Por: Laura García
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[BARILOCHE] Investigadores del Instituto Internacional de Ambiente y Desarrollo (IIED, por sus siglas en inglés), analizaron el impacto de un programa de energías renovables que se implementa en comunidades rurales de Argentina y que ha brindado electricidad a alrededor de 10 mil casas y 1.800 escuelas y edificios públicos.
“Hay mucho interés de donantes y gobiernos por promover la inversión privada para ampliar el acceso a energía en países del Sur. Ellos debieran ver la experiencia argentina, que muestra que deben existir las condiciones institucionales, de mercado, financieras y regulatorias para apoyar este tipo de aborde”, dijo en un comunicado Emma Wilson, líder de acceso a investigación en energía del IIED.
El reporte, publicado el 29 de julio, analizó cómo funciona la inversión mixta, impulsada por el gobierno, socios privados y donantes, en el Proyecto de Energía Renovable en Mercados Rurales (PERMER).
El estudio se basó en la provincia de Jujuy, donde la baja densidad poblacional y la pobreza hacen que la extensión de las redes eléctricas sea demasiado costosa.
El proyecto, creado en 1999, impulsa la implementación de energías renovables, como la solar y la eólica, y el uso de combustibles “híbridos”, como la combinación de diesel y solar.
La inversión total inicialmente estimada para PERMER fue de US$58,2 millones. El 70 por ciento ha sido aportado por la Secretaría de Energía mediante un préstamo del Banco Mundial y una donación del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF).
Sarah Best, exasesora de la consultora Sustainable Development Advisors en Argentina y autora del estudio, destaca que PERMER ha tenido gran éxito en extender el acceso a electricidad básica.
Por ejemplo, las casas y las escuelas se han beneficiado de calefactores con agua que utilizan energía solar. “Además, los paneles solares son más seguros y brindan una mejor calidad de luz que los quemadores de kerosene”, dijo Best a SciDev.Net.
“El mayor impacto ha sido para maestros y estudiantes en escuelas, porque tienen más horas de luz para estudiar y preparar las clases, y pueden usar más recursos de enseñanza, como la radio, la televisión y la computadora”, agregó.
Además, ha proporcionado iluminación domiciliaria a costos similares o menores que los que anteriormente pagaban por lámparas a kerosene y velas.
Sin embargo, Best destacó que PERMER ha enfrentado numerosos desafíos, incluyendo largas demoras, obstáculos de financiamiento y cambios de diseño. “Un gran desafío es que la mayoría de las familias quiere más energía”, agregó. Asimismo, proyectos como PERMER deberían estar integrados con planes de desarrollo rural.