22/10/14

Baja nota para la salud de los océanos

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Dawn Farrell, NOAA / Flickr

De un vistazo

  • Evaluación sobre salud de los océanos mostró un puntaje de 67 sobre 100 a nivel global
  • En la región, Guatemala obtuvo el mejor puntaje y Venezuela, el peor
  • Los expertos señalan que el hemisferio sur necesita más evaluaciones regionales para entender los obstáculos a la sostenibilidad

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La evaluación más reciente del Índice de Salud del Océano (OHI, por su sigla en inglés), publicada por un grupo científico multi-institucional en setiembre, concluyó que los océanos del mundo obtuvieron 67 sobre 100 en su salud en general.
 
El OHI ofrece un índice por país, y en Latinoamérica se destaca Guatemala con 72 sobre 100, debido a su alta biodiversidad marina y la importancia del mar en sostener empleos y economías locales.
 
Venezuela, en cambio, anotó 52 sobre 100, por faltas en la sostenibilidad de su sector de turismo costero y por no invertir de forma sostenible en sus sistemas de pesca y maricultura.
 
Por primera vez, el índice —publicado en el sitio web del OHI— incluyó la evaluación la Antártida y las aguas internacionales, que obtuvieron 72 sobre 100.
 
Liderado por científicos de la Universidad de California en Santa Barbara (UCSB) y la organización ambientalista Conservation International, el estudio tiene en cuenta la producción de alimentos, la protección de las costas, la limpieza del agua y la biodiversidad, entre otros indicadores de la salud de los océanos.

“El índice fue creado específicamente para cambiar nuestra relación con el mar”

Greg Stone, vicepresidente ejecutivo de Conservation International

 
“El índice fue creado específicamente para cambiar nuestra relación con el mar”, dice Greg Stone, biólogo marino y vicepresidente ejecutivo de Conservation International. “Y está diseñado para crear incentivos con los jefes de Estado”.
 
Un mejor seguimiento del hábitat oceánico en regiones poco estudiadas —como muchas en el hemisferio sur— es esencial para informar a la política y mejorar la gestión de recursos proporcionados por los océanos, dice Stone.
 
Invertir en herramientas e investigación para observar regiones como América del Sur es clave para obtener una evaluación completa y coherente de nuestros océanos, agrega.
 
Aparte de la evaluación global, el OHI realiza estudios a escala nacional que recopilan datos e incluyen ciencia local. A esta escala más granular es más fácil convencer a gobiernos locales sobre cuáles son sus prioridades para la conservación marina, señala Stone.
 
En abril, además, científicos del OHI estudiaron los 17 estados costeros de Brasil que lograron 60 sobre 100 en salud general. Los estados de Rio Grande do Norte y Piauí del noreste de Brasil recibieron las calificaciones más bajas, en parte debido a los impactos ambientales y sociales de la producción de camarón blanco, incluyendo la pérdida de manglares, la erosión costera, la contaminación y conflictos de usos del suelo.
 
Para mejorar la salud de los océanos, el estudio sobre Brasil, publicado en abril en PLoS One, sugiere que el país mejore la gestión pesquera, amplíe las áreas marinas protegidas y monitoree hábitats costeros.
 
“En América del Sur, Brasil es el único lugar donde tenemos una evaluación regional”, dice Katie Longo, científica del OHI en el Centro Nacional de Análisis y Síntesis Ecológicos (NCEAS) en la Universidad de California. “Pero hay otros países de América Latina que están interesados en la aplicación del índice”, agrega.
 
Colombia, cita Longo, “se comprometió formalmente” y usará los datos para dirigir la política ambiental relacionada con la gestión del océano, lo que incluye los esfuerzos para hacer que la pesca y el turismo sean más sostenibles.
 
Actualmente, este país hace una evaluación regional del OHI, dice Julia Stewart Lowndes, científica y coordinadora de extensión del OHI en el Centro Nacional de Análisis y Síntesis Ecológicos (NCEAS) en la Universidad de California.
 
Entre otros países interesados, dice Stewart, se cuentan Ecuador —que recibió financiación para empezar una evaluación OHI en el Golfo de Guayaquil—, Perú y Chile.