30/09/10

La ciencia brasileña y la futura presidencia

Brasil se ubica 13° en el ranking mundial de publicaciones científicas Crédito de la imagen: Tigerweet / Flickr

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A diferencia de sus antecesores, el próximo presidente o presidenta de Brasil – que se elegirá en los comicios de este domingo 3 de octubre – podrá contar con la ciencia como protagonista del desarrollo del país, señala en una columna de O Estado de Sao Paulo (27 de septiembre) Marco Antônio Raupp, presidente de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC).

Aunque en cualquier lugar del mundo la ciencia es un aliciente para el crecimiento económico, en Brasil es una actividad reciente, dice Raupp. Pese a ello, “tenemos en actividad a cerca de 230 mil investigadores cuyo trabajo – más de 30 mil artículos por año publicado en revistas internacionales – representa 2,12 por ciento de la producción científica mundial”. Hace 20 años esa cifra era de 0,63 por ciento.

Así, hoy Brasil se ubica en el lugar número 13 en el ranking mundial de ciencia. Por otra parte, en 2009 Brasil tituló a 11.368 doctores, 134 por ciento más que en 1999, cuando los titulados fueron 4.853.

Ese es el sistema que ahora debe hacer su aporte a la sociedad brasileña, lo que exige políticas públicas apropiadas y definir un modelo de transferencia de conocimiento de base científica para los sectores industrial y de servicios, sostiene Raupp.
 
Los rubros agropecuario, aeronáutico y petrolero son ejemplos del éxito de la integración del sistema científico y tecnológico a los sectores económicos. Esto se debe al uso de mecanismos adecuados, como la creación de centros de investigación creados con finalidades específicas y desafíos predefinidos. 

El presidente de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia propone al Estado fortalecer los centros federales de investigación, crear nuevos centros, apoyar proyectos movilizadores en áreas estratégicas para la economía nacional y crear parques industriales con tecnología innovadora nacional. 

Todo esto, agrega, considerando la contribución de las empresas privadas a la I+D, para crear productos, servicios y procesos innovadores. 

Estos centros de investigación, agrega la columna, “serán un vigoroso instrumento de política pública para la innovación y una forma de participación del gobierno para convertir a Brasil en un país con alto desarrollo tecnológico, además de inducir la innovación tecnológica en las empresas”.

Enlace al texto completo en O Estado de Sao Paulo (en portugués)