, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.
 
La semana pasada, el Ministerio de Salud de Brasil confirmó la relación entre el virus y los casos de microcefalia. Es un llamado para un esfuerzo nacional por contener el mosquito, Aedes aegypti, que propaga el virus zika, así como el dengue y la chikungunya.

“Ya se conocía que el virus afecta al sistema nervioso, pero hasta ahora no sabíamos que puede causar malformaciones fetales”.

Rivaldo Venâncio da Cunha, Fundación Oswaldo Cruz

 
El estado de Pernambuco ha sido particularmente afectado, dijo la Organización Panamericana de la Salud, con 140 bebés nacidos con microcefalia este año, comparado con diez casos en el 2014.
 
A pesar de que la enfermedad por el virus zika puede causar sarpullidos y fiebre, en tres cuartas partes de los casos las personas infectadas no tienen síntomas. La enfermedad llegó a Brasil el año pasado a raíz del aumento de los viajes por la Copa Mundial del Fútbol 2014. El primer gran brote masivo se reportó en el estado de Bahía en abril.
 
“Ya se sabía que el virus afecta al sistema nervioso, pero hasta ahora no sabíamos que puede causar malformaciones fetales”, dice Rivaldo Venâncio da Cunha, investigador sobre enfermedades infecciosas en la Fundación Oswaldo Cruz en Brasil. “Encontramos el virus en el líquido amniótico de dos mujeres embarazadas con bebés microcefálicos, lo cual es una poderosa señal de que el virus puede causar problemas si una mujer se infecta en el primer trimestre del embarazo”.
 
Autoridades de salud en la Polinesia Francesa corroboran los riesgos de daño cerebral; la semana pasada reportaron un aumento inusual de malformaciones en el sistema nervioso en bebés –el cual coincidió con brotes de zika en este país en 2014 y 2015.
 
El virus zika permaneció confinado en África y Asia hasta el 2007, cuando hubo un brote en la isla del Pacífico Yap, seguida por el actual brote en la Polinesia Francesa.
 
La microcefalia se presenta cuando el cerebro no logra desarrollarse completamente en el útero, usualmente causando discapacidades muy severas. Además de surgir por una infección, esta condición también puede producirse por abuso de alcohol y drogas, y anomalías genéticas.
 
“El brote brasileño es el primer brote epidémico de zika que ha afectado a una vasta población, provocando eventos extraños, como bebés microcefálicos, lo suficientemente comunes como para ser detectados”, dice Venâncio.
 


De acuerdo con el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades, la creciente prevalencia del virus zika en Brasil debería tener implicaciones en el cuidado prenatal. Un vocero dijo que se debería pedir a los profesionales locales en salud que estén alerta sobre posibles asociaciones entre la infección por el virus zika y la microcefalia.
 
“Hasta ahora no hay ni una vacuna para la prevención, ni un medicamento para la cura, contra la infección provocada por el virus zika”, dijo el vocero.
 
Ann Powers, jefa de enfermedades por arbovirus en los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en Estados Unidos, dijo a SciDev.Net que cualquier país nativo para los mosquitos que portan enfermedades transmitidas por vectores está en riesgo por el virus zika. “Este virus ciertamente se mueve muy rápidamente en muchas partes del mundo y, dado que ha habido pocos brotes históricos documentados, estamos aprendiendo más acerca del virus cada vez que surge un nuevo caso”, indicó.
 
La versión original de este artículo se publicó en la edición global de SciDev.Net