08/01/10

Económico nanosensor de papel detecta toxinas del agua

La prueba propulsa la habilidad de conducir la electricidad de los nanotubos de carbón Crédito de la imagen: NASA

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Científicos usan nanotecnología para convertir el papel en un sensor que puede detectar toxinas en el agua potable.

Un equipo chino-estadounidense sumergió un filtro de papel normal en una solución con nanotubos de carbón –que son buenos conductores de la electricidad—y anticuerpos para microcistina-LR, una toxina común y peligrosa.

Secaron el papel y repitieron el proceso hasta obtener suficientes nanotubos para hacerlos conductores.

Cuando el papel se sumerge en agua contaminada, la toxina se une a los anticuerpos y afecta la conductividad de los nanotubos del papel separando unos de otros. Este cambio en la conductividad es detectado por un dispositivo corriente de medición.

El autor principal de la investigación, Nicholas Kotov, de la Universidad de Michigan en los Estados Unidos, dijo a SciDev.Net que la prueba es “rápida, sensible y simple”. Añadió que se prevé que pueda ser manejada con un dispositivo del tamaño de una caja de fósforos para examinar el agua sobre el terreno.

La sensibilidad de la prueba cumple los estándares de la Organización Mundial de la Salud para detectar toxinas en el agua potable.

“La sensibilidad (de la prueba) se compara con las mejores técnicas bioquímicas, como la espectrometría de masa, el tiempo de los análisis es mucho más corto –en unas 28 veces—y no requiere entrenamiento especializado”, afirmó Kotov.

También señaló que la prueba puede usarse para detectar otras toxinas y químicos en el agua o los alimentos, simplemente cambiando los anticuerpos.

El método se puede utilizar en los países desarrollados y en desarrollo. “Es tan sencillo que puede ser usado por cualquiera”, indicó Kotov.

El principal obstáculo para fabricar la prueba es el financiamiento, agregó, sin embargo no cree que la prueba sea cara dado que está basada en papel.

Mohamed Abdel-Mottaleb, professor asistente de nanomateriales de la Universidad del Nilo, en Egipto, opinó que la prueba podría detectar rápidamente no solo las toxinas que entran a los sistemas de agua potable, sino también en el punto de uso.

“Esto permitirá que tanto los ciudadanos como el gobierno supervisen y remedien cualquier perturbación en la calidad del agua y se adelanten a los riesgos potenciales de salud que acarrea la contaminación del agua”, subrayó.

No obstante, advirtió que los nanotubos de carbón no son baratos ni fáciles de obtener, lo que representaría una barrera potencial para los países en desarrollo. Añadió que también deberán estudiarse los riesgos potenciales para la salud que liberan los tubos en los suministros de agua.

La investigación fue publicada en la edición en línea de Nano Letters a fines de 2009.

Enlace al resumen (en inglés) en Nano Letters