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[SÃO PAULO] Un artículo publicado en Science (4 de octubre) cuestionó la calidad de dos importantes herramientas de evaluación de los trabajos científicos en diversas revistas de acceso abierto del mundo: la revisión por pares y el proceso de edición, explicitando el carácter predatorio de algunas de estas publicaciones.
Bajo un pseudónimo, el autor de la investigación envió un artículo científico lleno de incoherencias metodológicas y resultados inconsistentes a 304 revistas de acceso abierto. Más de la mitad (157 revistas) aceptó el artículo, incluyendo publicaciones indexadas en bases de datos como Elsevier, además de otros en áreas sin relación con el tema del artículo.
Algunas, sin siquiera cambiar el contenido del texto, enviaron junto a la carta de aceptación facturas de hasta US$3.100 para publicar el trabajo. Las facturas revelaron una red de cuentas bancarias basadas sobre todo en países en desarrollo.
El falso artículo se envió a tres revistas en América Latina y el Caribe. Una en Chile, una en Puerto Rico y una en Brasil. Esta última, Genetic and Molecular Research, publicada por The Ribeirão Preto Foundation for Scientific Research, fue la única que lo aceptó.
“Las revistas científicas ahora deberán rediscutir sus sistemas de evaluación, plazos de análisis y quizás aumentar el número de evaluadores por artículo”.
Simone Pallone
Las revistas PLoS ONE, de Public Library of Science, y Electronic Journal of Biotechnology, de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile, fueron algunas de las 98 publicaciones que realizaron rigurosas revisiones por pares, señalando posibles problemas éticos en la metodología del trabajo y rechazando su publicación.
El caso ha puesto a prueba la credibilidad del modelo de publicación de acceso abierto, especialmente en países en desarrollo.
Para Abel Packer, coordinador del programa Scientific Electronic Library Online (SciELO), biblioteca en línea que reúne una gran colección de revistas científicas latinoamericanas, la credibilidad de las revistas brasileñas se verá dañada temporalmente. Además, dice a SciDev.Net: “La ciencia avanza con correcciones sucesivas, de modo que las investigaciones y artículos fallados serán descubiertos”.
Agrega que Science hizo un bien a la comunicación científica al revelar las revistas que operan solamente para ganar dinero, pero que sus conclusiones no pueden ser extensibles al conjunto de las revistas abiertas.
Gilson Volpato, del Departamento de Fisiología de la Universidad Estatal Paulista, coincide en que el caso socavará el modelo abierto, pero cree que los científicos que publican activamente pueden diferenciar entre las revistas serias, como las del grupo PLoS, de aquellas predatorias, que solo quieren recibir el dinero de los autores.
Mientras, Simone Pallone, del Laboratorio de Estudios Avanzados en Periodismo de la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp), apunta que la presión para que el investigador publique cada vez más puede contribuir a la proliferación de publicaciones abiertas predatorias.
“Pero eso no justifica los fraudes. Las revistas científicas ahora deberán rediscutir sus sistemas de evaluación, plazos de análisis y quizás aumentar el número de evaluadores por artículo”.
Enlace al artículo completo en Science
Enlace a mapa interactivo de revistas analizadas en Science
References
Science 4 October 2013: Vol. 342 no. 6154 pp. 60-65
DOI: 10.1126/science.342.6154.60