09/04/10

La mera investigación no impulsa el desarrollo agrícola

El desarrollo agrícola es el resultado de un complejo sistema Crédito de la imagen: Flickr / Banco Mundial / Gennadiy Ratushenko

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Cuando la ayuda internacional para el desarrollo financia a la ciencia, es cada vez más frecuente que los donantes pregunten a los potenciales receptores de los fondos cuáles serán los beneficios que lograrán con el dinero.
 
¡Y puede haber muchas buenas respuestas! Pregunte a 1.000 donantes, hacedores de políticas, innovadores privados, agricultores y trabajadores del desarrollo cómo la ciencia puede servir mejor al desarrollo, y es muy probable que encuentre 1.000 respuestas diferentes.
 
Por eso, no es ninguna sorpresa que una gran conferencia internacional, que reunió a este grupo de personas la semana pasada (29 de marzo) para discutir sobre una nueva visión de la investigación agrícola para el desarrollo, no haya logrado llegar a un acuerdo sobre una solución global para traducir la investigación agrícola en desarrollo efectivo.
 
¿Demandas poco razonables?
 

La Conferencia Global sobre Investigación Agrícola para el Desarrollo (GCARD, por su sigla en inglés), en Montpellier, Francia, escuchó a los principales donantes del Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola Internacional (CGIAR) —una red global de 15 centros de investigación agrícola— hacer un fuerte llamado a la investigación orientada a los resultados que permita un impacto real en el desarrollo (ver Agricultural mega-programmes will not attract funding).

Pero, ¿es una demanda realista? La verdad es que la investigación internacional por sí misma no puede garantizar el desarrollo agrícola.

La investigación es sólo uno más de los componentes de un complejo sistema que produce nuevo conocimiento y lo pone en práctica. Ese sistema incluye no sólo a las universidades y a los centros de investigación, sino también a las compañías semilla, a la extensión universitaria y a los institutos de investigación, pequeñas empresas, organizaciones no gubernamentales, mercados y a los mismos agricultores.
 
Una nueva variedad de trigo resistente a la roya, por ejemplo, puede tener gran potencial para reducir la pobreza y el hambre. Pero si no hay políticas semilla o servicios de extensión a disposición para hacerla llegar a las manos de los agricultores, hay pocas posibilidades de hacer una contribución significativa a la producción de alimentos.
 
Hacer posible la existencia de un sistema en su conjunto para lograr mejoras reales requiere ‘un pensamiento común’ a través de todo el espectro, con todos los componentes trabajando juntos para producir un resultado mejor y más efectivo.
 
En parte, esto significa que los gobiernos nacionales deben tomar la responsabilidad de reforzar su propia infraestructura de investigación y sus sectores agrícolas, en vez de dejar esa tarea a la comunidad internacional.
 

El informe principal de la GCARD pide a los países en desarrollo que aumenten su financiación a la investigación agrícola en 1,5 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) agrícola (ver Report urges poor countries to spend more on agricultural R&D).

El informe fue realizado por un equipo internacional de expertos en agricultura, coordinado por Uma Lele, una ex alta asesora del Banco Mundial.

¿Pero se puede lograr esto en países que aún están luchando por cumplir con los compromisos existentes de destinar el uno por ciento de su PIB a la investigación en general?

 
El rol de apoyo de los donantes
 
El informe también pide, acertadamente, que los países en desarrollo aumenten la inversión en otras partes del sistema agrícola. En definitiva, el CGIAR no es el responsable de las agencias de desarrollo nacionales. Esa es una responsabilidad soberana.
 
Sin embargo, los donantes tienen un rol de apoyo en esta tarea. La Declaración de París, firmada en 2005 por más de 100 países, brinda el marco para una inversión bilateral más amplia que está determinada, al menos en un principio, por las demandas nacionales. Eso representa el compromiso de armonizar las políticas de ayuda entre los donantes y de fomentar que los gobiernos beneficiados hagan un uso estratégico de esa ayuda.
 
Pero para lograr eso, los donantes también deben mirar en sus propias estructuras y asegurar que sus portafolios brinden un ‘paquete’ coherente que construya capacidad nacional en la producción agrícola.
 
Por ejemplo, para reforzar el sistema nacional de innovación agrícola se debe financiar no sólo la investigación, sino también las instituciones nacionales de educación superior. En las últimas dos décadas, esta área ha estado tristemente olvidada por los principales donantes, aunque de a poco se está haciendo un lugar en sus agendas (ver Aid for higher education).
 
 
Y los donantes, a través de la amplia gama de los proyectos que apoyan, pueden y deberían promover la coordinación necesaria para asegurar que la investigación redunde en resultados. Ellos deberían facilitar la creación de redes entre proyectos y abrir una comunicación que tienda puentes entre los proveedores y los usuarios de conocimientos.
 
Los primeros pasos en un largo viaje
 
Los recientes éxitos de CGIAR muestran cuánto se puede lograr con un pensamiento común —no sólo entre las agencias donantes, sino también entre los donantes, los gobiernos y los investigadores agrícolas—, qué quieren lograr y cómo quieren hacerlo.
 
La reunión de GCARD de la semana pasada representó un paso importante hacia la inclusión de piezas clave, como agricultores y organizaciones no gubernamentales. Su compromiso para establecer la agenda de investigación es esencial si los objetivos de la investigación son dirigidos por necesidades reales de desarrollo.
 
Pero la tensión que se sintió en Montepellier mostró que hay un largo camino por recorrer antes de que el sistema funcione sin sobresaltos (ver ‘Historic’ agricultural conference wraps up with roadmap). Para lograrlo se necesitará de la voluntad política sostenida y de la acción coordinada de los donantes, gobiernos, investigadores y socios en el desarrollo.
 
 
Sian Lewis
Editora comisionada, SciDev.Net