02/09/14

Q&A: Chikungunya regresa con incertidumbres

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Crédito de la imagen: Luz Sosa (OPS/OMS) / Flickr

De un vistazo

  • Posibles mutaciones de virus chikungunya dificultan predecir su comportamiento
  • Conducta de las personas ha influido históricamente en sus adaptaciones
  • Ancianos, niños y personas débiles en entornos de pobreza son más vulnerables

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En lo que va del año, América Latina registra más de medio millón de casos sospechosos de chikungunya, 370 mil son solo en República Dominicana, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

La cepa de este virus es transmitida en el hemisferio occidental principalmente por el mosquito Aedes aegypti, pero no se sabe si mutará para ser capaz de infectar al mosquito Aedes albopictus (mosquito tigre asiático, que es mucho más agresivo), o si otras cepas migrarán desde otras partes del mundo y lo lograrán.

Esta es la principal preocupación del epidemiólogo David Morens, asesor del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIAID, por sus siglas en inglés), quien en la siguiente entrevista con SciDev.Net dice que aunque este virus ya es un ‘viejo conocido’ del hemisferio occidental, aún no se tienen datos de sus patrones de emergencia y reemergencia.

Morens, junto con su coautor Anthony Fauci, han hecho múltiples publicaciones sobre enfermedades infecciosas, y recientemente publicaron un comentario sobre la reaparición de chikungunya en The New England Journal of Medicine [1], a la que cataloga de déjà vu.
 

¿Por qué el virus chikungunya es un déjà vu?

Es un déjà vu con doble sentido: por un lado, el virus chikungunya ya estaba en el hemisferio occidental en 1820, y produjo una gran pandemia en todo el Caribe, América del Sur y los Estados Unidos a finales de esa década. Hoy vuelve después de casi dos siglos, y podríamos volver a vivirlo.
El otro aspecto que hace que sea un déjà vu es que tenemos dos mosquitos portadores de varias enfermedades: Aedes aegypti y Aedes albopictus, y una de ellas es el dengue. En otras publicaciones, mi coautor Anthony Fauci y yo hemos hecho énfasis en que chikungunya es una enfermedad nueva pero muy similar a las otras, y podríamos tener epidemias nuevamente.
 

Los casos importados de chikungunya, ¿cómo pueden influenciar en posibles transmisiones futuras de esta enfermedad en América?

Hay dos formas en que podría suceder: una es que el virus pueda infectar los mosquitos y transmitirlo a otro huésped, no necesariamente a seres humanos pero por ejemplo a las aves u otros vertebrados. La otra forma, posible pero menos probable, es que podría hacer lo que hace el dengue, que se adapta para ser transmitido completamente en un ciclo mosquito-humano-mosquito.
 

¿Cómo ha influido el comportamiento humano en la adaptación de estos virus?

Los mosquitos A. aegypti son africanos. Hace 500 años o más, cuando se inició un cambio climático en el norte de África volviéndola desértica, los seres humanos comenzaron a recoger agua porque ésta empezó a escasear. Y esto creó los sitios de reproducción para los mosquitos. Así que los mosquitos han evolucionado; mutaron para ser capaces de reproducirse de manera efectiva en los contenedores que hacían los humanos para almacenar agua. Cada vez que los seres humanos hacen algo que ofrece una nueva oportunidad ecológica, los virus pueden adaptarse.
 

Diariamente más de 20 países de América confirman más casos de infección. ¿Hay alguna proyección de cómo chikungunya puede amenazar a América en los próximos meses?

No puedo ofrecer proyecciones, pero mi esperanza es que a medida que llegue el verano la epidemia se vaya o por lo menos se retrase un poco. Es imposible predecir lo que sucederá, pues hay todo tipo de posibilidades. Las estaciones pueden cambiar todo el ecosistema en formas que no podemos predecir. El calor inactiva el virus, pero también cambia el comportamiento de los mosquitos infectados por el virus, el crecimiento de la vegetación donde los mosquitos se esconden en la sombra; el comportamiento de las aves que se alimentan de los mosquitos… suceden un gran número de eventos complicados. Cuando las estaciones cambian, muchas cosas cambian y es difícil predecir cómo funciona. Nunca hemos tenido el virus en el hemisferio occidental en este siglo, por lo tanto, no tenemos idea de cómo se comportará el virus en nuestros climas, ecosistemas, etc.
 

¿Cuál es el impacto de esta enfermedad, especialmente en países en vías de desarrollo?

Esta es una infección que afecta a todos, pero quizá tiene más impacto entre quienes viven en entornos de pobreza. Cualquiera está expuesto a tener criaderos en sus casas o cerca de ellas. Lo difícil en zonas pobres, donde no hay control de criaderos o campañas de limpieza, es que puede haber impacto en la economía de las familias y en sus trabajos, pues la gente se puede enfermar por días, sin poder trabajar o ir a la escuela, e incluso tener terribles efectos secundarios, como el dolor de las articulaciones, que pueden continuar por meses.
 

¿Cómo se puede lograr la prevención?

Lo único que funciona como prevención es el control sanitario. Eso implica muchas cosas, pero lo más importante es la educación pública y las obras públicas. Solo funciona el saneamiento; es decir, la limpieza de los lugares de reproducción de los mosquitos, que usualmente están a unos 15 metros o menos de las casas, pues los mosquitos no vuelan muy lejos. Esto no es tan fácil cuando se vive en zonas empobrecidas, pues se requiere dinero y organización de la comunidad, y se tiene que hacer a nivel local y continuamente. Es una especie de todo o nada; la limpieza parcial no funcionará. Tiene que haber una limpieza total y mantenerla para siempre, es lo único que funciona.
 

¿En qué deberían enfocarse los estudios para comprender mejor estos patrones?

Hay que comprender mejor la genética del virus. El virus está mutando al presentarse nuevas oportunidades y epidemias, como es normal. También hay que ver cómo se adapta para infectar aves u otros animales, ya que pueden convertirse en un reservorio: el virus puede hospedarse en otros animales mientras no está infectando a la gente.
Necesitamos más investigación en el tratamiento, en particular para los efectos a largo plazo de esta enfermedad. Cuando las personas tienen los terribles dolores en las articulaciones producto de este virus, por ahora sólo pueden ser tratados con medicamentos comunes, como la aspirina u otros analgésicos, para reducir la inflamación y el dolor, además del descanso y buena nutrición. Pero más allá de eso no hay ningún tratamiento concreto, y es probable que no lo haya pronto.

 
Las preguntas y respuestas han sido editadas por razones de espacio y claridad.