03/02/12

Brasil reduce desigualdad racial entre estudiantes

Los escolares blancos y de color en Brasil tienen cada vez menor diferencia en sus años de escolaridad Crédito de la imagen: Johm Connell/Flickr

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Las ventajas de adolescentes blancos sobre negros (pretos) y mestizos (pardos) se han reducido considerablemente en Brasil, pero las diferencias persisten, con los blancos estudiando casi un año más.

Así lo indica un estudio que utilizó datos de 1982 a 2007 y que se publicará en la revista Demography este mes.

El estudio también muestra que en 1982, mientras mayor era el nivel educativo de padres que se declararon negros, menos era la probabilidad de que clasificaran a sus hijos como negros. En 2007 esto se revirtió:  a mayor nivel educativo, más propensos eran a clasificar a sus hijos como negros.

"Esto indica un cambio importante en la forma de pensar acerca de raza entre aquellos con educación superior", dijo a SciDev.Net la socióloga Leticia Marteleto, de la Universidad de Texas y autora del estudio.

En 1982, la diferencia entre adolescentes de 17 y 18 años blancos y de color (grupo que incluye pretos y pardos) era de dos años de escolaridad, con los blancos estudiando una media de 6,2 años y los de color 4,2 años. En 2007, la cifra fue de 9,1 y ocho años, respectivamente.

"Las políticas sociales de la última década han traído beneficios tangibles a grupos de bajos ingresos, donde abunda gente de color, lo que ha reducido la desigualdad educacional ", agregó.

Según Marteleto, "hoy la desigualdad educacional de negros y mestizos en relación con los blancos es exactamente la misma. Por lo tanto, podemos apoyar las acciones [afirmativas] que incluyen a ambos grupos".

La profesora Delcele Queiroz, de la Universidad del Estado de Bahía y coordinadora del grupo Educación, Desigualdad y Diversidad, dijo que esto coincide con sus observaciones y destaca el éxito de la política de cuotas raciales para personas de color en universidades federales.

Queiroz siguió la trayectoria de los estudiantes que ingresaron a la Universidad Federal de Bahía por el sistema de cuotas en 2005. "En cuanto a deserción y reprobación, no hay mucha diferencia entre ellos y quienes ingresaron por el sistema convencional”.

Para la historiadora Maria Luiza Tucci Carneiro, coordinadora del Laboratorio de Investigaciones sobre Etnicidad, Racismo y Discriminación, de la Universidad de São Paulo, la lucha contra el racismo depende de la educación y capacitación de profesores y otros sectores de la sociedad.

"El sistema de cuotas es sólo un paliativo, que no interfiere en las raíces del problema. Las acciones educativas deben ser dirigidas a blancos, personas de color y sus descendientes", dijo a SciDev.Net.

“Muchas veces, si logran una vacante, no tienen condiciones de concluir sus estudios, porque los problemas sociales no fueron resueltos: la educación obligatoria primaria, la salud y un mínimo de dignidad para vivir y competir con los blancos. Por lo tanto, cuotas universitarias no solucionan el racismo en Brasil, cuyas raíces son mucho más profundas ", concluyó.