07/07/11

Guatemala: cocinas eficientes mejoran salud de indígenas

Cocinas con chimenea, como la ONIL, ahorran leña y reducen la contaminación intradomiciliaria Crédito de la imagen: www.helpsinternational.com

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[MONTEVIDEO] Cocinar con fuego abierto dentro de las casas de poblaciones rurales en Guatemala reduce el peso de los bebés al nacer y aumenta las consultas médicas por problemas respiratorios, según dos estudios publicados en junio en diferentes revistas científicas.

El uso de fogones precarios en el piso de las viviendas es una práctica común en ese país centroamericano, igual que sucede con millones de personas en el ámbito rural de otros países en desarrollo.

Este modo de cocción —que usa leña, estiércol, carbón o residuos agrícolas— tiene un sistema de combustión ineficiente que emite gran cantidad de partículas y gases tóxicos como monóxido de carbono y carece de ventilación adecuada.

Los dos estudios fueron realizados por investigadores estadounidenses, quienes examinaron dos casos en Guatemala en los que se implementaron iniciativas para reemplazar fogones por cocinas más eficientes y con chimenea.

El estudio publicado en Global Public Health midió el impacto que tuvo en una comunidad guatemalteca la sustitución del fuego abierto por la cocina ONIL, desarrollada por la organización no gubernamental Help International.

Esta cocina —que reduce 70 por ciento la cantidad de madera necesaria para cocinar— fue entregada en 2002 a 90 por ciento de los hogares de la aldea Santa Avelina, al norte de Guatemala.

Entre ese año y 2006, los investigadores midieron el impacto de esa tecnología en las consultas por enfermedades respiratorias realizadas en las clínicas locales.

Según detalló a SciDev.Net Steven Harris, del Centro Médico de la Universidad Baylor (Dallas) y uno de los autores, su estudio halló que las consultas por infecciones respiratorias altas y bajas disminuyeron 26 por ciento en comparación con años anteriores.

La reducción fue de 45 por ciento si se toma en cuenta sólo las enfermedades respiratorias altas.

El segundo estudio, publicado en Environmental Health Perspectives, monitoreó la exposición a contaminantes en embarazadas del ámbito rural que recibieron una cocina mejorada, y luego midió el peso de sus hijos al nacer en comparación con los niños nacidos en hogares donde había fogones precarios.

En promedio, los bebés expuestos a contaminantes pesaron 89 gramos menos que los del grupo que recibió cocinas mejoradas. Además, el estudio detectó que las mujeres que usaron cocinas mejoradas redujeron 39 por ciento la exposición a monóxido de carbono.

Consultado sobre ambos estudios, Michael Bauer, profesor de la Universidad de British Columbia, Canadá, y experto en contaminación del aire en el hogar, dijo a SciDev.Net que si bien estas investigaciones no hacen descubrimientos reveladores, “ambas suman importantes evidencias que muestran que las cocinas mejoradas tienen beneficios en la salud” de la población.

Enlaces a los resúmenes de los estudios:

“Impact of Reduced Maternal Exposures to Woodsmoke from an Introduced Chimney Stove on Newborn Birth Weight in Rural Guatemala”

“Health effects of an efficient vented stove in the highlands of Guatemala”