19/01/14

Países ocultan ‘por error’ valiosos datos geoespaciales

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Crédito de la imagen: Flickr/Gavin Houtheusen/DFID

De un vistazo

  • Gobiernos de países en desarrollo a menudo celan sus datos en razón al valor que de ellos perciben
  • Pero políticas de acceso abierto ofrecerían mayor impulso económico que las restringidas
  • Iniciativa para trazar una ruta, por ejemplo, impulsaría la planificación de investigación y servicios

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Muchos gobiernos, especialmente los de países de bajos ingresos, están “disparándose a sí mismos” al no brindar a las comunidades de investigación y desarrollo acceso abierto a sus datos geoespaciales, advirtieron expertos.
 
El potencial de dichos datos, que comprende información de posicionamiento geográfico, incluyendo imágenes satelitales para ayudar en campos como respuesta a desastres, agricultura, conservación y planeamiento de ciudades, es mucho mayor a cualquier valor potencial generado por la venta de esa información, señalan.
 
Algunos ejemplos de los beneficios por compartir los datos geoespaciales fueron resaltados durante una reunión realizada en Ginebra, Suiza, esta semana (13 a 17 de enero) por el Grupo de Observaciones de la Tierra, una alianza voluntaria de gobiernos y organismos internacionales.
 
Sin embargo, la creencia equivocada de que los datos del gobierno representan una lucrativa fuente de ingresos todavía sigue reprimiendo el potencial de desarrollo de los países, dice Paul Uhlir, director de la junta de datos e información para la investigación de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos. 
 
“Ellos lo ven como un bien valioso que puede generarles algo de dinero pero, francamente, las políticas abiertas [de datos] generan más beneficios económicos que las cerradas”, afirma a SciDev.Net. “Al acaparar los datos están disminuyendo masivamente su valor para otros usos y disparándose a sí mismos”, asegura.
 
El acceso restringido a datos oficiales ocultos no se limita a la información geoespacial; el gasto considerable que supone recolectarla amplía los deseos de los gobiernos de recuperar algunos costos, reconoce.
 
Si bien los países ricos y pobres tienen un historial mixto en poner a libre disposición sus datos geoespaciales, los países en desarrollo por lo general “no son  cooperativos”, indica Uhlir.

Políticas de datos abiertos generan más beneficios económicos que las cerradas

Paul Uhlir, Academia Nacional de Ciencias de EE.UU.

Proyectos como gROADS —conjunto de datos de acceso abierto recabados por el Consejo Internacional del Comité de Ciencias en Datos de Ciencia y Tecnología (CODATA) para hacer mapas de la infraestructura de carreteras— tiene como fin alentar a los gobiernos a aflojar ese control.
 
Aunque las empresas ya ofrecen mapas de carreteras, los datos no se pueden sacar libremente para otras aplicaciones, lo que limita su uso para la navegación o solo para usuarios comerciales con mucho dinero.
 
Al ofrecer información de acceso abierto, gROAD permite al sector de desarrollo, gobiernos, sociedad civil e investigadores conducir estudios, planificar servicios y desarrollar nuevas aplicaciones a partir de los conjuntos de datos existentes.
 
La iniciativa ha mejorado notablemente la disponibilidad de los datos de carreteras pero todavía se ve limitada por una “mentalidad del siglo XX” en el sentido de que los datos son poder y deben ser celosamente guardados, dice Alex de Sherbinin, presidente del grupo de CODATA que trabaja en el proyecto gROADS.
 
“En muchos países, y en algunos muy importantes como China e India, obtener datos tan simples para dibujar líneas en un mapa y mostrarle a la gente dónde vive es casi imposible”, sostiene.
 
Sin embargo, añade, la situación comienza a mejorar, con indicios de que los gobiernos de los países en desarrollo están cada vez más receptivos al potencial de desarrollo de los datos abiertos.
 
Por ejemplo, la República Democrática del Congo recientemente dispuso todos sus datos sobre carreteras gratuitamente en línea, en una iniciativa que no tiene que ver con gROADS, informa.
 
Michael Simpson, director ejecutivo de la Fundación Mundo Seguro —fundación de tecnología espacial de EE.UU. — concuerda en que muchos países en desarrollo están adoptando medidas para compartir mejor sus datos geoespaciales.
 
Durante la reunión de Ginebra, a la que él asistió, los delegados escucharon muchos ejemplos alentadores, incluyendo los esfuerzos que realizan los países del Caribe para compartir información satelital con el fin de planificar las respuestas ante desastres naturales, señala.
 
Cualquier restricción al intercambio de datos, de lo que todavía hay demasiados ejemplos, por lo general es resultado de normas complejas que configuran las relaciones entre los departamentos gubernamentales y más allá, y no de una resistencia abierta a la apertura, subraya Simpson.
 
“Es la típica maraña burocrática y no un asunto cultural, lo que es específico de los países en desarrollo”, dice.

La única forma de solucionar este problema es que los gobiernos nacionales asuman el liderazgo, dice Sherbinin.
 
Sin una directiva clara desde los más altos niveles del gobierno en pro de los datos abiertos, los funcionarios púbicos retendrán instintivamente la información por temor a disgustar a sus superiores, concluye.
 
La versión  original de este artículo se publicó en la edición global de SciDev.Net