03/09/15

Lluvias en el altiplano caerían en un tercio en el futuro

Andes C -Duncan
Crédito de la imagen: Duncan Christie

De un vistazo

  • Equipo comparó datos climáticos actuales con los de tiempos preincas y modelos climáticos futuros
  • Estudio estableció que en los últimos mil años no ha habido un período tan seco como el pronosticado
  • Disminución de lluvias tendrá impacto severo en sociedades y ecosistemas altiplánicos

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[SANTIAGO] En cincuenta años más, habrá hasta un tercio menos de lluvias anuales en el altiplano andino, amenazando la sobrevivencia de personas y animales que ya sufren escasez de agua, pronostica un estudio.  
 
Publicado en Environmental Research Letters (agosto 17), el estudio fue realizado por ocho investigadores suizos y latinoamericanos, quienes analizaron las variaciones en las precipitaciones en los Andes centrales entre los años 1000 y  2100.
 
Combinaron mediciones de precipitaciones de tres estaciones meteorológicas del sur-este del Perú, reconstrucciones del clima del pasado utilizando anillos de crecimiento de árboles y muestras de hielo, y 57  simulaciones de modelos climáticos.

“También habrá menos agua potable e industrial en grandes ciudades como La Paz, Bolivia, y en las tierras bajas de Atacama, Chile”.

Duncan Christie, Universidad Austral de Valdivia

 
Usaron las mediciones de precipitaciones y las reconstrucciones del clima del pasado para comprobar si los modelos simulaban realísticamente las precipitaciones pasadas y presentes.
 
“Encontramos que los modelos describen bien la velocidad de los vientos del oeste que circulan en las capas superiores de la atmósfera que traen lluvia a los Andes Centrales y que coinciden en que estos vientos se tornarán más veloces,” dice a SciDev.Net Raphael Neukon, de la Universidad de Zurich e investigador principal.
 
“La relación entre el aumento estimado de la velocidad de los vientos (vientos más fuertes en la tropósfera superior reducen los flujos de aire húmedo desde la Amazonía hacia los Andes) y la cantidad de precipitaciones indica que éstas disminuirán en 30 por ciento en promedio entre 2071 y 2100”.
 
El estudio también concluyó que la variación anual actual de las precipitaciones es comparable a la que hubo entre 1300 y 1850.
 
“La novedad de este estudio es que toma un período más largo, estableciendo que en los últimos mil años no ha habido un período tan seco como el pronosticado,” dice René Garreaud, profesor del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile y autor de trabajos sobre el mismo tema.
 
La disminución futura de las precipitaciones tendrá un impacto severo en las sociedades y ecosistemas altiplánicos.
 
“Al caer menos agua, los glaciares se derretirán, bajará el nivel de los lagos, y se degradarán los bofedales y humedales,” explica Duncan Christie, investigador del Instituto de Conservación Biodiversidad y Territorio de  la Universidad Austral de Valdivia, Chile y co-autor del estudio.
 
“También habrá menos agua potable e industrial en grandes ciudades como La Paz, Bolivia, y en las tierras bajas de Atacama, Chile”, añade.
 

Mariano Morales, del Instituto Argentino de Novología, Glacialogía y Ciencias Ambientales, otro co-autor del estudio, añade que años más secos amenazarán la subsistencia rural basada en la agricultura y ganadería.
 
“En Chile y Bolivia faltará agua para la minería, que se habrá expandido por  el aumento de la población”, agrega.
 
Christie y Morales aconsejan a los gobiernos anticiparse a la menor disponibilidad de agua en el futuro tomando medidas de adaptación que reduzcan la vulnerabilidad y conflictos potenciales, procurando distribuir el agua equitativamente. 

Enlace al artículo completo en Environmental Research Letters (en inglés)