30/04/12

Creatividad técnica se nutre de las bases

Teléfonos celulares facilitan intercambio de conocimientos y apoyan los movimientos de base Crédito de la imagen: Flickr/ IRRI

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Promover el desarrollo sostenible requiere aprovechar tecnologías desarrolladas localmente, basadas en necesidades y prioridades de la comunidad.

Con frecuencia —y con cierta justificación— se culpa a los productos de la ciencia y la tecnología (CyT) modernas, -desde los plaguicidas químicos hasta los motores de combustión que emiten carbono-, del uso insostenible de los recursos del planeta.

Al mismo tiempo, la CyT ofrece una variedad de herramientas para el desarrollo sostenible, desde formas de control de plagas que trabajan con los ecosistemas naturales en vez de enfrentarlos, hasta dispositivos de bajo costo para la producción de energías renovables.

Esto crea un dilema. No podemos rechazar las herramientas tecnológicas en aras de un futuro sostenible. Pero, de manera similar, sin una transformación radical de la manera en que la sociedad define y usa la CyT, es poco probable que cambien los actuales modelos de crecimiento y uso de los recursos.

Proporcionar un mayor apoyo a la innovación de base en el mundo en desarrollo podría cumplir una parte importante en esta transformación: fomenta el desarrollo tecnológico desde las bases, y nutre las habilidades creativas y técnicas de las comunidades.

Para que el desarrollo sostenible tenga éxito se requiere aprovechar todo el potencial de las innovaciones de base de tal forma que responda a las necesidades y prioridades definidas localmente, aplicando soluciones técnicas bajo el control de las comunidades locales y de una manera sostenible. Sin embargo, lograrlo no está exento de desafíos.

Hablar de las bases

Esta semana, publicamos una serie de artículos que analizan este caso en detalle, resaltando la contribución potencial de las innovaciones de base para el desarrollo sostenible, los obstáculos que subyacen en este camino y cómo se pueden superar.

Un artículo introductorio de Adrian Smith y sus colegas de la Universidad de Sussex del Reino Unido, ofrece una mirada general sobre las innovaciones de base: sus características básicas, su diversidad y a veces las contradictorias formas de mirar este tipo de innovación alternativa.

En él se enumera un número creciente de iniciativas y redes que apoyan la innovación local en el mundo en desarrollo, y se resaltan algunas limitaciones en su capacidad de promover el desarrollo sostenible.

Tres artículos de opinión ponen de relieve aspectos clave de los debates que tienen lugar actualmente.

Lawrence Gudza, representante en Zimbabwe de la organización Soluciones Prácticas, sostiene que muchos proyectos de asistencia técnica fracasan porque no respetan las necesidades y prioridades de las comunidades que pretenden beneficiar.

Para que una innovación sea exitosa, señala Gudza, se requiere un proceso de diálogo y compromiso en el que las voces locales sean escuchadas y respetadas.

El especialista en innovación Tony Marjoram, ex jefe de los programas de ingeniería de la UNESCO (Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura), afirma que las tecnologías de base deben recibir más atención en la agenda internacional de desarrollo.

Desde más publicidad hasta mejor asesoramiento comercial a las microfinanzas, dice Marjoram, hay mucho que se puede hacer para fomentar el conocimiento y la innovación de base.

Anil Gupta, fundador de la red Honey Bee de la India, insta a encontrar nuevas formas de proteger los derechos de los innovadores de base.

Ello se podría alcanzar mediante los así llamados acuerdos de "tecnologías comunes" basados indirectamente en el concepto de las licencias de creación común (Creative Commons) que cubren los derechos de autor sobre los contenidos publicados en Internet, o mediante un consorcio global de innovaciones que podrían ser licenciadas para los países en desarrollo a un costo mínimo.

Por último, los corresponsales de SciDev.Net en todo el mundo dan cuenta de una serie de iniciativas de innovaciones de base actualmente en marcha.

No tan simple

El cuadro pintado por esta serie de artículos —que inevitablemente proporciona solo una visión parcial de una vasta área de actividad— es igualmente prometedor y desafiante.

En el lado positivo, refleja un resurgimiento de los debates que se escucharon por primera vez a fines de los años sesenta y comienzos de los setenta sobre formas alternativas de alcanzar el desarrollo tecnológico.

Al mismo tiempo, el debate sobre las tecnologías de base ha madurado sustancialmente en los últimos 40 años. Atrás quedaron los días cuando "lo pequeño es hermoso" era para algunos la sencilla respuesta a los problemas ambientales del mundo.

Actualmente, la conciencia de la necesidad de pensar en términos de sistemas de innovación a nivel nacional y local, e incluir a las tecnologías primarias y las de punta, ofrece una visión más realista de los cambios que se requieren para lograr el desarrollo sostenible.

Sin embargo, esta nueva perspectiva trae consigo sus propios retos. Los sistemas de innovación no son social, ni económicamente neutrales. Reflejan los valores e intereses de los sistemas políticos en los cuales se desenvuelven.

Allí donde las iniciativas de base buscan promover un sistema de innovación basado en la comunidad que desafíe los enfoques tradicionales de arriba hacia abajo, pueden quedarse rápidamente sin el apoyo de aquellos cuyos intereses se satisfacen mejor de esa manera.

Potenciar el cambio

No hay una solución fácil. Pero uno de los componentes debe ser el aumento del potencial local, por ejemplo mediante la apertura de la interacción con las instituciones (como los laboratorios de las universidades) que puedan apoyar este empoderamiento en la esfera técnica.

Los gobiernos deberían crear políticas para permitir que florezca la innovación de base, por ejemplo mediante esquemas de subsidios, o formas de protección de la propiedad intelectual orientadas a la comunidad.

Las tecnologías de comunicación tienen un importante papel que cumplir, en la medida que pueden permitir que las personas se conecten y aprendan unas de otras. De hecho, una de las principales motivaciones de la creación de SciDev.Net fue usar Internet para apoyar los movimientos de base, proporcionándoles acceso directo a los hallazgos científicos.

El poder de tecnologías como la telefonía móvil para facilitar el intercambio de conocimientos entre los científicos y las comunidades es cada vez más evidente.

Las iniciativas principales de hoy en día para el desarrollo sostenible, como los programas de gobierno para promover las energías renovables, se pierden cuando no aprovechan el potencial de las redes y la creatividad sobre el terreno.

Tienen que ponerse al día con estos movimientos de base y aprovechar la innovación local de una forma sistemática para llevar el cambio a una mayor escala, al mismo tiempo que respetan las condiciones que permiten que tales innovaciones surjan en el primer lugar.

Estos temas necesitan estar sobre la mesa de la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible (Río+20) que se celebrará en Brasil en junio de 2012. Más importante aún, deben ser un tema central al definir los objetivos que se escogerán para que los Objetivos de Desarrollo del Mileno tengan éxito.

David Dickson,
Editor, SciDev.Net

Este artículo es parte del Especial en Apoyo a la innovación de base.